LA
CONSPIRACIÓN
DE LAS LEBAC
DE LAS LEBAC
Por
Héctor GIULIANO (21.7.2018)
Como
parte clave de su Política de Gobernar con Deuda, el gobierno Macri
generó durante sus dos años y medio de gestión una impresionante
bola de nieve de
endeudamiento paralelo al del Tesoro: la deuda cuasi-fiscal de las
Lebac o Letras del Banco Central (BCRA).
La
administración macrista heredó del kirchnerismo un stock de Lebac
de 346.300 M$1
y al 30.4 de este año ese total lo había elevado a 1.33 B$
(1.326.500 M$), equivalentes a (≡) 64.100 MD, es decir, que
prácticamente multiplicó el saldo recibido por 4.
Tal
aumento del stock de letras fue acompañado por un incremento
extraordinario de las tasas de interés que se pagan por ellas y de
un cada vez más peligroso perfil de vencimientos, dado que más de
la mitad de las Lebac se renovaban y se siguen renovando mensualmente
a plazos de 30 días o menos.
A
este pasivo de muy corto plazo hay que agregarle la deuda a cortísimo
término por Leliq (que son Lebac a 7 días y están incluidas dentro
de su saldo) y por Pases Pasivos a 1 y 7 días (que a esa fecha del
30.4 sumaban otros 285.000 M$ más).
En
este contexto, hacia fines de Abril grandes fondos de inversión
especulativos colocados en Lebac (liderados por el Morgan Stanley)
empiezan a dejar de renovar las letras a su vencimiento y se pasan al
dólar, con la consiguiente pérdida de reservas internacionales y
salida de capitales del país.
Con
esta movida se desata entonces la Crisis de Deuda del BCRA y el
operativo de salvataje – con apoyo del Fondo Monetario
Internacional (FMI) - para Megacanje de las Lebac.
ORIGEN
Y MECANISMO DE LAS LEBAC
Las
Lebac fueron creadas en Marzo del 2002 – después del fracaso de la
Convertibilidad y la declaración del Default o cesación de pagos de
fines de Diciembre del 2001 – bajo la presidencia del Dr. Mario
Blejer al frente del BCRA y uno de sus mentores fue Eduardo Levy
Yeyati, entonces Jefe de Asesores en el Banco.
Fueron
creadas utilizando la figura jurídica de Instrumentos de Regulación
Monetaria (IRM) pero en realidad eran Instrumentos de Endeudamiento
Público (IEP) – como bien lo diferencia el Dr. Eduardo Conesa2
– porque se diseñaron con el objeto de retener los depósitos en
pesos en el mercado con un título público (por el que se llegaron a
pagar tasas de hasta el 140 %) para que esos fondos no se derivaran a
la compra de dólares.
El
Kirchnerismo usó las Lebac durante toda su gestión, pero muy
especialmente durante el segundo mandato de Cristina Fernández de
Kirchner, como forma de esterilizar o absorber las grandes masas de
dinero que se emitían para reponer los dólares que se usaban para
cancelar cifras récord de Deuda Externa con Terceros (Acreedores
Privados y Organismos Financieros Internacionales, con el FMI a la
cabeza) a cambio de engrosar una creciente e impagable Deuda
intra-Estado.
El
mecanismo – por carácter transitivo – era el de la compra de
Reservas Internacionales con Deuda (en este caso, deuda cuasi-fiscal
del BCRA):
- El Tesoro tomaba reservas del BCRA para efectuar niveles récord de pagos de la Deuda Externa3, dejando a cambio (como si se tratara de un Vale de Caja) Letras Intransferibles en dólares a 10 años de plazo en poder del Banco.
- El BCRA imprimía luego billetes (inicialmente sin respaldo) y los usaba para adquirir dólares, a los efectos de reponer las divisas prestadas a la Tesorería, dólares que – trasponiendo los pasos - se constituían así en la contrapartida de valor de la emisión monetaria realizada.
