EL
COSTO DE SALVAR AL GOBIERNO MACRI
Por
Héctor L. GIULIANO (1.12.2018)
Hoy
el Pueblo Argentino está siendo sometido a los costos y sacrificios
de un durísimo Ajuste Fiscal y Económico – uno de los ajustes más
grandes de su Historia - no para salvataje de las Finanzas del Estado
Argentino sino para sostener la sobre-vida artificial del gobierno
Macri hasta fin de su mandato en el 2019.
La
política macrista de Gobernar con Deuda – una política ruinosa de
sobre-endeudamiento sistemático y sin capacidad de repago - llevó
al país en dos años de gestión a un nuevo default; un default
producto del fracaso de su política económico-financiera y que va
camino a un nuevo Megacanje o macro-reestructuración de Deuda pero
cuya negociación formal la administración macrista – con la ayuda
del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los Estados Unidos –
busca diferir traspasándola al gobierno que surja de las elecciones
del año próximo.
Con
la paradoja que el presidente Macri va a recibir el 90 % de los
desembolsos de su convenio de supervivencia
firmado con el FMI pero la cuenta la va a tener que pagar el nuevo
gobierno.
LA
LÓGICA DEL ACUERDO CON EL FONDO
El
nuevo acuerdo Stand-by (SBA) con el FMI de fines de Setiembre, por
57.000 MD1
– después del incumplimiento del SBA original, que había sido
suscripto en Junio – constituye en la práctica un préstamo-puente
que le posibilita al gobierno mantener el pago de los servicios de la
Deuda Pública.
Esto
es así porque el rol funcional del FMI no es la ayuda a los Países
Deudores sino la ayuda a los Acreedores financieros de esos países,
para que los acreedores no sufran la interrupción del cobro de sus
servicios por las acreencias que tienen contra el Estado.
Para
garantizar el cumplimiento de una Política de Ajuste Fiscal que
cumpla este objetivo central, en el caso de la Argentina el Fondo ha
dictado toda una batería de medidas obligatorias a ser ejecutadas
por la administración Macri y ha intervenido las Cuentas Fiscales de
nuestro país a través de un programa que se desarrolla bajo el
monitoreo diario de la misión Cardarelli, que está a cargo de la
supervisión de tales medidas a mínimo nivel de detalle.2
Cómo
se llegó a esta situación que colocó otra vez a la Argentina en
una situación de dependencia financiera externa total?
Para
entender el nudo del problema que condujo a esta nueva Crisis de
Deuda por impago del gobierno Macri y a su necesidad de pedir un
salvataje urgente del FMI como último recurso para sostener su
estabilidad financiera y política hay que tener presente que la
Deuda del Estado Argentino es bicéfala, con deudas igualmente
impagables en cabeza del Tesoro Nacional3
y del Banco Central (BCRA),4
que son como dos
caras complementarias de una misma moneda
y cuyos montos de Deuda – que ya eran elevados al fin de la gestión
kirchnerista - fueron llevados a niveles directamente inmanejables
por la administración macrista desembocando en la Crisis de Deuda
del 2018 y el pedido de auxilio al FMI.5
Este
gran salto cuantitativo u ola de neo-endeudamiento no fue herencia
recibida del gobierno CFK sino que esto Macri
lo hizo, llevando así al país a una nueva
Crisis de Deuda, a un nuevo Default y a una nueva dependencia del FMI
para que lo sostenga por las consecuencias de su propia gestión y le
permita diferir un forzoso nuevo Megacanje hasta después del 2019.
LA
VERDAD SOBRE EL DÉFICIT FISCAL CERO
Se
habla mucho del Gasto Público como causa del Déficit Fiscal pero se
omite decir que el principal problema que provoca ese Déficit es el
Gasto Financiero creciente de la Deuda impagable del Estado6
y del costo de sus Intereses.7
El
compromiso de Presupuesto Equilibrado o Déficit Fiscal Cero asumido
por el gobierno Macri con el FMI para el 2019 conlleva una
formulación engañosa.
Cuando
se habla del Déficit Cero nos estamos refiriendo al Déficit Fiscal
Primario, esto es, al resultado negativo de Recursos menos Gastos del
Estado Central sin computar los Intereses a Pagar de modo que, por
definición, el Resultado Financiero o Déficit Fiscal real y Total –
que sí incluye los Intereses – equivale entonces al Gasto Público
por esos Intereses, que el año que viene es de unos 600.000 M$ (≡
15.000 MD) para todo el Ejercicio y se cubre con Nueva Deuda.
Es
decir, que desde el punto de vista de los grandes números del
Presupuesto 2019 se determina en la práctica que el Gasto por
Intereses de la Deuda – directa o indirectamente – se capitaliza
por anatocismo dado que se termina financiando con más Deuda.
