SEMBLANZA DE UN PATRIOTA
Alejandro Olmos
Hace dieciocho años moría un gran argentino. Que amaba a su patria y a su gente. Su grandeza no se midió nunca ni por sus riquezas ni por sus logros sociales. Su grandeza fue mucho más que eso, porque entrañaba una simbiosis con los intereses de su pueblo. Y con el porvenir de su patria. Nos estamos refiriendo a Don Alejandro Olmos, a quien en el día de hoy, rendimos homenaje.
Él, como nuevo Quijote revivido, atacó en una fecha tan temprana como 1982, la silenciada y opresiva DEUDA EXTERNA. Arremetió con valor y tesón, contra esa cadena de ilicitudes que constituía y constituye, el condicionamiento mayor que soporta nuestro país, a cualquier posibilidad de desarrollo nacional y eliminación de la ignorancia y de la pobreza.
Él era humilde y sin recursos pero tenía una causa. Una causa que pasó a tener verdaderamente carácter nacional. Él logró que la justicia por primera vez en el mundo y poco después de su muerte, después de años de tramitación y seguimiento, declarara históricamente en singular fallo, que la DEUDA EXTERNA que se contrajera por las autoridades de facto entre 1976 y 1982 –origen y causa de las demás obligaciones que se fueron y se van sucediendo- era ilegítima y fraudulenta.
¡¡Luego de casi veinte años de iniciar su trámite judicial y de un trabajo extenuante y no reconocido en su momento y ni aún ahora por las autoridades nacionales y ni hablar de la falsa oposición, logró sus propósitos!! Fue como un centinela que aún contra toda esperanza, cumplió con la obligación que lo situaba en su puesto. No importó el vacío que se hizo a su alrededor, no importó la indiferencia de sus compatriotas ni importó tampoco que tuviera que abandonar su propio trabajo, del cual subsistía.
Pues como decimos ¡¡había una CAUSA!! Así los argentinos hemos tomado conciencia de lo que es la DEUDA EXTERNA, de cómo se contrajo, de las ilicitudes y aún delitos que hicieron a su constitución y de cómo puede aún sobrevivir a través de los años, aumentándose continuamente. Por eso si ahora nos preguntáramos ¿qué haría ese valiente patriota de vivir en nuestros días?, la respuesta es indudable: Alejandro Olmos seguiría luchando, como luchó toda su vida. Por un principio elemental de patriotismo y por un sentir de carácter eminentemente moral. Porque patriótico es combatir contra lo que oprime, al propio ser nacional.
Son banderas que no sólo no deben caer, sino que toca a nosotros y a todos nuestros compatriotas sostenerlas, en un presente que sólo puede llamarse como aciago.
La DEUDA EXTERNA se opone no únicamente a cualquier concepto de soberanía, sino a la existencia misma de nuestro pueblo. Y si ella ha sido producto de la corrupción, se puede decir que sólo queda combatirla. Desechando cualquier acuerdo espurio y al margen de la Constitución Nacional e instando al mismo tiempo a que la misma sea investigada, estableciéndose completamente su validez actualidad y responsabilidad de los que la instituyeron, como asimismo de cualquier complicidad relativa a su magnitud, sin que quede al respecto ni dudas ni inseguridades.
Por eso es un compromiso no sólo con la Patria y con su pueblo, sino también con verdaderos patriotas como Alejandro Olmos, que luchemos por sus ideales, que son los mismos que nuestros intereses como nación.
Que la bandera que un argentino supo enarbolar, que no caiga y que llegue al tope del mástil. Eso no sólo significará el triunfo de un ideal, sino verdaderamente un renacer de nuestro país, para entrar de lleno a un futuro promisorio, sin miseria y sin pobreza y orgullosos de nuestra patria.
¡¡Gracias por todo Don Alejandro!!
Con hombres así se hace la Patria.
LA PLATA, abril 24 de 2018.
FORO ARGENTINO de la DEUDA EXTERNA
Foro Regional La Plata Berisso y Ensenada
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