- Pero a los fines que esta inyección de dinero en el Mercado no presionara sobre los Precios (léase Inflación) el propio BCRA rescataba, absorbía o esterilizaba ese dinero colocando Lebac que lógicamente devengan intereses a pagar.
Ergo,
ésta era la forma en que el BCRA compraba Reservas Internacionales
con Endeudamiento Cuasi-Fiscal.
Y
así fue creciendo en forma gradual el monto de la deuda por Lebac
del BCRA, en condiciones que ya eran preocupantes bajo la gestión
Kirchner pero que la administración Macri – bajo la conducción
operativa de Federico Sturzenegger - llevó a niveles financieramente
más irresponsables aún y por montos directamente impagables.
CRISIS
DE LAS LEBAC
El
Macrismo – lo mismo que el Kirchnerismo – usó el mecanismo de
las Lebac como forma de sostener su Política de Atraso Cambiario o
Tipo de Cambio Bajo (Dólar barato). Y esta política, a su vez, bajo
el actual gobierno Macri, fue potenciada al extremo para garantizar
la posibilidad de atención de los pagos de intereses crecientes de
la Deuda Pública Externa y/o Deuda Interna dolarizada, porque el
Estado recauda esencialmente en pesos y esos pesos tienen que ser
convertidos a moneda extranjera con lo que, a esos fines, conviene
que la relación de cambio sea lo más reducida posible.
Para
mantener y aumentar el stock de las Reservas Internacionales del BCRA
la administración Macri – carente de recursos genuinos por la
existencia y agravamiento de los Déficits Gemelos (Fiscal y Externo)
– en alianza con los grandes operadores locales (bancos y entidades
financieras en general) y con fuertes fondos de inversión
internacionales que operaban y operan en nuestro país, procedió a
subir las tasas de interés pagadas por las Lebac, de modo que los
capitales especulativos entrasen en gran escala al país para lucrar
con el alto diferencial de tasas nacionales versus internacionales y
con ello aumentasen el stock de reservas del BCRA.
Ello
significaba – y sigue significando hasta la fecha – que la
Argentina no dispone de un nivel de reservas propio, no tiene un
stock de divisas genuino sino artificial o ficticio dado que tales
Reservas fueron compradas con Deuda, son volátiles y pueden
retirarse en cualquier momento, como efectivamente ocurrió entre
fines de Abril y los meses de Mayo y Junio de este año, en que se
fueron unos 12.000 MD, forzando la emergencia financiera.4
Ante
la falta de renovaciones totales de las Lebac y el consiguiente
pasaje de los fondos no renovados a la compra de dólares - aparte de
una suma relevante que se vuelca a colocaciones en pesos de cortísimo
plazo por pases pasivos (1 a 7 días) – el BCRA procedió entonces
(y hasta la fecha) a subir las Tasas de Interés de las letras a
niveles brutales y ruinosos para la Economía (del orden del 47 %
para colocaciones primarias y llegando al 60-70 % en el mercado
secundario, donde el propio BCRA, la ANSES y los Bancos Oficiales
rescatan Lebac antes de su vencimiento).
Esto
hizo que los costos financieros del BCRA derivados de las Lebac
aumentasen a niveles extraordinarios y que los intereses a pagar
trepasen a pagos superiores a los 30-35.000 M$ por mes.
Desatada
así la Crisis de las Lebac, una crisis derivada – por lógica –
de la vulnerabilidad estructural de este mecanismo de endeudamiento
del BCRA para sostener el sistema de compra de Reservas con Deuda, el
gobierno Macri decidió recurrir de urgencia al FMI para salvar no ya
a las cuentas fiscales del Tesoro Nacional (que es lo clásico en
este tipo de pedidos de ayuda de emergencia) sino para salvataje de
las cuentas cuasi-fiscales del BCRA, distorsionadas por la enorme
masa de la deuda en Lebac.