Estos
Intereses juegan un papel negativo esencial en las Finanzas del
Estado porque los vencimientos de Capital no se amortizan sino que se
cancelan íntegramente con novaciones de Deuda y además todos los
años se toma Deuda adicional.
Con
el aumento del stock de la Deuda aumenta en forma más que
proporcional el pago de los Intereses y este proceso retro-alimenta
el Sistema de Deuda Perpetua en que está metido la Argentina.
El
aumento extraordinario de la Deuda Pública Macri y sus Intereses,
unido a la mayor dolarización de las nuevas obligaciones contraídas,
agravó aceleradamente el cuadro de situación del Déficit Fiscal8
y determinó el empeoramiento del saldo también negativo de la
Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos – que pasó de 17.600 MD en
2015 a 31.300 MD en 2017 y acumulaba un déficit de casi 18.000 MD
(17.900) al 30.6 pasado - replanteando así la vuelta a magnitudes no
manejables de Déficits Gemelos (Fiscal y Externo).
LA
QUIEBRA DEL BANCO CENTRAL
Paralelamente
al descontrol de la
Deuda del Estado Central el gobierno Macri – bajo la gestión
Sturzenegger – agravó también sistemáticamente el problema de la
deuda cuasi-fiscal del BCRA, que culminó siendo el detonante
de la Crisis de Endeudamiento que estalló en
el corriente año por la Bola de Nieve
de las Lebac, una bomba financiera
creada bajo la gestión macrista y que llevó al final al pedido de
salvataje urgente del FMI para evitar blanquear el estado de Default
en que vive su administración y apuntalar la estabilidad financiera
y política del presidente.
Sólo
una mezcla de ineptitud o torpeza del funcionariado y de corrupción
por complicidad institucional con los acreedores financieros del
Estado explican este comportamiento irracional en el daño a los
intereses de las Finanzas Públicas de la Argentina.9
Desde
el estallido de la corrida cambiaria a fines de Abril la deuda del
Banco fue aumentando vía Lebac, Leliq y Pases Pasivos llevándola a
niveles altísimos
El
nuevo acuerdo con el FMI contempla ahora la mejora
de la Hoja de Balance
o cobertura de la quiebra del Banco Central (BCRA), derivada de este
sobre-endeudamiento del Banco10
y la instauración de una independencia de la institución frente al
Poder Ejecutivo basada en el condicionamiento de la Política
Económica del Estado en función de la Política Financiera fijada
por el BCRA - según las medidas comprometidas a cambio del préstamo
del FMI - en materia Monetaria, Cambiaria y Bancaria.
POLÍTICA
MONETARIA DEL BCRA
El
nuevo acuerdo con el FMI fija el reemplazo de la fracasada estrategia
monetaria de Metas de Inflación – instaurada por la propia
administración Macri – cambiándola por la denominada Base
Monetaria Cero, un eufemismo según el cual se prohíbe la Emisión
Monetaria sin respaldo en divisas de las Reservas Internacionales
hasta Junio de 2019.
Este
mecanismo deja a la Argentina en una condición vulnerable porque
conlleva un peligro cierto de volatilidad
o dependencia muy alta debido a la libertad irrestricta de movimiento
de capitales que sostienen en la práctica los niveles de Reservas
del BCRA.
En
el marco de la búsqueda de la citada mejora de la Hoja de Balance
del BCRA – según el acuerdo con el FMI - el Banco se compromete a
desarmar la bomba de las Lebac
(una bomba creada
igualmente por este mismo gobierno) y para ello se suponía que el
eje de estas acciones fuera el traspaso progresivo de las deudas por
Lebac en cabeza del BCRA a Letras del Tesoro (LETE), en cabeza del
Gobierno Nacional.
La
idea era que esto descomprimiría el estrangulamiento de plazos y el
mayor costo de los vencimientos y licitaciones mensuales para
renovación de letras del BCRA (que son a 28-30 días y venían
pagando tasas entre el 60 y hasta 70 % de interés anual)
traspasando esos montos a letras del Tesoro, que tienen plazos
relativos más largos y menores tasas de interés (100-200 días y
50-55 % anual respectivamente).
La
realidad, empero, está demostrando que ha ocurrido lo contrario
porque el BCRA ha venido canjeando la gran mayoría de las Lebac por
Leliq, que son títulos del propio Banco, se colocan a sólo 7 días
de plazo y rinden tasas de interés más altas (hoy del 62 % pero que
llegaron al 73-74 % pocas semanas atrás).
