LA
CRISIS DE DEUDA DEL VERANO 2014.
Por
Héctor GIULIANO (20.1.2014).i
Hector Giuliano (en el centro)
Juan Lucio Ruiz de Galarreta - miembro del Foro Regional (a la izquierda)
Anibal Fortuna (a la derecha) presidente del Centro de Martilleros.
Conferencia en La Plata (foto de archivo)
El
agravamiento de la Crisis de Deuda Pública que vive la Argentina
amenaza la estabilidad financiera y política del gobierno Kirchner.
Es
probable que, ante el peligro de un default técnico, estemos frente
a un nuevo proceso de refinanciación de deuda y que pueda estar
próxima así la correspondiente reapertura de una nueva etapa de
macro-endeudamiento público (interno y externo) dado que los hechos
se precipitan como producto de la gravedad objetiva de la situación
financiera fiscal provocada por el problema insoluble de la Deuda.
Pese
a la falta de informaciones oficiales completas y actualizadasii,
pese a la imposibilidad de acceso a las fuentes de datosiii
y pese a la carencia de noticias independientes o confiables,iv
lo que sigue es un intento de interpretación de lo que está pasando
actualmente en nuestro país en materia de endeudamiento.
LA
NUEVA CRISIS DE DEUDA.
Nuestro
país se encuentra otra vez al borde de una cesación de pagos debido
a la falta de fondos y divisas para poder atender los servicios de la
Deuda Pública.
El
fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 llevó
sucesivamente a la estatización de los fondos de las AFJP, al
retraso cambiario y al aumento de la inflación:
- La apropiación de los recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES implicó el traspaso de una masa de deuda pública impagable - que estaba en manos de las AFJP - a la responsabilidad interna del propio Fisco y significó la habilitación del mismo como caja de mayores préstamos para el pago de servicios del resto de la deuda del Estado.v
- El retraso cambiario relativo ha sido sostenido por el gobierno como ancla anti-inflacionaria y también como forma de ayuda para el pago de la Deuda Externa, dado que el Estado recauda fundamentalmente en pesos y gran parte de esos recursos tienen que ser convertidos a moneda extranjera.vi
- La inflación se ha potenciado – pese a las manipulaciones estadísticas del gobierno – por la sobre-emisión de dinero del BCRA destinada a comprar reservas que luego se usan para pagar Deuda Externa, por la emisión directa para otorgar Adelantos Transitorios al Tesoro y por el costo financiero de las tasas de interés, cuyo piso de mercado es determinado por la tasa de la deuda cuasi-fiscal por Lebac/Nobac.vii
La
política de pagos de la Deuda Externa con Reservas Internacionales
llevó a un vaciamiento de las reservas del BCRA, a un exceso de
emisión monetaria para la reposición de dichas reservas y a un
desequilibrio de las cuentas del BCRA, que por eso pasó a tener en
la práctica un Patrimonio Neto negativo.
Dentro
de este contexto el Tesoro le debe actualmente al Banco Central
46.300 MD por Letras intransferibles entregadas contra retiro de
reservas y 183.000 M$ (equivalentes a 28.000 MD) por Adelantos
Transitorios al Gobierno Nacional: en total, unos 74.300 MD.
El
Tesoro no tiene capacidad de repago demostrada para poder cumplir con
estas obligaciones.
DEUDA
Y DESEQUILIBRIO ESTRUCTURAL.
El
problema de la Deuda ha introducido un doble desequilibrio en las
cuentas del Estado: el desequilibrio de la estructura financiera y el
desequilibrio de las decisiones de coyuntura frente a la crisis.
El
Estado tiene tres fuentes básicas de financiamiento: 1. La
recaudación tributaria, 2. La emisión de dinero y 3. La colocación
de Deuda Pública.
Esta
última fuente – la Deuda - no debiera ser un mecanismo regular de
sostén de las Finanzas Públicas sino un procedimiento de excepción,
en la medida que el ingreso de recursos por vía de préstamos
conlleva un aumento de los gastos por servicios de devolución de
capital y pago de intereses.
