Documento
oficial del Foro Patriótico y Popular,
aprobado
en el plenario nacional del 9 de marzo de 2019
1.
VUELTA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.
Como
señalamos en la reunión de noviembre de 2017, el gobierno de
CAMBIEMOS se trata de “un
proyecto político y económico similar al de la oligarquía de
principios del siglo XX, cuando la Argentina era llamada ‘el
granero del mundo’”. Un
proyecto para una Argentina de solo 20 millones de habitantes. Y, tal
cual habíamos afirmado en el Documento del 16 de junio de 2018, “El
gobierno ha profundizado su proyecto político y económico”.
Efectivamente
el presidente Macri ha dicho con frecuencia que quiere volver a la
Argentina de 70 años atrás. Es decir, que es política expresa del
actual gobierno volver a la “Década Infame”, el “fraude
patriótico” y el Pacto Roca Runciman. (1)
Es
importante entender que cuando nuestro actual presidente se refiere a
los últimos 70 años, no incluye a la Dictadura y a los gobiernos
posteriores que gerenciaron y profundizaron nuestra dependencia,
sumisión e indefensión nacional, sino que explicita la necesidad de
eliminar los derechos que el pueblo y la Patria consiguieron en esos
años, después de intensas y sostenidas muestras de descontento y
movilizaciones.
El
presidente Macri ha señalado que “los
argentinos crecimos porque aprendimos y comprendimos que, de 70 años
de fiesta, sobre todo en los últimos 15 años, no se sale en tres”.
Él llama fiesta a los derechos del pueblo. Pueblo que no ha
participado en ninguna fiesta, sino que, con muchos esfuerzos y
protestas, logró, a veces, disminuir los ajustes a su bolsillo, el
deterioro constante de sus condiciones de vida y de trabajo, y la
destrucción y/o la entrega del patrimonio nacional.
El
presidente Macri llama “terminar
con la fiesta” a
retrotraer los derechos nacionales y sociales a la situación de
principios del siglo XX.
Con
diversas medidas, hasta quiere volver al preyrigoyenismo. Si Yrigoyen
era “la
Causa contra el Régimen”, ahora
el gobierno de Mauricio Macri es el “Régimen
Oligárquico contra la Causa Nacional”.
Respecto
al Pacto Roca Runciman, Scalabrini Ortiz escribe: “Debe
destacarse la similitud del empréstito Baring Brothers con este
último empréstito de desbloqueo que contrajo nuestro país. Es
decir, en ambos casos fueron ganancias internas que se transformaron
en deuda externa, presentada a los ojos del gran público como una
ayuda financiera prestada por Inglaterra para contribuir a nuestro
progreso”.
La
deuda contraída por el gobierno del presidente Macri, recuerda en
muchos aspectos, al empréstito rivadaviano de la Baring. Deuda
eterna que rememora a la calificación de Argentina como “la
gran deudora del Sud” por
Domingo Faustino Sarmiento en 1885. (2)
La
deuda pública asciende a 321.000 millones de dólares del Estado
Nacional y otros 80.000 millones a cargo del Banco Central (por
encajes en moneda extranjera, Lebac-Leliq, pases pasivos, otras
deudas, etc.). El gobierno y el Banco Central están pagando por esta
deuda conjunta unos 4.400 millones de pesos por día, son 132.000
millones en un mes, casi 1,6 billones de pesos en un año.
2.
ECONOMÍA DEPENDIENTE Y PRIMARIZADA.
Nuestra
economía ha sido primarizada y eso repercute en la vida cotidiana de
los argentinos. Se ha profundizado el monocultivo sojero. Nuestra
industria ha sido destruida o extranjerizada. Se ha agravado la
dependencia nacional. Y esto sigue. Una parte de esa industria
nacional reciente está compuesta sólo por un modelo que se dedica a
ensamblar componentes extranjeros que debería producir nuestro país.
Si esto último ocurriera, se ampliarían, con miles de puestos de
trabajo, los pocos existentes. Sin embargo, aún esta industria de
ensamblado es destruida por la política antiindustrial que se
impulsa, aumentando la desocupación.