Y
paralelamente, el mismo BCRA ha incrementado la toma de Pases
Pasivos, que son deudas de cortísimo plazo con los Bancos (entre 1 y
7 días) y pagan tasas igualmente elevadas de interés: del orden del
60 % anual, que es la tasa de referencia comprometida a los
acreedores por el BCRA hasta fin de este año y con opción a
prórroga.11
Ergo,
el mentado traspaso de las deudas del Banco al Tesoro no se ha
producido – por lo menos, no en la proporción pensada – y el
BCRA no sólo no está eliminando el peso de sus pasivos de corto
plazo sino que, por el contrario, lo está agravando al canjear la
mayoría de las Lebac por Leliq y Pases Pasivos antes que por Letes
y Lecap del Tesoro (Letras Capitalizables mensualmente).
En
los hechos, lo único concreto que el gobierno Macri ha hecho así es
haber mutado la Bomba de las Lebac
en Bomba de las Leliq y Pases Pasivos;
con el agravante que las condiciones de estas últimas son peores
que las primeras.
LA
LUCHA CONTRA LA
INFLACIÓN
Tanto
el programa suscripto con el Fondo como la proclamada política
oficial del Gobierno Macri sostienen que el objetivo de la nueva
Política Monetaria es bajar la Inflación; pero pese a las
expresiones de deseos y la venta de expectativas (ilusiones a futuro
que la administración macrista vive vendiendo
a la
Opinión Pública desde su asunción en Diciembre de 2015) los
niveles reales de Inflación siguen subiendo muy por encima de las
optimistas proyecciones oficiales.12
A
diferencia de lo que se dice, desde el Gobierno no se está
combatiendo sino que se está promoviendo la Inflación de Precios:
- Porque el Gobierno no hace Control de Precios y deja abierta la libertad de remarcaciones y aumentos discrecionales por parte de las Empresas (aunque sí hace, en cambio, Control de Salarios frenando sus incrementos compensatorios).13
- Porque desde el Gobierno se autorizan aumentos de Precios y Tarifas de Servicios Públicos desproporcionadamente altos (incrementos que conllevan en la práctica incluso una sobre-recomposición de atrasos) y que se trasladan impiedosamente al Sistema de Precios en general.14
- Porque desde el Gobierno se pagan y se fijan los pisos más altos del mundo de Tasas de Interés que se transmiten igualmente a los precios a través del Costo Financiero de las Empresa.
- Porque desde el Gobierno – y al revés de sus políticas declaradas - se aumenta la Presión Tributaria, que también se traslada a los Precios.
- Porque desde el Gobierno se ha producido un fortísimo proceso devaluatorio y esa devaluación se traslada a todo el Sistema de Precios.
- A contrario sensu, el Estado no se perjudica con este proceso de suba generalizada de precios porque gracias al denominado Impuesto Inflacionario – ese mecanismo de exacción impositiva siempre tan denostado por el pensamiento liberal – los recursos del Fisco no sólo mantienen su valor sino que incluso los acrecientan.
Esto
es, que merced al proceso inflacionario el gobierno Macri logra una
caída de los Salarios Reales – incluyendo Jubilaciones y Planes
Sociales – y aumenta la recaudación de ingresos, con lo que
compensa además la incidencia de menores aumentos del Gasto Público,
licuado fuertemente a su vez por la Devaluación.
Y
con el argumento de querer frenar esta Inflación el mismo Gobierno
que la genera sube y mantiene las elevadas Tasas de Interés que la
retro-alimentan, soslayando que el verdadero motivo de tales altas
Tasas no es la lucha contra la Inflación sino el freno del Tipo de
Cambio.
POLÍTICA
CAMBIARIA DEL BCRA
La
esencia del negocio financiero estructural y permanente en la
Argentina es el arbitraje entre las Tasas de Interés locales – que
son un múltiplo de las internacionales - y el Tipo de Cambio
vigente.
En
el margen de rentabilidad de este arbitraje reside la clave de todo
lo que pasa en materia financiera, económica y política en nuestro
país.
Las
altísimas Tasas de Interés – las más altas del Mundo – atraen
capitales externos especulativos o golondrina,
que lucran con el diferencial de tasas y hoy gozan de la libertad
absoluta de movimientos para entrada y salida del Mercado, una
liberalidad a través de la cual se ha montado una vez más el
negocio irrestricto del carry trade o
bicicleta financiera, que es la antítesis de
las Inversiones Extranjeras Productivas (IED).