Cuando
los niveles de endeudamiento suben a montos impagables, como en el
caso argentino, se da la paradoja que la atención de los costos
financieros de la fuente Deuda (3) tienen que ser cubiertos a costa
de aumentar las otras dos fuentes: Presión Tributaria (1) y Emisión
inflacionaria de dinero (2).
La
Hacienda Pública pasa entonces a desarrollar una patología
estructural, que es el problema de su subordinación a un Sistema de
Deuda Perpetua o esquema de refinanciamiento permanente y de continua
toma de nuevas deudas.
Periódicamente
estos procesos hacen crisis por imposibilidad de pago y la
alternativa ofrecida para permanecer dentro del Sistema es la
refinanciación de las obligaciones.
El
país vive así dentro de una trampa de Deuda Perpetua porque una
deuda que no puede pagarse y tiene que ser refinanciada
permanentemente es una deuda eterna.
ENCERRONA
FINANCIERA FISCAL.
El
desequilibrio de estructura lleva al condicionamiento de las
decisiones de coyuntura relacionadas con el problema de la Deuda.
La
administración Kirchner se encuentra hoy frente a tres cuestiones
concretas que resolver desde el punto de vista de las finanzas del
Estado: a) la extrema debilidad de la posición neta de reservas del
Banco Central (BCRA), b) el Déficit Fiscal creciente, y c) el
desequilibrio negativo de la Balanza de Pagos.
Los
tres problemas – de los cuales la inflación y el retraso cambiario
relativo son un derivado – provienen de una causa central: el
dilema de una Deuda Pública impagable, cuyos servicios por intereses
y capital provocan el desequilibrio estructural citado de las cuentas
fiscales y del sector externo.
Con
una particularidad: que las tres cuestiones – derivadas de una
Deuda que la administración Kirchner decía haber solucionado
gracias a un supuesto des-endeudamiento - son producto de la gestión
del actual gobierno y no problemas heredados de administraciones
anteriores.viii
-
LAS RESERVAS DEL BCRA.
La
crisis por falta de reservas internacionales proviene principalmente
de la salida de divisas por el retraso cambiario y del uso de las
mismas para la política de pagos de Deuda Externa con reservas del
BCRA, lo que condujo a un vaciamiento del stock de dichas divisas del
Estado.
En
la actualidad – mediados de Enero – el monto de Reservas Brutas
está por debajo de los 30.000 MD y la posición de Reservas Netas es
mucho peor todavía.
Al
31.12.2013 las Reservas Brutas del BCRA eran de 30.600 MD. Si a este
total se le restan 10.700 MD de Depósitos en Moneda Extranjera y
2.200 MD de Otros Pasivos por préstamos de bancos extranjeros el
stock de Reservas Netas queda reducido a 17.700 MD.ix
Esto,
sin descontar la deuda cuasi-fiscal por Lebac/Nobac, que era de
110.500 M$ (equivalentes a 17.000 MD) y que constituye potencialmente
una masa de dinero que si no es remunerada con altos intereses por el
BCRA (hoy superiores al 18 % anual) se derivan al mercado del dólar.
Si
se computasen estas letras – que son de muy corto plazo - las
reservas estarían prácticamente a nivel cero.
Pero
aunque esta variante no se verifique, los compromisos anticipados por
el propio gobierno empeoran las proyecciones porque el Presupuesto
Nacional aprobado para el 2014 prevé utilizar 9.855 MD de las
reservas internacionales para el pago de Deuda Externa a través del
Fondo de Desendeudamiento Argentino (FDA), lo que bajaría el saldo
de divisas a menos de 8.000 MD .
