DESCAPITALIZACIÓN
K DEL BANCO CENTRAL
Por
Héctor GIULIANO (20.8.2015)
El
Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha sido llevado bajo
la administración Kirchner a la insolvencia y la iliquidez por
haberlo puesto al servicio del sistema de la deuda pública perpetua
del Tesoro.
El
banco ha devenido así no sólo el principal sostén de la política
de pagos de la deuda externa con reservas internacionales y fuente de
fondos para sufragar el déficit fiscal en pesos sino además una
ventanilla adicional del endeudamiento del Estado, con deuda que
también se toma sin capacidad de repago.
Por
eso, la supervivencia financiera del BCRA depende hoy de la
permanente refinanciación y aumento de sus pasivos con el sector
bancario-financiero, local y externo.
Esta
gravísima situación se oculta a la opinión pública y en ello son
cómplices el oficialismo, la oposición política y los grandes
medios de información del establishment.
VACIAMIENTO
DE LAS RESERVAS.
Durante
la administración Kirchner salieron del país divisas por valor de
más de 90.000 MDi.
No se trató de un mecanismo de fuga oculta o ilegal de capitales
sino de operaciones lícitas aceptadas por el BCRA. Incluso se llegó
a estimular la salida de estos dólares bajo la idea que un “exceso”
de moneda extranjera acentuaría la apreciación del peso. Durante
largos años del gobierno K se permitió – por otra parte - que un
gran porcentaje de las exportaciones argentinas se liquidasen en el
exterior sin necesidad de traerlas al país (caso minería, petróleo
y granos).
Hoy
el stock de Reservas Brutas del BCRA – según datos al 31.7.2015 –
es de 33.900 MD y el sostenimiento de este nivel es cada vez más
gravoso porque las reservas se compran con deuda.
Sólo
un tercio de las reservas totales son propias del BCRA: 7.700 MD
corresponden a Cuentas corrientes en otras monedas (que son los
encajes bancarios por depósitos en dólares) y 13.900 MD
corresponden a Otros Pasivos (constituidos por préstamos de otros
bancos centrales, como el Banco de Francia, el BIS de Basilea y –
sobre todo - el Banco Popular Chino, a través de un swap por el
equivalente de 11.000 MD, de los que el gobierno lleva utilizados
8.000-8.500 MD).ii
En
total, y sumando a estos dos rubros los Medios de pago en otras
monedas (unos 500 MD, que son en su mayoría Certificados de Depósito
para Inversión) esto da que 22.100 MD son pasivos directos del BCRA
en moneda extranjera que, deducidos de las reservas brutas, dejan un
saldo real de reservas propias de sólo 11.800 MD (un nivel muy poco
superior al stock de divisas que tenía el país en el momento del
default de Diciembre de 2001).iii
Si
a este saldo se le restara el stock de deudas a corto plazo por
Lebac/Nobac – que equivale a casi 40.000 MD – el desequilibrio
consiguiente liquidaría toda posibilidad de controlar la política
monetaria, cambiaria y bancaria por parte del BCRA.
Es
obvio que si la Argentina no tuviera semejante problema de reservas
netas o disponibles el gobierno K no necesitaría mantener el cepo
cambiario como lo hace actualmente.
La
Argentina hoy ya no dispone de superávits gemelos – fiscal y
externo – y el saldo de Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos es
fuertemente negativo, por lo que el gobierno no puede comprar las
divisas provenientes de la liquidación de exportaciones con recursos
propios sino que lo hace con deuda; y para ello apela a un mecanismo
de triangulación vía Lebac/Nobac.
ENDEUDAMIENTO
CUASI-FISCAL.
Las
Letras/Notas del BCRA – fundamentalmente las Lebac – son
obligaciones a corto plazo (menos de un año) que el banco utiliza
como instrumento de regulación monetaria para retirar dinero del
mercado (pagando interés).
El
monto de estas Lebac ha venido aumentando extraordinariamente bajo la
administración K, sobre todo - y más aceleradamente - en los
últimos años, llegando hoy a un stock de 355.900 M$, equivalentes a
38.700 MD (casi 40.000 MD, siempre con datos al 31.7).
Para
reponer reservas con deuda y/o aumentar el stock de las mismas el
gobierno realiza una maniobra en tres pasos empleando las Lebac:
- El BCRA emite dinero sin respaldo para comprar dólares (dólares que luego le presta al Tesoro para que éste pague deuda externa con terceros: acreedores privados y organismos financieros internacionales).iv
- Como el dinero emitido incrementa lógicamente la Base Monetaria (BM) y presiona sobre el nivel de los precios (inflación por exceso de emisión sin correlato en el crecimiento económico) el mismo BCRA coloca entonces Lebac en el mercado financiero para absorber o esterilizar el dinero emitido.