Nuestra
industria petrolera es extractivista... y extranjera. La segunda
empresa petrolera del país, PANAMERICAN ENERGY es en un 60%
propiedad de la inglesa British Petroleum y el restante 40% es de
BRIDAS que, a su vez, es en partes iguales propiedad de la China
National Offshore Oil Corporation (CNOOC) y de Bulgheroni, empresario
de hondas vinculaciones con la Rusia de Putin.
YPF
es una Sociedad Anónima (no es ni Sociedad del Estado ni Empresa del
Estado) y, por el contrario, dista mucho de cumplir las funciones
principalmente ligadas a la Defensa Nacional y la Independencia para
las que la creó el General Enrique Mosconi, por ser el petróleo un
material estratégico. (3)
Los
monopolios petroleros son subsidiados con precios que triplican el
costo promedio interno del barril en boca de pozo. Esto significa un
desangre anual de más de 8.000 millones de dólares, sólo en este
rubro. (4)
Desde
Vaca Muerta se exporta gas a mitad del precio que paga un consumidor
argentino. El valor del millón de BTU oscila entre 3,18 y 3,80
dólares mientras que un usuario paga hasta 7,50 dólares. (4)
Socios
y amigos del actual presidente argentino han obtenido grandes
ganancias en el sector energético por el régimen tarifario. Como
Marcelo Mindlin, cabeza de Pampa Energía (la mayor productora de
energía y la más beneficiada por los tarifazos), grupo dueño de
Edenor, Transener (la mayor transportadora eléctrica) y TGS (la
segunda transportadora de gas). Nicolás Caputo, a quien el
presidente llama “mi
hermano”,
controla SADESA, la segunda generadora de energía del país.
Lo
mismo ocurre con la megaminería (que contamina y destruye el medio
ambiente, que es parte del patrimonio nacional). El gobierno del
presidente Macri ha decidido profundizar ese camino de destrucción
económica y ambiental. Apenas asumió disminuyó aún más sus
impuestos. El ministro Dujovne ha promovido el logro de inversiones
extranjeras en la megaminería. Y lo ha hecho en Londres, como
muestra de que no entienden la Causa de Malvinas o la entienden en
contra de Argentina.
Se
destruye a Aerolíneas Argentinas adjudicando numerosas rutas a
líneas de bajo costo. Y los directivos de estas últimas tienen
relación con el Grupo Macri. El mismo presidente Macri integra uno
de los grupos económicos más grandes del país.
Las
manifestaciones del presidente Macri acerca de que al Astillero de
Rio Santiago habría que dinamitarlo, demuestran, por si solas, su
opinión sobre las industrias estratégicas, sobre la Defensa
Nacional y sobre su concepción de una Argentina que entra al mundo
por la puerta de servicio como país subordinado a las potencias que
se disputan el planeta.
Eso
no es desarrollismo ni neo-desarrollismo. Tampoco es peronismo ni
yrigoyenismo. No es ni siquiera un tímido proyecto de cambio
reformista. Es primarización de la economía. Es la reivindicación
clara del viejo proyecto oligárquico. O sea, lo que actualmente
tenemos es primarización y destrucción de todo tipo de desarrollo
industrial nacional en ferrocarriles, en petróleo, en minería, en
producción agraria, etc.
Es,
también, crecimiento desaforado de ese empresariado de
intermediación que lucra con la dependencia argentina, nativo, pero
no nacional, del cual forman parte importantes sectores vinculados a
este gobierno y a anteriores.
Y
es lucro incesante para el capital financiero, para la usura
internacional.
El
peligro de corridas cambiarias no ha cesado. El gobierno permitió la
fuga de miles de millones de dólares en beneficio de especuladores y
permite que los exportadores no ingresen los dólares de las
exportaciones. La Argentina está en quiebra y la perspectiva
económica es sombría.
Por
la corrida cambiaria, en 2018, la fuga de capitales alcanzó un
récord de más de U$A 27.200 millones.
