DEUDA
PÚBLICA Y ELECCIONES DE OCTUBRE 2017
Por
Héctor GIULIANO (20.10.2017)
Probablemente
no haya precedentes históricos en la Argentina de una campaña
electoral parlamentaria tan vacía en sus contenidos como degradada y
hueca en las expresiones de sus candidatos políticos como la de los
comicios de este 22.10.
Con
la particularidad que el sondeo pre-electoral compulsivo de las PASO
del 13.8 pasado ya permitió adelantar el conocimiento de las
intenciones de voto de la ciudadanía y, consecuentemente,
posibilitar los demagógicos intentos partidarios –
fundamentalmente del oficialismo – para tratar de revertir
situaciones puntuales en distritos donde los resultados electorales
se les presentaban desfavorables.
Y
con el agravante de varios casos puntuales que – independientemente
de su importancia intrínseca – han venido siendo utilizados como
distractivos – y/o como coadyuvantes - del tema electoral, como el
caso Maldonado, las tomas y amenazas de bombas escolares, la muerte
del fiscal Nisman y toda una serie de novedades judiciales sobre la
corrupción K puestas en línea con la propaganda del gobierno en
medio del ajetreo electoral.
En
síntesis: un cuadro ideal para que la administración Macri logre el
objetivo – atribuido como recomendación del consultor de Cambiemos
Durán Barba – de soslayar la agenda económica en la campaña;
característica ésta que notablemente fue también cumplida por toda
la clase política: oficialismo y oposición.
Es
decir, que la ciudadanía argentina va a las elecciones del domingo
22 con absoluta ignorancia de las posiciones de los partidos y
candidatos que van a votar y, por ende, con total incertidumbre sobre
qué van a decidir después con su voto esos candidatos cuando el
gobierno macrista envíe el Congreso los proyectos de leyes (PL)
sobre cambios estructurales que viene anunciando pero que no
publicita.
Es
algo que – por otra parte - constituye un contrasentido frente a
los comicios porque se trata precisamente de los principales temas
que debieran haber estado en la discusión pública previa de las
fuerzas políticas que tienen que decidir luego sobre tales asuntos
en el Parlamento.
Y
todo esto reviste especial importancia en momentos que la realidad
argentina es mucho más grave de lo que se dice y que ello se la
soslaya con la complicidad de toda la clase política, los medios de
comunicación y la clase dirigente en general.
Después
de dos años de gestión política inoperante el presidente Macri, a
falta de poder mostrar resultados, sigue tratando de vender
expectativas a la gente.
Con
un enorme esfuerzo propagandístico – bancado por las autoridades y
apoyado por los voceros y la prensa del establishment – la
administración Macri pretende mostrar mínimas mejoras de
indicadores estadísticos como signos de proyecciones halagüeñas y
tendencias positivas mientras los datos de la realidad muestran un
grave panorama en contrario.
Y
estos hechos son determinantes en tres aspectos clave y relacionados
entre sí: 1. La Política de Gobernar con Deuda, 2. El desequilibrio
estructural de las Finanzas Públicas, y 3. La Política
Macro-financiera del Banco Central (BCRA).
CUADRO
DE SITUACIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA.
La
última información oficial disponible del Ministerio de Finanzas
(MF) muestra que el saldo de la Deuda Pública al 31.3.2017 es de
298.000 MD.1
Ésta
es sólo la deuda en cabeza del Estado Central, es decir, que no
figuran aquí las deudas de Provincias, Municipios, Empresas del
Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios ni Juicios contra
el Estado con Sentencia en Firme.
Ello
significa que la actual administración – como todas las anteriores
– mantiene en secreto los montos totales de la Deuda Pública
Nacional y no presenta demostración alguna de la capacidad de repago
sobre dichas deudas, que siguen creciendo en forma extraordinaria.
La
administración Macri heredó del Kirchnerismo un stock de Deuda de
254.000 MD. Esta deuda – pese al discurso del des-endeudamiento
K
- venía de haberla incrementado en unos 100.000 MD durante sus 12
años de gestión dado que la había recibido en 151.000 MD a
mediados del 2003.
El
nuevo gobierno Macri aumentó la Deuda en unos 35.000 MD en el 2016,
tiene previsto por Presupuesto un aumento adicional de la misma en
más de 38.000 MD este año 2017 y propone para el Ejercicio 2018
otro aumento ulterior de unos 47.000 MD más (46.400): un total de
120.000 MD de nueva deuda en 3 años (más de la que tomó el
Kirchnerismo durante su larga década de gestión).
La
estructura de la Deuda Macri empeora hoy no sólo el quantum de las
obligaciones (los casi 300.000 MD del último stock) sino también su
composición, debido a la proporción creciente de Deuda Externa
sobre Deuda Total (más del 35 %), las mayores tasas de interés (del
orden de un 6-7 % anual), la menor vida promedio (7.2 años) y el
monto rápida y fuertemente creciente de los intereses a pagar).