Con
el agravante que existen además dos interrogantes de procedimiento
que están abiertos con respecto a la verdadera situación del stock
real de reservas brutas del BCRA:
-
Uno es que se desconoce la integración exacta de las reservas
internacionales, dado que el monto de las mismas pudiera incluir
títulos públicos argentinos en moneda extranjera y en una
proporción que se desconoce, cosa que hoy está permitido al BCRA.x
-
La otra duda es que las cifras del Balance resumido 2013 pueden no
reflejar los saldos normales del BCRA acumulados a fin del año, como
producto de asientos contables coyunturales o transitorios realizados
con el cierre del Ejercicio.xi
Cualquiera
sea la combinación de variantes que se pueden dar en este campo, la
única realidad es que la posición de reservas netas del BCRA es más
que delicada y que el gobierno no puede seguir sosteniendo con
procedimientos “normales” su política de pagos de Deuda Externa
con Reservas Internacionales.xii
-
EL DEFICIT FISCAL.
El
gobierno Kirchner ya no tiene superávit gemelos – fiscal y externo
– sino déficit en ambos casos.
El
Déficit Fiscal fue de 31.700 M$ en 2011 y ascendió a 55.600 M$ en
2012. No se tienen todavía los datos correspondientes al 2013 pero
se especula que el déficit pudiera llegar a los 70-80.000 M$ o
sobrepasar incluso los 100.000 M$
Y
estos déficits fiscales se cubren con más deuda pública, ya sea en
forma directa o con emisión monetaria, emisión que luego se rescata
en gran medida con deuda cuasi-fiscal (Lebac/Nobac del BCRA).
Ello
implica que el Tesoro no cuenta con los recursos genuinos para
atender los servicios de pago de la Deuda Pública – por Capital,
Intereses y Cupones PBI – y tampoco puede disponer de fondos para
la compra de divisas a los fines del pago de deuda externa.
El
gobierno central pide entonces divisas prestadas al BCRA contra
entrega de Letras intransferibles a 10 años de plazo (letras que
pasan a tener un futuro de cumplimiento incierto) y el Banco las saca
de las reservas.
Luego
el BCRA repone las reservas comprando divisas con emisión de pesos,
lo que presiona sobre el nivel de los precios, y por eso una gran
parte de estas emisiones el propio Banco Central las rescata
colocando letras/notas por las que paga hoy arriba de un 18 % anual
de interés.
Por
ende, el stock de deuda del Gobierno no baja porque lo que paga de
esta forma – con reservas - a Acreedores Privados y Organismos
Multilaterales de Crédito (OMC) lo queda debiendo al BCRA; y este
último aumenta para ello la emisión de moneda y rescata la mayor
parte de la misma con deuda de Lebac/Nobac, con lo que aumenta a su
vez la deuda cuasi-fiscal o propia del Banco.
Con
el agravante que el ritmo de aumento del stock de la deuda en cabeza
del Tesoro es fuertemente crecientexiii
y se retro-alimenta a la vez que se toma más deuda.
Ésta
es la forma en que el déficit fiscal está fuertemente determinado
por el problema de los servicios de la Deuda Pública, interna y
externa.
-
EL DESEQUILIBRIO DE LA BALANZA DE PAGOS.
También
la Balanza de Pagos de la Argentina se encuentra cada vez más
comprometida por el problema de la Deuda Externa y por las
complicaciones sobrevenidas por un retraso cambiario mantenido para
poder pagar sus servicios.
Según
el Balance Cambiario del BCRA - total acumulado al 30.9.2013 (última
información disponible) – el saldo de la Balanza de Pagos era
negativo de unos 7.900 MD: 6.000 MD de Cuenta Corriente y 1.900 MD de
Cuenta Capital/Financiera.
El
año anterior – en todo el ejercicio 2012 – el saldo deficitario
había sido de 3.300 MD; y en el 2011 fue de 6.100 MD.
Los
resultados negativos se deben fundamentalmente a tres rubros:
servicios económicos, intereses de la deuda externa y giro de
utilidades/Dividendos al exterior.