RESPONSABILIDADES
FINANCIERAS Y POLÍTICAS
En
la actualidad, a través del salvataje del FMI al BCRA por su
mega-endeudamiento en Lebac, se está consumando probablemente uno de
los negociados financieros más grandes de la Historia Argentina.
El
país ha tomado un préstamo Stand-By por 50.000 MD con el Fondo –
un crédito a 3 años de plazo con metas fiscales de ajuste
comprometidas hasta el 2021 y que nadie sabe cómo ni cuándo se va a
devolver – por el que se establece un complejo mecanismo de canje
de Lebac (que están en Pesos) por nueva Deuda Dolarizada, en Letras
de Tesorería (Letes) y/o Bonos del Tesoro.
Es
lo peor que puede hacerse en momentos de incertidumbre en que el
negocio por arbitraje financiero entre Tipo de Cambio y Tasas de
Interés está en su apogeo y se encuentra ya en niveles
incompatibles con la liquidez y solvencia fiscal necesarias para
sostener las nuevas formas de endeudamiento por traspaso de la deuda
en moneda local a moneda extranjera.
El
BCRA – ahora bajo la dirección del ex Ministro de Finanzas Luis
Caputo – sigue sosteniendo las renovaciones de Lebac y las
adquisiciones de las mismas en el Mercado Secundario a un costo
altísimo (tasas del orden del 47 % en el primer caso y hasta el
60-70 % en el segundo), paralelamente – con los dólares prestados
por el FMI – el Banco subasta por cuenta y orden de la Tesorería
100 MD diarios para sostener el tipo de cambio en niveles de 28 $ por
Dólar, el Ministerio de Finanzas emite nueva Deuda en dólares y
pesos a tasas también elevadas (32 % en pesos y 5.5 % en dólares)
para absorber con esos recursos el traspaso de las Lebac no renovadas
por los acreedores y el BCRA habilita a los Bancos a comprar esos
títulos y utilizarlos para integrar con ellos los encajes por
depósitos (lo que implica una remuneración indirecta de tales
encajes).
Ahora
bien, a esta altura del análisis cabe la
pregunta del millón que parece que nadie se
formula o ninguno formular como corresponde:
Nadie
en el gobierno Macri vio venir esta crisis inexorable por
sobre-endeudamiento mayúsculo e impagable de las Lebac, empezando su
titular, Sturzenegger, que era quien la estaba instrumentando?
Nadie
se percató de la operatoria cambiaria y financieramente ruinosa del
carry trade o
bicicleta financiera
que produjo y sigue produciendo la sangría cuasi-fiscal por el pago
de intereses de las Lebac y por la estructura vulnerable de las
reservas internacionales prestadas?
Nadie
se dio cuenta que la bola de nieve
de las Lebac institucionalizaba un mecanismo extorsivo de los
tenedores de letras que se presentaban a su vencimiento con la
alternativa de: o me das más tasa o me voy al
dólar?
Una
de tres: 1. O los funcionarios del gobierno Macri son ineptos para
manejar la situación que ellos mismos crearon, 2. O son corruptos
que lo hicieron a sabiendas para favorecer el negociado financiero de
las Lebac que se desarrollaba bajo sus narices
por parte de los acreedores (que por eso se los mantiene en secreto,
lo mismo que la lista de quienes compraron dólares), o 3. Ambas
cosas a la vez (que a la luz de los hechos es la hipótesis más
probable).
Aquí
se ha producido un problema muy grave, claro y concreto:
- El BCRA generó una deuda monstruosa e impagable, con total irresponsabilidad financiera y con perjuicio para el Banco y para las Finanzas Públicas de la Argentina.
- El gobierno probadamente no actuó en forma oportuna para evitar o contener a tiempo la crisis por iliquidez e insolvencia del BCRA sino que, por el contrario, generó y alimentó las condiciones para el negocio especulativo por arbitraje entre Tasas de Interés y Tipo de Cambio que llevaron a esta situación de Crisis de las Lebac.