Según
cifras oficiales, la formación de activos externos (fuga de
capitales) fue:
Año
2016............ 9951 millones de U$A
Año
2017........... 22.148 millones de U$A
Año
2018........... 27.230 millones de U$A
Durante
el actual gobierno se han fugado del país 59.329 millones de
dólares. Más que el reciente préstamo del FMI.
A
esto hay que sumarle la fuga "ilegal" de capitales en la
forma de subfacturación de exportaciones, sobrefacturación de
importaciones, capitales "off shore" a paraísos fiscales
(Panamá papers"), etc., todas expresiones de nuestra estructura
de país dependiente.
Los
productores del campo reciben migajas por lo que los monopolios de
comercialización venden a varias veces el precio de compra en
origen. Las economías regionales y el verdadero productor del campo
sufren esta política. (5)
Grandes
latifundios impiden el acceso a la tierra del campesino productor. Su
renta terrateniente la paga toda la economía nacional. El productor
arrendatario cubre sus gastos, y debe pagar un excedente “libre de
polvo y paja” al latifundista que no hace nada. Además, sufre los
precios bajos que pagan por su producción los monopolios de
comercialización. Todo eso se refleja y se carga en lo que paga por
los productos el resto de la sociedad.
Argentina,
como país dependiente, es objeto de extranjerización de sus
tierras.
Mas
de la mitad de sus tierras cultivables han sido extranjerizadas. Y,
también, sufre la rapiña de sus riquezas y de territorios de
importancia estratégica y militar (además de económica) como es el
caso de nuestras Malvinas, islas del Atlántico Sur y mares aledaños.
El
Grupo Benetton (italiano) es el mayor terrateniente de Argentina con
950.000 hectáreas declaradas. El magnate ingles Joseph Lewis (la
277ª persona más rica en el ranking Forbes y en séptimo en
Inglaterra) es otro terrateniente, con el agravante de que, en el
paralelo 48, sobre la costa atlántica, tiene un aeropuerto del
tamaño del Jorge Newbery de Ciudad de Buenos Aires, en el que
aviones de guerra de la base inglesa que usurpa y coloniza nuestras
Malvinas pueden, en dos horas, aterrizar en ese aeropuerto y partir
en dos a la Argentina Continental. Lejos de preocuparse, el
presidente Macri veranea en las estancias del inglés Lewis. Es su
amigo...
Fuente
vinculadas a la pequeña y mediana empresa sostienen que quiebran a
razón de 25 PYMES por día (cifra que crece a 30 en las últimas
estimaciones) con su consecuencia: la desocupación también
creciente, ya que este sector ocupa el 68% de la mano de obra.
Hay
un desplome de las pymes industriales: en enero la producción cayó
8,8%. Fue el noveno mes consecutivo de baja. El sector trabaja con el
52,9% de su capacidad instalada.
En
tres años del Gobierno de Macri la inflación fue del 160%. La
inflación mayorista del último año fue del 73,5% mientras que la
minorista fue del 47,7%. Esto significa que el pequeño y mediano
comerciante ha disminuido sus ingresos, absorbiendo la diferencia. Y
que, además, esa diferencia del 25,8% se proyectará sombríamente
sobre los pronósticos inflacionarios del 2019.
Las
tarifas de electricidad aumentaron 1.317% y 708% el gas, a los que se
sumarán 50% a la luz en febrero y 35% al gas en abril.
Algunos
voceros periodísticos del gobierno han reconocido, en Radio Mitre,
que hay muchos sectores que están pidiendo préstamos a alto interés
para poder pagar las tarifas de los servicios.
En
esos tres años el dólar se valorizó 400%.
La
Argentina lleva 8 años sin crecimiento real. Sólo en el 2018, los
alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron 51,2%, el transporte
66,8% y vivienda, electricidad, gas y combustibles 45,7%. Productos
de consumo obligado de los que menos ingresos tienen. Y los salarios
en blanco aumentaron sólo 27,3% en promedio.