- Estas Lebac – que en su mayoría son a 90-110 días de plazo – devengan intereses del orden del 28-30 % anual y pasan a constituirse en la mayor parte de la deuda cuasi-fiscal o pasivo del BCRA – después de la BM - con lo que se cumple la regla citada de que las divisas de las reservas se compran con deuda.v
Este
conjunto de obligaciones del BCRA – desde un punto de vista
potencial, debiera restarse también de las Reservas Brutas porque
constituye una enorme masa de dinero que si no es remunerada con
tasas positivas de interés terminaría yéndose al dólar, con el
consiguiente desequilibrio explosivo del tipo de cambio.vi
El
gobierno K evita o dilata esta crisis de deuda retroalimentando
permanentemente – a través de sus colocaciones semanales de los
días martes - la totalidad del stock de tales Lebac vía renovación
a su vencimiento y emisión de letras adicionales (hoy llegadas a un
tope de tolerancia financiera para el BCRA).vii
La
administración Kirchner se encuentra así fácticamente sometida a
un mecanismo de tipo extorsivo por parte del oligopolio de los
grandes bancos tomadores de Lebac, que cada semana tienen la
alternativa de pasar por el “escritorio” a renovar sus letras o
pasar por la “ventanilla” a cobrarlas, lo que supondría
restituir a la plaza el dinero sobre-emitido para poder comprar
dólares de las reservas en el mercado; y tal cosa presionaría
inexorablemente sobre el tipo de cambio.
Este
mecanismo perverso de subordinación financiera del Estado a los
Bancos – que se administra a través del BCRA – constituye una de
las formas más graves de subvención al sistema financiero.
SUBSIDIO
AL SECTOR FINANCIERO.
El
altísimo costo financiero para el Estado Argentino producido por
esta dependencia del BCRA con respecto a los grandes bancos es
difícilmente mensurable dado sus efectos directos pero también
indirectos.
El
año pasado – según los datos del Balance General al 31.12.2014 –
los Intereses Ganados por la colocación de Reservas Internacionales,
traducidos a pesos, fue de sólo 142 M$ mientras que los Intereses
Perdidos o Pagados durante el Ejercicio (prácticamente abonados en
su totalidad por Lebac/Nobac) fueron de 42.200 M$.
Esto
quiere decir que el costo de endeudarse para comprar reservas es 300
veces más caro que la rentabilidad por la colocación de tales
reservas (!).
La
rentabilidad promedio de las reservas fue menor al 0.05 % mientras
que la tasa promedio pagada a los bancos por las letras del BCRA fue
del 15 %.
En
la actualidad, siendo que el BCRA viene colocando deuda al 28-30 %
anual por las Lebac se estima que los intereses a pagar este año no
bajarían de los 90.000 M$.
Los
subsidios dados por la administración K a los bancos multiplican los
privilegios de rentabilidad del sector:
- La Banca Comercial - que presta a elevadas tasas de interés dinero que crea a través del sistema de encaje fraccionario – es uno de los principales acreedores del Estado (que tiene, en cambio, la facultad de emitirlo sin costo!): aproximadamente un tercio de la cartera de créditos de los bancos del país está prestado al Sector Público (un monto que lógicamente se resta del crédito al sector privado).
- Las colocaciones semanales de Lebac/Nobac se hacen casi todas por los montos ofrecidos por las entidades financieras - renovaciones y nuevas deudas – que son muy superiores a los requeridos normalmente por el BCRA.
- El BCRA subsidia adicionalmente a los bancos por medio del sistema de Pases Pasivos (toma de dinero a sólo 1 ó 7 días).viii
Bajo
estas condiciones, no es casual que el sector financiero-bancario sea
el que tenga los mayores niveles de ganancia en la Argentina K.