- La apelación de urgencia al FMI para salvataje de la Crisis del BCRA por la Cuestión de las Lebac duplica ahora el endeudamiento del Estado: por traspaso de la deuda cuasi-fiscal al Gobierno Central y por nueva Deuda Externa con el FMI.
Una
vez más – como ya ocurriera en el 20015
– el FMI aparece en la escena para cubrir el salvataje a los
acreedores de los Países Deudores – en este caso, los acreedores
del BCRA – para lo cual el gobierno nacional subordina su Política
de Ajuste.
La
Crisis y Megacanje de las Lebac tiene que ser investigada, el daño
financiero para el Estado Argentino tiene que ser cuantificado y los
funcionarios superiores responsables de este negociado deben ser
debidamente identificados, porque:
- El aumento desbocado del stock de Lebac y sus consecuencias financieras constituyen un negociado llevado a cabo por la administración Macri que tiene responsables directos.
- Este negociado ruinoso de las Letras del BCRA constituiría un nuevo fraude contra los intereses financieros del Estado Argentino que obliga – dada la falta deliberada de información – a conocer las personas y/o entidades privadas que participaron como actores en esta crisis y, obliga además a considerar el problema de la Deuda Pública Nacional en su conjunto y no solamente la Deuda en cabeza del Estado Central.6
- Estas investigaciones deben hacerse extensivas al verdadero rol del FMI por su condición de copartícipe en un salvataje del BCRA que es producto de un negociado financiero interno gestado por la misma administración de gobierno que le requiere el auxilio financiero para poder responder a sus acreedores especulativos.
Es
un problema que excede con mucho el ámbito financiero y que toca a
la complicidad de Gobierno, Clase Política y Organismos
Internacionales en el encubrimiento de lo que serían graves
irregularidades en la Política Financiera de la administración
Macri.
Es
como si el gobierno, ante el fracaso de su política
económico-financiera, hubiese llevado al país (o se lo hubiese
dejado llevar) a una nueva Crisis de Deuda – cuyo detonante fue el
negociado de las Lebac, en el marco de su Política de Gobernar con
Deuda – para justificar entonces el pedido de auxilio y de
intervención de las Cuentas Públicas por el FMI.
Una
forma de apoyo financiero para llegar al 2019, cubrir los daños de
su política de endeudamiento con el Megacanje de las Lebac, pateando
para adelante los compromisos impagables que sigue asumiendo, y que –
punto político clave – se transforma así en compromisos que
alcanzan también al próximo gobierno.
Lic.
Héctor L. GIULIANO
Asesor
del
FORO
ARGENTINO de la DEUDA EXTERNA
Foro
Regional La Plata, Berisso y Ensenada
https://www.facebook.com/foro.laplata?ref=hl
forodeudaexternalp@hotmail.com
forodeuda.lp@gmail.com
Buenos
Aires, 21.7.2018
Archivo:
GIULIANO ARTICULO 2018 07 21 BCRA LEBAC
1
Las abreviaturas M$/MD significan Millones de Pesos/Dólares
respectivamente (y B$, Billones de Pesos) y se expresan siempre con
redondeo, por lo que pueden darse mínimas diferencias entre totales
y sumatoria de términos.
2
El Dr. Eduardo Conesa – que hasta Diciembre pasado fue Diputado
Nacional por la alianza Cambiemos (a través del Partido Demócrata
de la Capital Federal) – es autor de un importante Proyecto de Ley
(presentado en Junio de 2017) por el que se deroga la autorización
de emisión de Lebac por parte del BCRA, vía modificación de su
Carta Orgánica (Ley 24.144, artículo 18, inciso i) por tratarse en
realidad de títulos de Deuda Pública y no de Operaciones de
Regulación Monetaria propiamente dichas. La iniciativa, empero, no
fue considerada por el Congreso.