El
aumento de las importaciones de energía y las salidas de divisas por
el turismo de argentinos al exterior han agravado este panorama pero
el problema de fondo del desequilibrio del Sector Externo de la
Argentina es hoy que el saldo positivo de la Balanza Comercial se
neutraliza totalmente con las salidas por servicios económicos
(fletes, seguros, etc.), servicios financieros de la Deuda Externa y
giro de utilidades/dividendos privados a sus casas matrices.
De
este modo, la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos ha pasado a ser
estructuralmente negativa y la Cuenta Capital/Financiera también.
LA
DEUDA COMO FACTOR DE INFLACIÓN.
El
descontrol de la actual inflación interna argentina tiene como
factor causal más un componente financiero que económico:
- El BCRA emite dinero para comprar reservas internacionales que aumenta la Base Monetaria sin contraprestación del aumento de Bienes y Servicios en la Economía.
- Luego esteriliza gran parte de este dinero emitido colocando letras/notas por las que hoy paga tasas de interés del 19-20 % anual.
- Estas tasas pagadas por Lebac/Nobac determinan un piso de tasas mayoristas de mercado actualmente superiores al 21 %, que es la tasa de referencia correspondiente a la Badlar Bancos Privados (la tasa promedio que se paga por depósitos superiores a un millón de pesos colocados a 30 días de plazo).
- El aumento del circulante por necesidades financieras y no económicas del Estado, unido al aumento de la tasa de interés - como costo financiero - se trasladan al sistema de precios.
- Como agravante, el fuerte aumento del crédito orientado al Consumo frente a las restricciones existentes en la Oferta por un lado y la existencia de un mercado argentino oligopólico concentrado en pocas grandes empresas formadoras de precios por otro, son factores que tienden ambos a la elevación del nivel de los precios.
- La sistemática colocación de obligaciones para renovar vencimientos y tomar nueva deuda pública alimenta permanentemente esta tendencia al aumento de las tasas de interés.
El
aumento de las Tasas de Interés constituye así uno de los
principales factores inflacionarios y su piso está determinado por
las tasas reales del endeudamiento público fiscal – letras y bonos
del Tesoro Nacional – y sobre todo por el endeudamiento
cuasi-fiscal (Lebac/Nobac del BCRA), que es de muy corto plazo.
DEUDA,
INFLACIÓN Y TIPO DE CAMBIO.
No
está claro lo que quiere hacer el gobierno frente a esta nueva
Crisis de Deuda.
Puede
suponerse que el esfuerzo de la administración Kirchner tenga la
finalidad de lograr una suerte de “tablita cambiaria” para tratar
de estabilizar la relación Inflación-Tipo de Cambio: una paridad
estable entre el ritmo de aumento de los precios (la Inflación Real,
no la inflación oficial del INDEC) y el ritmo de devaluación del
dólar (presumiblemente, el “dólar Bolsa” (MEP) o Contado con
liquidación, intermedio entre el dólar oficial y el dólar paralelo
o “blue”).
Para
ello, por un lado las autoridades debieran conseguir el cumplimiento
de los nuevos acuerdos de precios con supermercados, de modo de
contener el nivel de los aumentos y, a la vez, los consiguientes
reclamos salariales. Y por otro lado debieran frenar la carrera
alcista del dólar paralelo, para lo cual – según la hipótesis
antes citada – se estaría tomando aparentemente como referencia el
dólar Bolsa.
Pero
para bajar este dólar, dada la falta de reservas, el gobierno debe
apelar a desprenderse de bonos dolarizados que están hoy dentro de
la Deuda intra-Estado, fundamentalmente en ANSES y BNA, ofreciendo
una alternativa rentable a los acreedores que puede constituir un mal
negocio para los entes vendedores.
Esto
es muy importante porque implica una probable inversión – al menos
parcial - del rol que esta deuda intra-Sector Público ha tenido
hasta el presente.
EL
FIN DE LA DEUDA INTRA-ESTADO.
En
la actualidad casi un 60 % de la Deuda Pública – 59 % según los
datos del MECON al 30.6.2013 – está en manos de agencias del
propio Estado: son 115.800 MD sobre el total oficial de 196.100 MD
(sin contar los 11.500 MD de deuda con holdouts).