Conforme
al PL de Presupuesto 2018 enviado al Congreso el año que viene le
caen al gobierno central vencimientos de capital por 66.600 MD y –
siguiendo la regla histórica general – la totalidad de ese importe
(hasta el último centavo) no se amortiza en forma neta sino que se
cancela cubriendo dichas deudas con nuevas deudas, colocando en total
nuevas obligaciones por valor de 113.000 MD, o sea, con el aumento
adicional citado de los 46.400 MD durante el próximo ejercicio.
Esto
significa que el MF Caputo estará firmando emisiones de Deuda del
Estado el año que viene a un promedio de 6.000 M$ por día.
Pero
mientras estos vencimientos de capital se refinancian íntegramente,
los intereses correspondientes – en cambio - se pagan y son parte
del Gasto Público Corriente; y para el año 2018 esos pagos están
previstos en 406.000 M$ (equivalentes a 21.000 MD).
Son
un promedio diario de 1.100 M$ por día, el equivalente de financiar
un hospital público pero que se destinan a cubrir servicios de la
deuda financiera del Estado.
Con
el agravante que no todo este importe de intereses se paga sino que
un 30 % de los mismos no se puede pagar y se capitaliza entonces por
anatocismo, que es el interés devengado y no pagado que se
transforma en capital y devenga nuevos intereses.
Por
eso el anatocismo es el sinónimo de la Usura dado que cuando un
deudor – como la Argentina de hoy – no devuelve un centavo de
capital ni puede abonar la totalidad de los intereses de la Deuda,
ello quiere decir que ese deudor – el gobierno Macri – se
encuentra en una crisis de Deuda en estado crítico.
Según
el PL de Presupuesto 2018 los Intereses son el principal rubro neto
del Gasto Público: 28 de cada 100 $ que gasta la Administración
Central – casi una tercera parte (1:3) – se destinan al pago de
estos servicios y, como dijimos, no todos se abonan.
Ergo,
los Intereses son el principal rubro del Gasto del Estado y,
consecuentemente, el principal factor determinante del Déficit
Fiscal.
Y
la única respuesta de la administración Macri frente a este
macro-problema de la deuda es seguir tomando más Deuda.
Sin
esta Política institucional de Gobernar con Deuda la administración
Macri perdería automáticamente tanto su estabilidad financiera como
su estabilidad política.
DESEQUILIBRIO
FINANCIERO FISCAL
Debido
a la distorsión financiera estructural de las Finanzas Públicas,
producida por la Política de Endeudamiento sistemático sin
capacidad de repago, el gobierno Macri es un gobierno
deuda-dependiente
y,
como tal, sujeto a los condicionamientos de los grupos acreedores del
Estado Nacional.
Según
el PL de Presupuesto – que es el que van a tener que votar o no los
legisladores electos el 22.10 – está previsto que se gaste más
en Intereses de la Deuda (406.000 M$) que en Educación (163.000 M$),
que en Ciencia/Tecnología (19.000 M$), que en Salud (57.000 M$), que
en Defensa (117.000 M$) y que en Seguridad (121.000 M$).
La
Inversión Pública – de 210.000 M$ - es la mitad de lo que se paga
de Intereses y la relación entre los vencimientos de Capital de la
Deuda y el pago de Intereses totales es de 3 a 1.
Con
los agravantes anotados en el punto precedente acerca de la
incidencia anual y promedios diarios que tales vencimientos implican.
Todos
los medios y la prensa del establishment, el oficialismo macrista,
gran parte de la partidocracia
del
Sistema y la mayoría de los sectores empresariales privados y sus
opinólogos
viven lamentándose del alto Gasto Público Argentino y del
consiguiente Déficit Fiscal que el mismo genera para el Estado pero
todos soslayan mencionar siquiera que el principal rubro de ese gasto
oficial y la causa de ese Déficit que denostan es la Deuda Pública
y sus Intereses.
Ante
la gravedad de la situación, los acreedores del Estado –
fundamentalmente los acreedores externos – le estén exigiendo a la
administración Macri una serie de reformas estructurales que les
garanticen que el país va a poder seguir pagando los intereses de la
Deuda Pública y, simultáneamente, tomando más endeudamiento aún;
y para ello el gobierno necesita lograr y/o combinar mayorías
parlamentarias que requieren sus proyectos de ley necesarios para las
reformas estructurales previstas con el refuerzo de los nuevos
legisladores que el Pueblo va a votar este 22.10.