Paralelamente
– y en gran medida como contrapartida - la situación real del BCRA
no puede ser peor debido a una combinación insostenible:
a)
falta de reservas propias, con sobre-endeudamiento consiguiente para
comprar divisas vía Lebac/Nobac (con bancos locales) y vía Otros
Pasivos (préstamos de bancos centrales extranjeros),
b)
bajísima calidad de sus activos en títulos públicos que no tienen
capacidad de repago (Letras intransferibles entregadas por el
gobierno para pagar deuda externa con reservas), y
c)
aumento extraordinario de la Base Monetaria para sostener la recompra
de reservas (según la política de compra de divisas con deuda).
Con
el agravante que pese a esta descapitalización estructural el BCRA –
junto con la ANSESix
y el Banco Naciónx
- es uno de los principales entes financieros públicos que
transfiere fortísimas “utilidades” al Tesoro.xi
La
clase política y sus “equipos técnicos” – del oficialismo y
de la oposición – así como el establishment económico-financiero
debieran responder en forma concreta a este interrogante que plantea
qué medidas tendrían que adoptarse frente al problema de tal
descapitalización mayúscula del BCRA (como no sea proponer la toma
de más deuda), ya que el tema constituye un punto clave dentro de la
herencia de nuevo endeudamiento K.
Paradójicamente,
fue el Kirchnerismo que promovió la última reforma de la Carta
Orgánica del BCRA con el objetivo declarado de ponerlo al servicio
de “la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo
y el desarrollo económico con equidad social.”
Ésta
parece ser la manera en que, pese a sus discursos “para la galería”
(discursos tradicionalmente contradichos por la realidad), la
irresponsabilidad del gobierno Kirchner – por ineptitud y/o por
complicidad – termina siendo funcional así a los intereses del
Capital Financiero.
Lic.
Héctor L. GIULIANO
Buenos
Aires, 20.8.2015
Asesor
del
FORO
ARGENTINO de la DEUDA EXTERNA
Foro
Regional La Plata, Berisso y Ensenada
forodeudaexternalp@hotmail.com
forodeuda.lp@gmail.com
Archivo:
GIULIANO ARTICULO 2015 08 20 BCRA
NOTAS:
La
siglas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente
y todas las cifras se exponen aquí siempre con redondeo.
ii
Las operaciones de swap
o pase de divisas están normalmente aplicadas al intercambio
comercial entre dos países pero pueden utilizarse también – como
en nuestro caso – como préstamo financiero a corto plazo (un año,
a tasa de interés del 6 %).
El
swap de China – lo mismo que el resto de los Otros Pasivos – se
utiliza para reponer reservas que el gobierno destina al pago de
deuda externa con terceros.
Por
un convenio entre el Banco de Inglaterra y el Banco Popular Chino –
bancos centrales de sus respectivos países – la principal plaza
internacional donde se realizan las operaciones de conversión de
yuanes a dólares es el Mercado de Londres.
iii
Si se divide la Base Monetaria (BM) – que al 31.7 pasado era de
520.200 M$ - por las Reservas Brutas (33.900 MD) eso nos da un tipo
de cambio teórico de referencia de 15.34 $/US$ (un valor no lejano
del dólar paralelo o blue).
Aunque
este número no represente necesariamente el nivel de corrección
pertinente en caso de devaluación del peso, la administración
Kirchner mantiene de todos modos una política de retraso cambiario;
y lo hace por dos razones básicas: 1. La necesidad de sostener los
pagos de la deuda externa y garantizar la toma de nueva deuda,
debido a que el Estado recauda en pesos y esos pesos tienen que
convertirse a moneda extranjera para pagar los servicios de la
deuda, y 2. El uso del tipo de cambio como “ancla inflacionaria”,
para tratar de evitar que una devaluación relevante se traslade a
los precios.
iv
Actualmente la Tesorería Nacional le debe al BCRA unos 90.000 MD
(exactamente 89.500). De este total, 58.800 MD corresponden a
Títulos Públicos; siendo prácticamente todos Letras
Intransferibles entregadas por el gobierno – como “vale de
retiro de caja” – a cambio de reservas para atender el pago de
deuda externa.
Estas
letras no devengan intereses o bien tienen una rentabilidad
irrelevante (0.01 %), son a diez años de plazo y no garantizan
capacidad de repago alguna, lo que reduce sustancialmente la calidad
de los activos financieros del banco.