Exactamente
al contrario de lo que el presidente Macri dice querer lograr, su
política de gobierno no ha hecho sino favorecer este macro-negocio
de arbitraje financiero entre tipos de cambio y tasas de interés
montado sobre el sistema de la Deuda Pública en detrimento de las
Inversiones Productivas, que nunca pueden alcanzar las superlativas
ventajas de ganancias y velocidad de tiempo en las operaciones
respectivas.
Con
lo que el poder y la magnitud de la Economía Financiera ha crecido
aceleradamente en la Argentina bajo su gestión; y lo ha hecho
inducida, promovida y privilegiada desde el propio Estado.
El
nuevo acuerdo con el FMI fija la existencia de un régimen de Tipo de
Cambio con Flotación Libre y Bandas de Intervención del BCRA, pero
qué significa esto en la práctica?:
- Tipo de Cambio Libre significa la privatización institucional del Mercado de Cambios, esto es, que el BCRA no puede intervenir comprando o vendiendo divisas para no afectar el movimiento de su Oferta y Demanda, con lo que la cotización del Dólar y toda otra moneda extranjera queda fuera de la regulación operativa del Estado.
- Al BCRA se le permite intervenir sólo cuando el valor del Dólar se coloca por encima o por debajo de una Banda de cotización fijada al efecto, originalmente entre 34-44 $ - actualizable mensualmente – y por un monto limitado a 150 MD diarios.
- Fuera de esta banda el BCRA tiene la posibilidad de aumentar o disminuir el nivel de las Tasas de Interés como alternativa para influir sobre el Mercado de Cambios, induciendo el clásico pase entre colaciones financieras de corto plazo en pesos que ofrece el Estado (Lebac, Leliq, Letes, Lecap u otros instrumentos públicos) y en moneda extranjera (básicamente Dólar); pero tales niveles de tasas deben ser hoy convalidados por la aprobación del FMI.
En
función de este arbitraje regulado la Argentina, así como ha
perdido el manejo propio de su Política Monetaria ha perdido también
el manejo de su Política Cambiaria, lo que deja completamente
librado al Mercado – que son los grandes operadores nacionales e
internacionales que lucran con el negocio de bicicleta
financiera – el juego del valor de las
divisas y, consecuentemente, el nivel de nuestras reservas
internacionales.
Porque
los capitales especulativos que ingresan para obtener las ganancias
extraordinarias por arbitraje que les ofrece el BCRA y también la
Tesorería aumentan transitoriamente el stock de las Reservas pero
las dejan expuestas a una corrida cambiaria que puede producirse en
cualquier momento, lo que representa un cuadro de dependencia
monetaria y cambiaria total para la Argentina.
Es
la trampa financiera perfecta: si el BCRA no mantiene su régimen de
altas tasas de interés los capitales financieros migran al Dólar y
con ello provocan un doble efecto: disparan su cotización en el
Mercado y merman las Reservas del BCRA; y con ello se cae la
estabilidad de la Política Financiera.
Notablemente,
todas las voces que claman a diario contra las Empresas
que viven del Estado –
Proveedores/Contratistas privilegiados, grupos corporativos
beneficiarios de las licitaciones públicas, Capitalismo de Amigos,
etc. - nada dicen ni se escandalizan por estos macro-negociados
financieros que se desarrollan al amparo del Sistema de la Deuda
Pública Perpetua.
POLÍTICA
BANCARIA DEL BCRA
Los
Bancos y Entidades Financieras en general, incluyendo los grandes
Fondos de Inversión – nacionales y extranjeros – que operan en
nuestro país, son los principales actores de estos negocios
monetarios y cambiarios derivados del Sistema de Endeudamiento del
Estado.
Conforme
los lineamientos desarrollados en función del nuevo acuerdo con el
FMI a partir de Octubre los Bancos han pasado a ser los destinatarios
de la conversión de Lebac a Leliq – aparte de los fondos
excedentes que se derivan a Letes y Lecap del Tesoro – pueden
intermediar en este rubro de negocio con fondos de inversión,
empresas y/o grandes depositantes con los que se fondean, pueden
integrar sus encajes indisponibles con Leliq (lo que introduce una
vulnerabilidad dentro del régimen de encajes obligatorios), pueden
continuar su operatoria – hoy sumamente elevada – en Pases
Pasivos, mantienen el privilegio de las Letras Overnight a través de
las cuales el BCRA les remunera sus saldos diarios de Caja y cuentan
así, en definitiva, con una posición preferencial dentro del
esquema de las Finanzas del Estado.