DEUDA
Y POLÍTICA DEL BANCO CENTRAL
El
BCRA es el principal sostén interno del Sistema de la Deuda Pública
Perpetua del Estado Argentino: un sistema organizado sobre la base de
una Deuda Impagable, con un crecimiento continuo de nuevas deudas sin
capacidad de repago, con el aumento más que proporcional de los
Intereses a Pagar por dicha Deuda y con el consecuente Déficit
Fiscal creciente que se cubre con más Deuda.
Como
la recaudación tributaria – impositiva y previsional – es en
pesos pero el gobierno tiene que pagar cada vez más deudas en moneda
extranjera el Fisco necesita tener un tipo de cambio bajo (dólar
retrasado) de modo que dicha recaudación pueda convertirse en mayor
cantidad de divisas para poder atender los servicios de la Deuda
Externa y también de la Deuda Interna en Dólares.
Para
mantener este atraso cambiario el BCRA sube las tasas de interés, a
los efectos de atraer capitales especulativos – que son
transitorios o golondrina
– con los que cubre tres objetivos a la vez: 1. Consigue divisas –
vía endeudamiento - para sostener niveles artificiales de reservas
internacionales, 2. Aguanta un stock
de intervención
para poder atender las necesidades de pagos externos del Tesoro, y 3.
Favorece los negocios especulativos de los excedentes de capitales
financieros privados existentes en el Mundo, que logran así récords
de ganancias a costa de los fondos de nuestro país.
El
BCRA dice que sube y mantiene elevadas las Tasas de Interés como
instrumento contra la Inflación interna pero esta política se ha
revelado inoperante hasta el presente para bajar los precios mientras
que, en cambio, ha servido para mantener controlada y retrasada la
cotización del dólar, que sería el verdadero objetivo concreto de
la política de retraso cambiario.
Porque,
en los hechos, el BCRA no defiende el valor del Peso – carcomido
por una inflación que no cesa y del que las altas tasas de interés
son también parte componente – sino el valor del Dólar, que el
gobierno necesita estable y retrasado para poder garantizar a los
acreedores de la Deuda su capacidad de sostener el pago de los
intereses crecientes.
La
Deuda cuasi-fiscal de Lebacs que el BCRA usa para comprar reservas –
una masa hoy de 1.1 B$ (Billones de Pesos) que genera una mayúscula
sangría financiera por intereses superior a los 270.000 M$ anuales -
y los déficits gemelos nuevamente existentes – Fiscal y Externo –
del Estado Central han metido a la administración Macri en un
callejón
sin salida
del que su administración, con total irresponsabilidad
financiero-fiscal, pretende salir con la receta
de sortear la actual nueva Crisis de Deuda precisamente con más
Endeudamiento Público.
Los
votantes que concurran a las urnas este domingo 22.10 van así a
votar a ciegas frente al silencio y/o la ignorancia de la clase
política ante los grandes problemas nacionales de la Argentina y,
particularmente, frente al problema insoluble de la Deuda Pública
Perpetua que oficialismo y oposición les ocultan y de cuya
complicidad se retroalimenta el Sistema de la Deuda.
Mientras
tanto, el presidente Macri – en su estilo discursivo más propio de
un pastor televisivo que de un jefe de gobierno – sigue hablando
mucho y diciendo poco o directamente nada acerca de estos graves
problemas financiero-fiscales reales que se siguen agravando día
tras día.
Con
la desgracia adicional que no se trata ya de una patología exclusiva
de los gobiernos de turno sino de toda la clase política nacional
(esencialmente de aquélla que tiene representación parlamentaria
significativa).
Es
el discurso de una generación política sin representación ni
legitimidad ciudadana; es el producto de una corrupción derivada de
la naturaleza y el financiamiento de los partidarios y de quienes son
sus meras figuras visibles: los candidatos como actores que sólo
aspiran a ser protagonistas de un único libreto institucional que ya
les está escrito de antemano para cualquiera que gane.
Es
la muerte de la utopía Democracia en manos de un Electoralismo vacío
con que la Partidocracia – en su rol de nueva oligarquía – cubre
los intereses de la Plutocracia para la que trabaja: que son los
grandes grupos de poder económico-financieros que siguen imponiendo
y administrando las Políticas de Estado contrarias a los Intereses
Nacionales y que paga todo el Pueblo Argentino.-
Lic.
Héctor L. GIULIANO
Asesor
del
FORO
ARGENTINO de la DEUDA EXTERNA
Foro
Regional La Plata, Berisso y Ensenada
https://www.facebook.com/foro.laplata?ref=hl
forodeudaexternalp@hotmail.com
forodeuda.lp@gmail.com
Buenos
Aires, 20.10.2017
Archivo:
GIULIANO ARTICULO 2017 10 23 DP Y ELEC OCTUBRE.doc
Las abreviaturas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos
respectivamente y se expresan siempre con redondeo, por lo que
pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de
términos.
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