3
La presidenta habló en su momento de la Argentina como pagadora
serial – Cristina dixit
ante Naciones Unidas y en uno de sus discursos de 2014 – citando
que nuestro país habría pagado entre 190 y 174.000 MD en 10 años
de administración K (lo que evidentemente era una exageración)
pero es cierto que el kirchnerismo batió récords de pagos de la
Deuda Externa, deuda que era traspasada a Deuda Interna intra-Sector
Público (fundamentalmente con el BCRA, pero también con el FGS de
la ANSES, con el BNA-Banco Nación Argentina y otros Bancos
Oficiales y con toda una serie de Organismos Nacionales que devenían
así acreedores del propio Estado).
No había,
empero, la más mínima demostración de capacidad de repago sobre
esta nueva Deuda Interna y ello presagiaba que – temprano o tarde
– esta modalidad de endeudamiento cuasi-fiscal paralelo iba a
terminar generando problemas (como el autor de esta nota y otros muy
pocos analistas independientes lo vinimos planteando desde hace
varios años).
4
Al 30.6, con el ingreso de los 15.000 MD desembolsados por el FMI,
las Reservas Internacionales del BCRA suman 61.900 MD a las que,
para llegar a las Reservas Propias del Banco, hay que restarles
primero 13.800 MD de Encajes por Depósitos de Bancos en Moneda
Extranjera y 8.000 MD de Otros Pasivos (Swap con China), o sea, un
subtotal de 21.800 MD; lo que deja un monto de 40.100 MD de Reservas
Netas.
Pero
a este importe de Reservas Netas hay que restarle entonces la Deuda
por Lebac – que son pasivos de corto plazo convertibles a dólares
– siendo así que el stock de Lebac, que había bajado de 1.33 B$
el 30.4 a 1.15 B$ al 30.6 (≡ 40.000 MD, después de la devaluación
que licuó los pesos de las Lebac en el equivalente de unos 20.000
MD entre ambas fechas) deja un saldo final de Reservas Propias del
BCRA en Cero.
5
Algo parecido ocurrió en el 2001
cuando – siendo Ministro de Economía Domingo Cavallo y Federico
Sturzenegger su Secretario de Política Económica - se instrumentó
el Megacanje de Junio de ese año, un canje de títulos sin
demostración alguna de capacidad de repago (con el sólo objeto
principal de patear para adelante vencimientos que caían en los
próximos 5 años), aceptando tasas de interés reales del orden del
15-17 % en dólares y a un costo altísimo así de más de 50.000 MD
por el canje de títulos que tenían un valor nominal original de
27.000 MD.
Una
operación financieramente ruinosa para el Estado Argentino, pactada
mientras los grandes bancos realizaban su retirada
estratégica del país - al
decir correcto de Mario Cafiero y Javier Llorens, en su libro “La
Argentina robada” - sacando del país más de 20.000 MD de las
reservas internacionales en menos de un año que terminaron vaciando
las divisas del BCRA y cuando se hacía cada vez más previsible el
desenlace de la Crisis de Deuda que culminó en el Default de
Diciembre.
Y
todo ello - como hoy - avalado hasta último momento por el FMI, que
en Setiembre del 2001 desembolsó 6.000 MD para sostener al gobierno
De la Rúa, dólares que entraron por una ventanilla
del BCRA y se fueron por la otra en concepto de venta de divisas
para pagos a acreedores y alimento de la fuga de capitales.
6
Las cifras oficiales sobre la Deuda Pública se refieren siempre
exclusivamente a la Deuda en cabeza del Estado Central – que al
31.12.2017 era de unos 335.000 MD – pero en este total no se
incluyen las deudas del BCRA, Provincias/Municipios, Empresas del
Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios, ni los Juicios
contra el Estado con sentencia en firme.
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