No
es casual que bajo este régimen de subsidios y privilegios el Sector
Financiero-Bancario sea el ámbito donde, en medio de la Recesión
Económica más grande de los últimos tiempos, se logren récords de
ganancias (cosa que ya ocurría bajo la administración Kirchner pero
que se potenció a niveles insospechados con la nueva administración
Macri).
DEUDA
Y SISTEMA FINANCIERO
El
Sistema de la Deuda Pública Perpetua constituye un mecanismo de
endeudamiento permanente y sin capacidad de repago donde el Capital o
Principal se refinancia continuamente mientras se toma más Deuda y
con ello crece más que proporcionalmente la cuenta de Intereses a
Pagar.
Estos
Intereses son en la actualidad el principal rubro de Gasto Público
neto y el factor determinante del Déficit Fiscal; y este Déficit –
en un perfecto círculo vicioso - se cubre con más Deuda.
El
préstamo Stand-by del FMI – a cambio del Plan de Ajuste Fiscal en
curso – tiene una finalidad expresa por parte de las autoridades
del Fondo (Christine Lagarde) y del gobierno Macri y es que dicho
crédito actúe como disparador de la confianza
que permita al Estado Argentino volver a los mercados internacionales
de Capitales, es decir, para volver a endeudarse.
El
detalle reside en que
todavía no se conoce cómo y cuándo el gobierno argentino (el
gobierno futuro, no el actual) va a devolver este préstamo para
poder luego acceder otra vez al Mercado de Deuda Mundial.
Se
entiende que el objetivo primario del gobierno Macri, merced a esta
red de actores e intereses financieros es comprar
el tiempo que le queda para poder completar su mandato difiriendo con
ello el momento de una futura nueva reestructuración o Megacanje que
deberá ser afrontada por el nuevo gobierno electo en el 2019.
Pero
el apoyo recibido y el tiempo que transcurra no es neutro porque en
este período que le resta el presidente Macri tiene todavía que
hacer más y pesadas concesiones y, sobre todo, sostener la sangría
financiera que el Sistema de la Deuda le exige y que hoy le cuesta al
país – entre Gobierno y BCRA – más de 3.000 M$ por día sólo
de Intereses.
Son
las consecuencias inexorables de dependencia financiera estructural e
institucional que el Sistema de la Deuda Perpetua les impone a los
países cuyos gobiernos dependen del apoyo financiero externo para
poder mantener su supervivencia política.
Lic.
Héctor L. GIULIANO
Asesor
del
FORO
ARGENTINO de la DEUDA EXTERNA
Foro
Regional La Plata, Berisso y Ensenada
https://www.facebook.com/foro.laplata?ref=hl
forodeudaexternalp@hotmail.com
forodeuda.lp@gmail.com
Buenos
Aires, 1.12.2018
Archivo:
GIULIANO ARTICULO 2018 12 01 SALVATAJE MACRI
1
Las abreviaturas MD/M$ y B$ significan
Millones de Dólares/Pesos y Billones de Pesos respectivamente y se
expresan siempre con redondeo, razón por la cual pueden darse
mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos. El
signo (≡), que se utiliza para indicar las conversiones de moneda,
significa equivalente a.
2
Ejemplo: el Memorándum de Entendimiento fija que el gobierno
argentino debe informar diariamente el tipo de cambio, las tasas de
interés de todos los títulos de la deuda emitidos por el Tesoro y
por el BCRA, los totales de emisión monetaria, los depósitos en
bancos, los encajes requeridos, las asistencias de liquidez, las
tasas de interés activas y pasivas, las posiciones en moneda
extranjera, los saldos y la hoja de balance del BCRA; además de
toda una lista de informaciones mensuales a ser provistas igualmente
por las autoridades a la misión del Fondo para su control de
cumplimiento de las condicionalidades del préstamo Stand-by pactado
con nuestro país.
El nuevo acuerdo
con el FMI – del 17.10.2018 – agrega un cronograma pormenorizado
de las medidas a cumplir por parte del gobierno argentino y tiene
vigencia hasta Junio de 2021.
3
El gobierno Macri heredó de la gestión Kirchner una Deuda Pública
de 252.000 MD y al 30.6.2018 – según la última información
oficial disponible – este monto es de 340.600 MD (≡ 9.8 B$), lo
que da un aumento de 88.600 MD.
La Deuda colocada
por la administración Macri, sin embargo, ha sido realmente mucho
mayor en todo este período – se estimaba entre 140 y 150.000 MD
antes de los desembolsos del FMI – pero los saldos fueron
fuertemente amortiguados por la gran licuación de las deudas en
pesos (expresadas en dólares) como producto de las devaluación
registrada sobre todo durante el corriente año.