Hay
15.000 empresas menos. Las PYMES son la más afectadas. En julio de
2018 ANSES registraba 815.000 contra 830.000 un año atrás.
Distintas
fuentes (algunas incluso oficiales como el INDEC) registran cifras
calamitosas.
Casi
7 mil empresas cerraron en 2018. Un total de 6.951 empresas
tramitaron su baja en la AFIP en el período que va de octubre de
2017 al mismo mes de 2018. De ese total, 1.328 son industrias. Se
suman a las 822 que dejaron de operar durante el 2017 y las 721 que
lo hicieron entre octubre de 2015 y el mismo mes de 2016.
Desde
que asumió el gobierno de Mauricio Macri, en diciembre de 2015, y
hasta octubre de 2018 cerraron sus puertas 2.871 fábricas. Toda una
muestra del perfil de la economía de Cambiemos.
Según
el último informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)
los empleadores de la industria representaron, en 2018, el 9,5%,
cuando en 2003 eran el 11%.
De
acuerdo con el Estimador Mensual Industrial del INDEC, en noviembre
de 2018 el sector retrocedió un 13,5% con relación a un año atrás.
El dato no llega a registrar el achicamiento total del sector porque
sólo incluye aquellas empresas que dejaron de operar y no aquellas
que cerraron y derivaron la producción a otros. Cuando se analizan
los puestos de trabajo la disminución es mayor.
Para
encontrar un año con una cantidad similar de cierre de empresas
industriales, hay que remontarse a 2014 cuando también se produjo
una fuerte caída. Entre octubre de 2013 y octubre de 2014 cerraron
1.186 firmas industriales.
Según
INDEC la actividad económica se retrajo 7% entre diciembre de 2017 y
diciembre de 2018. La industria tuvo, en 2018, su peor año desde el
2002 con un desplome del 5%. El segundo semestre presentó un
retroceso del 10,3%, que promete continuar en los primeros meses del
2019.
La
utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en
el 56,6% en diciembre de 2018. Y, en enero de 2019, el sector
industrial solo utilizó el 56,2% de la producción máxima que puede
tener. Los datos desde 2002 -cuando comenzó a medirse la capacidad
instalada- los recopiló la Unión Industrial Argentina (UIA) de los
informes que publicaba cada mes el Indec. En esa recopilación, se
puede advertir que no se alcanzaban valores tan bajos en este
indicador, desde julio de 2002, cuando dio 56,6%. El Indec tiene
disponible en su página solo la serie desde enero 2016, cuando el
nivel de capacidad instalada era de 62,9%.
Cayó
20,3% la producción de laminado de acero en caliente desde enero de
2018 a enero de 2019. También cayó la de laminados en frio.
La
construcción cayó 20,5% en diciembre y cerró el año con
estancamiento.
Desde
enero de 2018 a enero de 2019 hubo una caída de venta en los
supermercados de 8,7%, mientras que en los shoppings fue del 13,3%.
Se
extranjeriza la economía. Mientras que en Brasil el 24% de la
producción está en manos extranjeras, esta cifra en Argentina es
del 68%. En Brasil se favorece la exportación de aquellas empresas
que usen en sus productos mayor porcentaje de componentes nacionales.
En Argentina predominan componentes extranjeros en su producción
interna (electrodomésticos, automotores, medicamentos, productos
informáticos, etc.) y se favorece, cada vez más, la entrada de
productos terminados (y hasta de producción agrícola) que destruyen
lo que queda de la industria nacional.
La
deuda externa ha crecido de manera exponencial. Se suma a este
endeudamiento el acuerdo con el FMI.
El
cumplimiento de sus metas ha producido una fuerte recesión y caída
de la producción nacional, destrucción del aparato productivo
nacional que se suma a la destrucción que desde hace cuatro décadas
se viene produciendo contra los intereses nacionales.
La
deuda contraída, usuraria, ilegítima, odiosa y fraudulenta no puede
ser pagada. Con esa deuda no hay futuro posible para Argentina. Sólo
dolores indecibles para el pueblo argentino y entrega de lo que queda
del patrimonio nacional.