Otro
tanto pasa con los Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional –
el segundo gran rubro de préstamos del BCRA - que hoy suman unos
282.400 M$, equivalentes a 30.700 MD.
v
Estrictamente hablando,
este mecanismo de compra para reposición o aumento de reservas
internacionales con deuda se realiza por transposición de pasos: en
lugar de primero tomar deuda el BCRA para con esos fondos comprar
las divisas, el banco opera al revés, emitiendo el dinero primero y
rescatándolo luego como deuda a través de las Lebac.
vi
Se trata de un caso típico de arbitraje entre Tasa de Interés y
Tipo de Cambio, que lleva a que el gobierno siga aumentando las
tasas para retener pesos en el sistema financiero.
La
tasa que el BCRA paga a los grandes bancos privados por las
Lebac/Nobac fija, a su vez, el piso de las tasas del mercado y,
consecuentemente, agrava el costo financiero de todos los créditos
a empresas y personas.
Este
aumento ha llevado a que la tasa mayorista o interbancaria local
(BADLAR) esté hoy en el orden del 21 %, con los efectos recesivos
consecuentes que el incremento de estos intereses tiene sobre la
Economía.
vii
La relación Lebac–Base Monetaria (siendo la BM = Circulante más
Cuentas Corrientes en pesos) es extremadamente anormal en la
Argentina: al lado de una BM de 520.200 M$ (≡ 56.600 MD) el monto
existente de las Lebac/Nobac es de 355.900 M$ (≡ 38.700 MD), lo
que significa que éstas equivalen al 68.4 % (casi el 70) de la
Base.
O,
dicho de otra manera, que sobre una emisión total de 876.100 M$ (≡
95.400 MD) el 40 % de esa masa de dinero se encuentra retenido por
el BCRA pagando intereses a los bancos tenedores de Lebac del orden
del 28-30 % anual.
Abonar
tasas de interés de este nivel – cercano a la tercera parte del
valor nominal del capital prestado vía letras - implica que por las
operaciones sistemáticas de renovación y toma de nuevas deudas el
BCRA termina pagando en tres años por concepto de intereses tanto
como el capital o principal que tiene que devolver a los acreedores
por el capital o principal de los títulos.
viii
Los Pases Pasivos son operaciones de toma de deuda a cortísimo
plazo – la mayoría, a sólo un día – que el BCRA realiza con
los bancos y por lo que les paga una tasa del 16-17 % anual (Abril
2015) .
Notablemente,
la mayoría de estas operaciones no son necesarias para el BCRA
porque remuneran los saldos de caja bancarios entre el cierre de la
jornada – última hora de la actividad diaria – y el comienzo
del horario del día siguiente: son las denominadas letras overnight
(“por la noche”).
ix
La ANSES - que administra la plata de los jubilados - tiene el 65 %
del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) prestado al Estado -
lo que implica un desfinanciamiento a mediano/largo plazo del
Sistema Previsional Argentino.
x
El BNA – principal banco del país, cuya Carta Orgánica se
modificó bajo la administración Kirchner para privilegiar el
préstamo a la actividad privada productiva (especialmente PYMEs y
Agro), en los hechos tiene hoy aproximadamente la mitad de su
cartera de créditos prestada al Estado.
xi
Las ganancias contables del BCRA en el ejercicio 2014 fueron de
78.100 M$, ganancias que fueron rápidamente giradas al Gobierno.
Estas utilidades no fueron producto de ganancias genuinas sino
básicamente de resultados por tenencia de activos en moneda
extranjera, es decir, por diferencias de cambio debidas a la
devaluación del peso.
Las
diferencias netas de cotización por este motivo sumaron el año
pasado 114.800 M$, correspondientes principalmente a Reservas
Internacionales (41.000 M$) y Títulos Públicos Nacionales (92.800
M$, en su mayoría derivados de la enorme masa de letras
intransferibles en cartera del banco, y que no tienen capacidad de
repago por parte del Tesoro).
Este
mecanismo sistemático de transferencia de utilidades no genuinas al
Fisco – alimentado sintomáticamente con la depreciación de sus
activos en moneda extranjera – no sólo constituye una forma
espuria de financiamiento del Estado sino que a la vez descapitaliza
al BCRA y lo deja en un virtual estado de “vaciamiento”.
La
reciente ampliación de la colocación en títulos públicos del 50
al 90 % del Fondo de Garantía de los Depósitos (FGD) – que
administra SEDESA (Seguros de Depósitos SA, que es una entidad
privada) – agrava este cuadro de situación y potencia el peligro
del sistema financiero en caso de corrida hacia los depósitos
bancarios.
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