Con la importante
observación que la gran mayoría de esta deuda en pesos, así
desvalorizada en dólares, corresponde a la Deuda intra-Estado en
poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES,
que es la plata de los jubilados.
4
La Deuda cuasi-fiscal de corto plazo del BCRA en la actualidad
(23.11.2018) es de unos 2.0 B$, equivalente a 52.000 MD: 1.915.400
M$ (≡ 51.900 MD), resultado de sumar Lebac/Leliq por 675.400 M$ (≡
18.300 MD), Pases Pasivos por 415.800 M$ (≡ 11.300 MD), Otros
Pasivos (básicamente Swap con China) por 360.900 M$ (≡ 9.800 MD)
y Encajes en Moneda Extranjera de los Bancos depositados en el BCRA
por 463.300 M$ (12.600 MD)
5
La deuda conjunta de Tesorería y BCRA constituye el grueso de la
Deuda Pública Nacional pero no es la deuda completa del Estado
Argentino.
Esta Deuda Total
se desconoce porque las autoridades la mantienen en secreto. Sólo
se tienen los datos citados del Gobierno Central y del BCRA, y
también – aunque con información menos actualizada – los de la
Deuda de las Provincias (que al 31.12.2017 era de 640.000 M$ ≡
34.000 MD).
Nunca se
suministran datos consolidados acerca de la Deuda de Municipios,
Empresas Oficiales, Organismos Nacionales, Fideicomisos Públicos y
Deudas por Juicios contra el Estado con sentencia en firme.
Esta observación
es importante porque el alcance del acuerdo suscripto con el FMI –
además del Tesoro y el BCRA – abarca a las Provincias y a las
relaciones del Estado Central con todos los organismos del Sector
Público Nacional.
6
La situación de Insolvencia del Estado Argentino está reflejada en
las leyes de Presupuesto aprobadas por el Congreso.
El Presupuesto
original del corriente año (2018) contemplaba para este ejercicio
vencimientos de Capital de la Deuda por 66.600 MD, que se
refinancian en su totalidad – hasta el último centavo – y la
toma de deuda nueva por 46.400 MD; en total, un Endeudamiento
Público por 113.000 MD.
Estas
proyecciones han variado ahora significativamente debido a la
incorporación de la nueva deuda con el FMI, con desembolsos de
28.200 MD este año – 15.000 en Junio, 5.600 en Octubre y 7.600 en
Diciembre - más el traspaso (todavía por montos no determinados)
de gran parte de la deuda por Lebac del BCRA a Letras del Tesoro
(LETE) y ahora también LECAP (Letras Capitalizables del Tesoro),
así como por el otorgamiento de nuevos préstamos y/o adelantos de
desembolsos de créditos vigentes por parte de los Organismos
Multilaterales de Crédito (OMC: Banco Mundial, BID y CAF).
Para el año que
viene el Presupuesto aprobado prevé vencimientos de Capital de la
Deuda Pública por 50.700 MD y Endeudamiento Público por 77.400 MD,
lo que implica un aumento del stock de la Deuda de 26.700 MD; pero a
este importe hay que sumarle otros 20.000 MD de Deuda de corto plazo
por Letes, lo que da un total de incremento de la Deuda del Estado
Central de 46.700 MD (prácticamente igual al de este año y
superior al promedio anual del bienio macrista 2016-2017, que da más
de 40.000 MD de aumento de Deuda por año).
A este monto
habría que agregarle ahora los nuevos desembolsos del FMI y de los
OMC previstos para el 2019, así como las variaciones que
correspondan a las colocaciones de Letras/Bonos para absorber el
traspaso de Lebac y eventualmente Leliq del BCRA por parte del
Tesoro para poder tener una idea de las reales proyecciones de
aumento de la Deuda durante el año que viene.
De hecho, el
Congreso ha aprobado una Ley de Presupuesto para el Ejercicio 2019
cuyos montos exactos todavía no están claros: no se sabe si estos
nuevos rubros de deuda han sido incorporados o no totalmente, no se
sabe si el Programa Financiero 2018-2019 - modificado a posteriori
del envío del Proyecto de Ley original (lleva fecha 26.9) – fue
debidamente analizado e incluido en el mismo y no se sabe si tales
cifras de endeudamiento son consistentes con los números totales y
desagregados de las planillas anexas al proyecto.