La
sujeción al Sistema de la Deuda Pública Perpetua es el
condicionante central no sólo de la garantía y continuidad del
Sistema de la Deuda a través de los sucesivos gobiernos sino también
la base de las negociaciones políticas de fondo que se
desarrollarían actualmente en el armado de las coaliciones
electorales favorables a la continuidad de la sumisión nacional,
para el 2019.
Porque
la premisa del nuevo Acuerdo con el FMI no es solamente sostener al
gobierno del presidente Macri frente a la Crisis de Deuda derivada de
su Política de Endeudamiento, para que pueda completar su mandato
sin caer en un nuevo Default, sino dejar a la vez comprometido al
nuevo gobierno que sea electo este año con el arreglo Stand-By que
se prolonga hasta el 2021.
Este
proceso de endeudamiento conlleva la más grande sangría o saqueo
financiero de la Historia Argentina y se está llevando a cabo
impunemente bajo las narices del Pueblo Argentino. (6)
El
lunes 11 de febrero de 2019 llegó a Buenos Aires la tercera misión
trimestral del Fondo Monetario Internacional para controlar el pacto
de sometimiento colonial firmado por el gobierno de Macri. En ese
momento el gobierno celebró el “veranito cambiario”
obtenido
a costa de las usurarias tasas de interés que ahogan cada vez más
la economía nacional, pero esto se demostró precario. Nuevas
turbulencias muestran depreciaciones del peso que el gobierno quiere
contrarrestar con tasas de interés incompatibles con la producción.
Todo esto lleva a una baja de los ingresos fiscales se encienden
luces amarillas sobre uno de los pilares del pacto: el déficit cero,
sin contar el creciente déficit financiero que acumulan los
intereses de las abultadas deuda externa e interna. Que el pacto
colonial también incluye al ámbito social y político lo muestra la
disposición de la misión del Fondo de reunirse con distintos
sectores incluyendo dirigentes políticos de la oposición.
No
es que el gobierno de Macri no supo o no pudo arreglar la economía;
la verdad es que con sus políticas profundizó la destrucción de la
economía, empezando con su liberalización total del mercado
cambiario en diciembre de 2015. Así abrió el país al ingreso
irrestricto de los capitales de la usura internacional favoreciendo
el endeudamiento hasta límites que lo volvieron impagable en poco
tiempo.
Como
lo confirma un reciente informe de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal), Argentina es la nación de la
región que se endeudó a mayor velocidad en los últimos tres años.
Los datos presentados por Cepal muestran que la proporción de la
deuda pública argentina pasó del 53,3% del PBI a fines de 2015 al
77,4% a mediados del 2018, mientras que el promedio regional llegó
al 41% en el mismo lapso.
Con
este endeudamiento y las tasas usurarias que implica, no es de
extrañar que el país se haya vuelto a hundir en la recesión, sin
por ello acabar con la inflación.
La
situación es de tal gravedad que el propio jefe de la misión del
FMI, Roberto Cardarelli, dijo: "todos
estamos preocupados por la situación económica ".
La
pérdida de soberanía jurídica, si bien no es una novedad en el
mundo actual donde se limita el poder de decisión de países
dependientes como el nuestro, se manifestó en reformas jurídicas
que fueron implementadas de acuerdo a las exigencias de los
organismos de crédito internacionales. La pérdida de esa soberanía,
ha llevado a que los acreedores internacionales puedan demandar al
Estado Argentino en el exterior (en general en los tribunales de
Nueva York y Londres). La gravedad y entrega es de tal magnitud, que
nos somete especialmente a la competencia y jurisdicción de quien
usurpa territorio argentino con deseos de apropiarse de nuestro mar,
Patagonia y Sector Antártico Argentino. Los gerentes y beneficiarios
de la dependencia y la sumisión nacional de Argentina han convertido
a nuestra Nación en prenda de esos acreedores imperiales, que nos
someten con su colaboración.