Este
altísimo endeudamiento intra-Sector Público es presentado como un
logro por parte del gobierno Kirchner, desde el punto de vista de la
menor dependencia externa, a diferencia de la deuda con terceros:
25.000 MD de deuda con Organismos Multilaterales de Crédito (OMC, el
12.7 % del total) y 55.400 MD de Deuda con el Sector Privado (el 28.2
% del total.
La
Deuda intra-Estado está fuertemente concentrada en tres entes
públicos: la ANSES, el BCRA y el BNA.
En
las últimas semanas se sabe que la ANSES especialmente ha estado
vendiendo parte de sus títulos dolarizados en cartera para tratar de
bajar el Dólar Bolsa, aunque se desconoce a qué compradores y a qué
precios, ya que no se suministra información al respecto.
Con
esto, empero, no ha conseguido una verdadera contención del aumento
del dólar, que se ha seguido registrando tanto en su cotización
oficial (6.80 $/US$), como Dólar Bolsa (9.60 $) y como dólar blue o
paralelo (casi 12 $).
De
este modo puede sospecharse que la ANSES – y eventualmente otros
entes del Estado – vayan a seguir vendiendo sus títulos
dolarizados para tratar de bajar el Dólar Bolsa o MEP, que sería el
tomado como referencia de la Tablita cambiaria.
La
venta de estos bonos – que involucrarían montos relevantes –
deviene una forma de volver a poner deuda en moneda extranjera en
manos de Acreedores Privados (la operación inversa a lo que el
gobierno venía ponderando como “des-endeudamiento”) y es
considerada en la práctica como una variante de colocación de nueva
deuda externa, ya que conlleva asumir compromisos crecientes de
servicios por intereses y por capital frente a los nuevos tenedores.
La
venta de Deuda intra-Estado parece un paso preliminar para
desprenderse de obligaciones fiscales en cartera mientras el gobierno
avanza en la liquidación del problema de la deuda por juicios contra
el Estado ante tribunales extranjeros – fundamentalmente causas
ante los Tribunales de Nueva York y reclamos ante el CIADI – y
mientras acelera los pasos para un nuevo acuerdo sobre la Deuda
Externa con los países del Club de París.
Estas
dos condiciones – solución de los temas holdouts y Club de París
– son los requisitos planteados en la Hoja de Ruta Boudou para que
la Argentina retorne al Mercado Internacional de Capitales, esto es,
para que el país vuelva a colocar más Deuda Externa.
La
Deuda intra-Estado, sin embargo, sólo sería parte de un ensayo o
variante parcial y de coyuntura, porque una de sus finalidades
presuntas es haber pasado al Fisco obligaciones con terceros para
descongestionar o “desagotar” parte de las que estaban en manos
de acreedores externos disponiendo así de nuevos márgenes de
endeudamiento para volver a colocar deuda con los mismos.
EN
CONCLUSIÓN:
La
nueva crisis de Deuda del Verano 2014 parece haber terminado con el
discurso del des-endeudamiento, con el mito del Modelo y con el
relato de la década ganada.
Los
cambios de gabinete posteriores a la derrota electoral del
oficialismo de Octubre pasado, el receso de Enero y el “silencio de
radio”xiv
sobre las negociaciones secretas que lleva adelante el ex ministro
Lorenzino tratarían de paliar esta situación para poder “pasar el
Verano” sin que la crisis de Deuda – como hemos dicho - termine
con la estabilidad financiera y política del gobierno K.
La
instauración de la nueva experiencia de un gabinete aparentemente
“descentralizado” inaugurada en Noviembre de 2013 pareciera tener
tres facetas de cumplimiento complementario:
- Un Jefe de Gabinete – Capitanich – prevalentemente a cargo de coordinar el grave problema de los déficits fiscales y las deudas públicas de las provincias.