Y tampoco se sabe
si los números de este Presupuesto y de las proyecciones ajustadas
para el Ejercicio 2018, que está en curso, son coincidentes con los
compromisos firmados con el FMI porque los acuerdos respectivos no
han sido dados a conocer hasta la fecha por el gobierno Macri.
7
Los Intereses a Pagar durante el corriente año (Ley de Presupuesto
27.431) suman 406.500 M$ (≡ 21.100 MD, al tipo de cambio previsto
de 19.30 $/US$).
Una tercera parte
de estos Intereses – 122.600 M$ - no se pueden pagar y se
capitalizan por anatocismo, esto es que se financian
transformándolos en Capital y rinden así nuevos intereses, por el
mecanismo del Interés Compuesto.
Para el 2019 el
Gasto por Intereses prácticamente casi se duplica en pesos ya que
sube a 746.400 M$ (≡ 18.600 MD, al tipo de cambio previsto de
40.10 $/US$) de los que unos 600.000 M$ (589.400 M$ ≡ 15.000 MD)
se pagan y los 157.000 M$ (≡ 3.900 MD) restantes se capitalizan.
8
La administración macrista aumentó en forma acelerada la Deuda
Pública Externa y la Deuda Interna en moneda extranjera y/o deuda
en pesos indexada por tipo de cambio, lo que llevó a una fuerte
dolarización del endeudamiento del Estado (Estado Nacional y
también Provincias).
Al 30.6 de este
año la Deuda Externa – según criterio de residencia del acreedor
– es oficialmente el 46 % de la Deuda Pública Total mientras que
a fines del 2015 era el 28 %.
Pero según Tipo
de Moneda el 25 % de la Deuda está hoy en Pesos y el 75 % en Moneda
Extranjera (lo que se explica por la elevada proporción de la Deuda
Interna en Dólares).
La
extranjerización/privatización de los Acreedores de la Deuda
también ha crecido en forma relevante bajo la gestión Macri: hoy
el 48 % es Deuda con Terceros (45 % Acreedores Privados y 13 %
Organismos Multilaterales/Bilaterales) y el 42 % es Deuda
Intra-Estado mientras que a fines de 2015 ésta era del 57 % del
Total.
El indicador
Deuda/PBI (el ratio normalmente más utilizado para evaluar el peso
relativo de la Deuda (aunque muy discutible desde el punto de vista
estrictamente financiero) era a fines de 2015 del 53 % mientras que
al 30.6 ha subido al 77.4 %, se estima que hoy pasa el 80-85 % y
para fin de año podría superar el 100 % del PBI.
9
Las autoridades encubren en principio estas maniobras de
sobre-endeudamiento fiscal y cuasi-fiscal, en complicidad fáctica
con los acreedores financieros, no dando a conocer ni permitiendo el
acceso a las informaciones con las que se puedan identificar a estos
Acreedores del Estado, sean tenedores de títulos públicos de
cualquier tipo (nacionales – en letras y bonos - provinciales, del
BCRA y/o de otros entes u organismos oficiales), no informando sobre
los fondos especulativos que ingresan y egresan del país, no
identificando los bancos que intermedian en las operaciones de carry
trade o bicicleta financiera que sostienen toda la operatoria del
BCRA, no informando sobre los compradores de los dólares que vende
el BCRA ni sobre los titulares de contratos de Dólar Futuro que se
siguen suscribiendo, ni sobre los tenedores de Lebac, Leliq y Pases
Pasivos, ni sobre los Títulos Públicos en cartera de los Bancos
(Estatales y Privados), ni sobre los montos por entidad en la
integración con letras de los Encajes Bancarios Indisponibles,
etcétera.
No existe la más
mínima transparencia
en lo tocante a este tipo de informaciones que permita llegar al
conocimiento de los actores de las operaciones financiero-bancarias
del Estado porque todo lo relativo al problema de la Deuda Pública,
por definición, es materia secreta.
Empero, ni el
Gobierno, ni la Clase Política, ni los voceros del establishment ni
la prensa en general dicen media
palabra al respecto.
10
El stock de Lebac era de 346.300 M$ al 7.12.2015 – fin del
gobierno CFK - y llegó a un pico de 1.383.700 M$ (1.38 B$) a fines
de Marzo de 2018, es decir, que el titular del BCRA Sturzenegger
multiplicó el saldo inicial por 4.
Al tipo de cambio
de 20.14 $/US$ en ese momento (al 31.3) el valor de estas letras
equivalía a 68.700 MD.