De
resultas de lo anterior, se advierte la aparición de rasgos
semicoloniales en la estructura argentina. Más de una vez hemos
dicho que Argentina es un país dependiente, con una parte de su
territorio colonizado por el Imperio Británico, disputado y rapiñado
por distintas potencias. La actual época de la política mundial no
sólo se caracteriza por la existencia de países colonizados, con
ocupación militar y gobiernos designados por el ocupante (o de parte
de países colonizados como ocurre con la usurpación de nuestras
Malvinas por el colonialismo británico). Existen, también, países
dependientes como el nuestro que, aunque gozan formalmente de
independencia política, en la práctica están atrapados en las
redes de la dependencia financiera y diplomática. Y, también, hay
países semicoloniales, con aspectos de su decisión soberana
condicionados o limitados.
La
circunstancia de que las disposiciones económicas sean consultadas
diariamente al FMI, o la vigencia persistente de los Acuerdos de
Madrid y Londres, que son un verdadero estatuto que ordena la
destrucción de la Defensa Nacional Argentina, o la subordinación,
respecto a Venezuela, a la política intervencionista de EEUU,
muestran la peligrosa aparición de rasgos semicoloniales de pérdida
de aspectos de poder soberano de decisión que este gobierno está
generando.
3.-
LA CRISIS SOCIAL Y LA CRISIS ECONÓMICA SE HAN AGRAVADO BRUTALMENTE.
La
inflación, los tarifazos, el ajuste, afectan a la totalidad de los
sectores de la economía nacional, desde el trabajador hasta los
empresarios verdaderamente nacionales. La canasta básica alimentaria
aumentó 8% el mes pasado. Uno de cada dos niños es pobre. La mitad
de la población es pobre, no llega a los $22.500 de ingresos
mensuales de la canasta básica.
Aún
las cifras oficiales son catastróficas.
Según
el INDEC, en 2018 cayó 20% el poder adquisitivo del salario. Entre
enero y noviembre se perdieron 210 mil puestos de trabajo en blanco.
(7)
Por
su parte, la Secretaría de Trabajo publicó las últimas cifras del
año 2018, que arrojaron una destrucción de 191.300 vacantes y un
retroceso salarial del 13,61%. Sostienen los especialistas que, por
cada puesto de trabajo registrado que se destruye, el empleo formal
pierde un promedio de dos vacantes. Por lo tanto, se podría estimar
que la crisis ya se llevó más de 600.000 vacantes en lo que va del
año, sin contar el impacto en los miles de jóvenes que se
incorporaron al mercado laboral este año sin poder encontrar un
trabajo.
Es
que mientras la tasa de incorporación a la población económicamente
activa se calcula en el 1,1% -porcentaje mínimo que debería avanzar
la creación de trabajo para mantener el desempleo estable-, la
cantidad de trabajadores formales retrocedió un 1,5% de forma
interanual.
Los
principales damnificados de estas políticas son los jóvenes y los
adultos mayores. Para unos no hay perspectiva salvo engrosar los
denominados “ni-ni” (ni estudia ni trabaja), y para los mayores
el abandono y la pauperización extrema. Los datos oficiales señalan
que el 40% de los niños en la Argentina son pobres. Y el 50% de los
jubilados y pensionados están bajo el índice oficial de pobreza con
ingresos mensuales, en el momento de escribir estas líneas,
inferiores a los $ 10.000. (8)
La
inflación profundiza la crisis. El deterioro del poder adquisitivo
del salario y demás ingresos de los trabajadores aplasta aún más
la producción y el comercio nacionales.
La
caída generalizada de la industria, al igual que la del comercio y
la construcción hace que se acrecienten las suspensiones y despidos,
con la pérdida de empleos tanto en el sector de trabajadores
formales como, y más aún, en los sectores de trabajadores
informales y precarizados, con la consiguiente disminución de los
ingresos cada vez más deteriorados por la acrecentada inflación.
Ha
crecido el hambre. Datos fidedignos de sectores de la Iglesia
Católica dedicados a la asistencia social, informan que se han
triplicado los comedores o lugares donde se da de comer a personas y
familias que ya no pueden hacer frente a la alimentación básica.