- Un Ministro de Economía – Kicillof – tratando de lograr una Tablita Cambiariaxv que permita estabilizar la relación peso-dólar que permita garantizar cálculos manejables para las proyecciones económicas y financieras; y para cuantificar la capacidad de respuesta ante la toma de más deuda pública.
- Un Secretario especial a cargo de la Reestructuración de Deuda Externa – Lorenzino – que abarca el paquete de relaciones con Holdouts, denunciantes ante el CIADI, Club de París y Organismos Financieros Internacionales (empezando por la normalización de relaciones con el FMI).
De
las gestiones de este tercer funcionario – sobre el que poco o nada
se habla, a diferencia de cierta sobre-actuación de los otros dos –
depende en realidad el destino de la salida buscada a la encerrona
fiscal de coyuntura para mantenerse dentro del Sistema de la Deuda.
Es
probable que la finalidad buscada sea contar con un “blindaje” o
masa de maniobra dolarizada para poder atender el pago de los
servicios de deuda, actuales y futuros, que comprenderían la
conversión de la mayor parte de las deudas por juicios contra el
Estado en Bonos a mediano plazo (una nueva deuda formal que puede ir
desde los 10.000 a los 20.000 MD), la refinanciación de las deudas
con el Club de París (al que se le deberían en total unos 9.500 MD)
y la colocación de nuevos bonos en el mercado externo, contra
garantía del “blindaje” mencionado (una masa de divisas que
pudiera ser negociada con el FMI o ser respaldada en los swaps
firmados con China) y contra seguridades de funcionamiento de la
Tablita Cambiaria.
Esto
permitiría llegar a una nueva reestructuración de Deuda –
posiblemente armada sobre un esquema parecido al Megacanje 2005 –
y/o una serie de mini-canjes de deuda, como los que actualmente se
están negociando para los títulos Bonar/Bocan de vencimiento
próximos, cosa esto último que parece más probable para
sobrellevar la transición hasta el 2015.
En
contraprestación, la administración Kirchner debiera mantener el
plan de ajuste encubierto que se encuentra aplicando para poder hacer
frente a esta crisis de Deuda, que no se percibe adecuadamente porque
el gobierno maneja el ajuste más por vía de los Ingresos –
presión tributaria, emisión monetaria y aumento de la deuda pública
– que por vía de los Gastos – limitación de subsidios, freno de
aumentos salariales y restricciones a la inversión pública (que se
cubre con más financiación y no con recursos tributarios) – pero
que constituye un procedimiento cuya continuidad estaría llegando a
un límite que le requiere atacar ahora el problema también por el
lado de los gastos y además, conforme al acomodamiento de los
hechos, por el lado de tomar deuda adicional.
Mientras
tanto, como decíamos al inicio, el gobierno Kirchner ha cerrado casi
todas las fuentes de información oficial, mantiene el silencio sobre
el tema Deuda y deja que – como siempre, con la complicidad y ayuda
de la prensa – trasciendan sólo mínimas e irrelevantes noticias
sobre las negociaciones secretas en curso, como si el problema no
tuviera la acuciante gravedad que tiene y sobre el cual las
autoridades debieran hablar claro.
Pero
en este sentido a los funcionarios superiores intervinientes, y a la
presidenta en particular, pareciera caberle la frase del cómico
Groucho Marx que decía que a veces es mejor quedarse callado y
parecer tonto antes que hablar y despejar la incógnita.-
Lic
Héctor L. GIULIANO
Buenos
Aires, 20.1.2014
Archivo:
GIULIANO ARTICULO 2014 01 20 CRISIS DEUDA
iNOTAS:
Las
abreviaturas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos
respectivamente y se expresan siempre con redondeo, de modo que
puede haber mínimas diferencias entre totales y sumatoria de
términos.
El último Informe de Deuda Pública del Ministerio de Economía
(MECON) es al 30.6.2013, el último Boletín Fiscal corresponde al
Primer Trimestre del 2013, el último detalle de Colocaciones de
Deuda es del año 2011 y el último informe de Deuda Pública
consolidada de las Provincias es al 31.12.2012.