A posteriori, con
la macro-devaluación producida a partir de Mayo el stock en pesos
de Lebac/Leliq (que son Lebac a 7 días y se colocan sólo en
bancos) tuvo una fuerte licuación expresada en dólares, lo que
redujo el valor del saldo, que actualmente (al 23.11) es de 675.400
M$ (≡ 18.300 MD al tipo de cambio de 36.89 $/US$).
A esto, sin
embargo, cabe agregarle el importante saldo creciente de Pases
Pasivos, que suma 415.800 M$, también al 23.11 (≡ 11.300 MD), y
está constituido por obligaciones del Banco a sólo 1-7 días de
plazo.
La
macro-devaluación licuó gran parte de la deuda del BCRA en pesos
pero tal devaluación se hizo al costo de disparar las tasas de
interés pagadas por el Banco a un nivel astronómico, del orden del
70-60 % anual por Lebac/Leliq y Pases Pasivos en el Mercado
Secundario y en las subastas y operaciones diarias con los bancos
respectivamente.
11
A la deuda del BCRA por Lebac/Leliq, efectivamente, hay que sumarle
el stock paralelo (igualmente creciente) de Pases Pasivos del BCRA,
que son operaciones a sólo 1 y 7 días de plazo y pagan la misma
tasa de referencia del 60 %, que es el piso garantizado a los
tenedores de Leliq.
Actualmente,
sumando los saldos al 23.11 de Lebac/Leliq (675.400 M$) y Pases
Pasivos (415.800 M$) la deuda conjunta a corto y cortísimo plazo
del BCRA da 1.091.200 M$ (1.09 B$ ≡ 29.600 MD).
Con un piso de
tasas de interés hoy del 60 % esto significa más de 1.800 M$ por
día (son 654.700 M$ en un año) ó 54.600 M$ por mes.
El BCRA ha ido
convirtiendo así su Bomba de
las Lebac - letras en pesos
a 30 días promedio de plazo - en Bomba
de las Leliq, que son Lebac
a menor plazo (7 días) y pagan mayores tasas, superiores al 60 %
anual (que llegaron al 73-74 % hace pocas semanas y que equivalen a
tasas efectivas mayores al 100 % anual).
Y a esto hay que
agregar los Intereses que paga el Tesoro Nacional, que son
superiores a los 1.100 M$/Día presupuestados para el 2018 (una
cifra ya desactualizada porque las tasas han tenido un aumento
sustancial en lo que va del ejercicio), lo que nos da un total de
intereses diarios (BCRA + Tesorería) de unos 3.000 M$ por Día (más
de 2.900) o su equivalente de 87.000 M$ por Mes (más de 1.0 B$ en
un año, sólo de Intereses ≡ 27.000 MD).
Notablemente, el
préstamo total del FMI – que es por 57.100 MD nominales o 56.300
MD reales (al tipo de cambio Dólar/DEG-Derechos Especiales de Giro,
que es la moneda de cuenta usada por el Fondo) – equivale a la
cobertura del pago de intereses conjuntos del Tesoro y del BCRA de
dos años (el bienio 2018-2019) si se mantuvieran las condiciones
actuales de títulos, plazos y tasas de interés.
12
Contra una proyección presupuestaria original del 10-15 % de
Inflación anual para el 2018 el dato ajustado del Ministerio de
Hacienda para este año consignado en el Mensaje del Proyecto de Ley
de Presupuesto 2019 es del 32.6 % pero este número ha quedado muy
por debajo de las estimaciones actuales, que dan un 45-48 % o más
de Inflación 2018.
La proyección
oficial para el Ejercicio 2019 es una Inflación del 23 % (un 34.8 %
promedio, con arrastre
estadístico).
13
La caída de los Salarios Reales en el corriente año 2018 es del
10-15 % según los sectores de actividad, producto de ajustes
salariales promedio del orden del 30 % contra una Inflación
proyectada no menor del 45 %.
La situación es
peor todavía en el caso de Jubilados/Pensionados, a raíz de la
Reforma Previsional de fines del 2017 – que está impugnada por
inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia – y afecta
igualmente por desactualización o sub-indexación a los Planes
Sociales.
14
En lo que va del año – a Octubre de 2018 – el aumento promedio
de Precios/Tarifas se ha incrementado muy por encima de la Inflación
promedio (en algunos casos, prácticamente la duplica).
Estos aumentos
repercuten doblemente en el bolsillo de la gente: primero como
usuarios directos y luego como producto del traslado a precios por
parte de las empresas (caso peajes y tarifas de servicios públicos
en general).
Lo mismo ocurre
con el traslado a precios de la mayor parte de la Presión
Tributaria y del Costo Financiero de las Empresas por la suba de las
Tasas de Interés.
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