No
hay información acerca del monto de la Deuda Pública Indirecta –
Empresas del Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios –
de la deuda de los Municipios ni de la deuda por Juicios contra el
Estado con sentencia en firme.
iii
No se puede saber a qué precios se compran y venden los títulos
públicos en manos del gobierno, sea que estén en manos del Tesoro
Nacional, de la ANSES, del BCRA, del Banco Nación (BNA) o de
cualquier otro ente del Estado.
Tampoco
se sabe a quienes se venden o se compran dichos bonos, ni los bancos
o entidades financieras intervinientes en las operaciones, ni los
gastos y comisiones pagados.
iv
De hecho, las informaciones y datos sobre el manejo de la Deuda
Pública son materia secreta en la Argentina. Las operaciones con
bonos – que se manejan en forma discrecional – no están sujetas
a mecanismos de licitaciones sino que se deciden por contrataciones
directas. No consta que la Auditoría General de la Nación efectúe
controles sobre su operatoria y los legisladores – salvo casos
honrosos pero minoritarios – no piden ni reciben información del
Poder Ejecutivo al respecto.
A
su vez, la Justicia tiene virtualmente paralizadas desde hace largos
años las investigaciones sobre las irregularidades de la Deuda
Pública (causas Olmos II, Megacanje 2001 y Denuncia Olmos
Gaona-Marcos) y la sentencia del juez Ballestero sobre la causa
Olmos I (del año 2000) fue guardada sin tratamiento alguno.
Paralelamente,
la prensa formativa de la opinión pública – como regla general -
soslaya toda información crítica acerca de la cuestión de la
deuda del Estado, le dedica un espacio comparativamente pequeño al
tema y apoya o promueve las políticas de re-endeudamiento.
v
Al 30.9.2013 – última información disponible – el FGS de la
ANSES tenía 306.300 M$ y el 62.3 % del mismo está constituido por
Títulos Públicos.
vi
Desde el año pasado el gobierno ha encarado una aceleración del
ritmo devaluatorio del peso, que en 2013 se depreció un 32,6 % con
respecto al dólar.
En
los últimos meses – hasta el presente – el BCRA estuvo
acentuando este proceso pero sería improbable que se vaya a una
macro-devaluación oficial del peso contra el dólar porque su
traslado a precios sería irrefrenable y porque la capacidad
relativa de pago del país bajaría abruptamente, cosa que afectaría
la Deuda Externa tanto del Estado como Privada.
El
deslizamiento cambiario argentino tiene hoy tres explicaciones
concurrentes: 1. El fuerte aumento de los precios internos
(Inflación local), 2. La conveniencia de darle mayor competitividad
a nuestras exportaciones, y 3. La necesidad de emparejar las
devaluaciones que se están produciendo en Iberoamérica –
fundamentalmente en Brasil – con respecto al dólar.
Este
último motivo – aparte de las maniobras especulativas con el
dólar paralelo – podría explicar quizás mejor que los otros dos
la mayor devaluación oficial de los últimos tiempos.
vii
El último stock de letras/notas del BCRA es hoy – al 31.12.2013 –
de 110.500 M$ (equivalentes a 17.000 MD), aunque el promedio del año
pasado ha estado por encima de los 20.000 MD. Y la tasa de interés
de las últimas colocaciones de estos títulos es del 19-20 % anual.
viii
La administración Kirchner se jacta de haber reducido la Deuda
Pública del Estado Central – que era de 145.000 MD hacia fin de
2001 - a 126.500 MD con el Megacanje 2005.
En
realidad, según los mismos datos oficiales y sin computar deuda no
registrada, el total de la deuda habría quedado en un nivel algo
mayor - del orden de los 150.000 MD - si se toma en cuenta los
acreedores que no entraron en el canje.
Pero
hoy - según los datos oficiales del MECON al 30.6.2013 - el stock
de la Deuda Pública es de 207.600 MD, es decir, más de 80.000 MD
con respecto al Megacanje K.
En
ambos casos – según la metodología oficial - las cifras
corresponden sólo a deuda por Capital: no se toman en cuenta las
deudas no registradas por concepto de capitalización de intereses,
ajuste de la deuda en pesos por inflación (CER) y cupones PBI; ni
la suma de intereses a pagar en el futuro (que son deuda en firme).
ix
A mediados de Enero el stock de reservas internacionales brutas del
BCRA cayó por debajo de los 30.000 ND. La pérdida de divisas
durante el año 2013 fue de 12.700 MD. Y durante la década
2003-2012 la pérdida acumulada fue de 90.000 MD.
x
La Ley 26.739 – de Marzo de 2012 – en su artículo 22 modifica
al 6 – tercer párrafo – de la Ley de Convertibilidad 23.928
permitiendo integrar las reservas con títulos públicos nacionales,
lo que debilita y expone aún más las reservas externas brutas del
BCRA.
El
texto dice exactamente: “Cuando las reservas se inviertan en
depósitos u otras operaciones a interés, o
en títulos públicos nacionales
o extranjeros pagaderos en oro, metales preciosos, dólares
estadounidenses u otras divisas de similar solvencia, su cómputo a
los fines de esta ley se efectuará a valores de mercado.” (El
subrayado es nuestro).
xi
Por ejemplo, el saldo de Lebac/Nobac es de 17.000 MD a Diciembre de
2013 pero había sido de 20.300 MD en Noviembre y durante todo el
año se había mantenido entre 21 y 24.000 MD.
Algo
parecido ocurre con el saldo de Otros Pasivos (que son préstamos de
bancos extranjeros al BCRA, como el caso del Banco de Francia y el
BIS de Basilea), que fue de 2.200 MD a Diciembre pero en Noviembre
había sido 4.300 MD y durante el año había estado entre los 3 y
4.000 MD.
xii
La Deuda Externa Privada al 31.3.2013 era de 68.500 MD; de los
cuales 21.500 MD era Deuda Exigible, por encontrarse vencida, y
25.100 MD eran vencimientos entre Abril y Diciembre del año pasado.
En total, 46.600 MD de obligaciones privadas a ser transferidas al
exterior pero cuyas divisas tiene que proveerlas el BCRA.
Según
la última información disponible – al 30.6.2013 (que acaba de
editarse) – el stock de la deuda externa privada había pasado a
71.500 MD, de los que 23.300 MD eran Deuda exigible. Y la vida
promedio es de 1.7 años.
xiii
La Deuda Pública del Estado Central aumentó 14.600 MD en 2011,
18.800 MD en 2012, se previó por Presupuesto un incremento de
10.800 MD en 2013 y se prevé ahora un aumento de otros 12.700 MD
para 2014.
xiv
La ausencia de informaciones oficiales en medio de esta nueva Crisis
de Deuda puede interpretarse tanto como una muestra de la
desorientación oficial como también una forma de distracción
mientras se avanza en arreglos secretos sobre refinanciación de
pasivos; siendo lo más probable que se trate de ambas cosas a la
vez.
xv
El objeto primario de la nueva tablita cambiaria no sería una
reducción sustancial de la inflación a corto plazo (cosa muy
difícil de lograr en la Argentina de hoy, que ya estaría
desvirtuada por el adelanto de precios producido antes de los
acuerdos y que resultaría insuficiente dado el universo reducido de
los productos alcanzados por los mismos) sino una simple
estabilización o constancia en esa relación, que es lo que
permitiría mejorar expectativas y garantizar los cálculos básicos
de capacidad de repago para atender los servicios crecientes de la
deuda pública existente y, particularmente, los que correspondan a
la toma de deuda nueva.
Dicho
con otras palabras: que lo que importaría no es tanto frenar el
problema inflacionario sino estabilizar o mantener constante la
relación de paridad peso-dólar, que es la que cuenta al momento de
pagar deuda externa.
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