Las
cifras reales de pobreza suponen que la mitad de la población está
incluida en ella.
La
CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA (límite para no ser Indigente: NBI) y la
CANASTA BÁSICA TOTAL (límite para no ser Pobre) aumentaron 55,8%
desde enero de 2018 a enero de 2019, según INDEC.
En
enero de 2019, una familia de 2 hijos, necesitaba $26.443 para
comprar la canasta básica y no caer en la pobreza. Mientras tanto,
una familia de 2 hijos necesitaba $10.577 para no ser indigente y
poder comprar el mínimo de alimentos. (INDEC)
Los
resultados de esta política del gobierno son el crecimiento del
hambre, la pobreza y la indigencia, la emergencia en violencia contra
las mujeres, la falta de trabajo y la droga en los jóvenes, los
inundados -que no tienen que “acostumbrarse
de las inundaciones” como
dijo el presidente Macri- sino que lo que necesitan es un gobierno
que haga las inversiones necesarias para prevenir esas emergencias y
catástrofes. El agua no moja a todos por igual. El fenómeno de las
inundaciones obedece, en primer lugar, al modelo productivo. En
segundo lugar, a la falta de obras, y tercero al cambio climático.
(9)
4.-
EL FUTURO QUE NOS ACECHA.
La
oligarquía hoy gobernante, los Macri y sus socios, consideran que el
dinero del presupuesto es suyo, es su caja. Por eso ponen en las
tarifas “subsidiado por el gobierno nacional”. Pero el
presupuesto sale de los impuestos que pagan el pueblo y la producción
nacional. Tendría que ser para garantizar las condiciones de vida,
el trabajo y la producción nacional.
Nadie
le firmó al presidente Macri un cheque en blanco para que usara el
dinero del pueblo en la timba financiera y engordara los bolsillos de
las petroleras, las energéticas, las cerealeras y las megamineras.
Las
descriptas más arriba son algunas de las formas de la hemorragia que
sufren los países dependientes como el nuestro.
O
sea, esta política produce dependencia, descapitalización,
primarización, desindustrialización, y miseria y pobreza. Le sobran
20 millones de habitantes. Se pierde nuestra capacidad productiva
expresada en la capacidad industrial instalada y, lo más importante,
en la capacitación de la mujer y el hombre argentinos que son lo más
importante de las fuerzas productivas del país. En ese hombre
argentino reside la verdadera Nación, decía el Dr. Ramón Carrillo.
Esta
política no es independentista, no es industrialista. Y eso
perjudica al pueblo y la Nación que paga productos caros, sufre
desocupación, y ve deteriorarse su vida cotidiana. La harina, el
pan, la carne y la yerba encarecen.
A
esto se corresponde a la destrucción de la educación y la salud
pública. Es la consecuencia de la política de este gobierno que
profundiza la de otros que lo precedieron. Como muestra el Ministerio
de Salud se redujo a Secretaría. Por supuesto, hay reducción del
presupuesto de salud pública.
El
economista Miguel Ángel Broda dirige un equipo destinado a redactar
el proyecto del Mauricio Macri si es reelegido. Integran ese equipo
el propio Broda, Ricardo López Murphy, José María Dagnino Pastore,
Domingo Cavallo y Guillermo Calvo, expertos en ajustes al pueblo y
políticas de entrega nacional, de trayectoria reconocida al
respecto. Marcelo Bonelli, en Clarín del 8/2/19, afirma que "En
esa intimidad, Macri admite: `La elección será peleada. Pero creo
que vuelvo a ganar´. Y agrega: `Eso sí, el primer día del nuevo
mandato, hago todo lo que tengo que hacer en economía´.”
No
queda duda del futuro que planifica para Argentina.
La
consecuencia actual es la superexplotación de los más jóvenes y
desaprovechamiento de la experiencia de los mayores, con desocupados
estructurales. Y varias generaciones sin trabajo estable, en algunos
sectores, junto a jóvenes que no estudian ni trabajan y que no
tienen posibilidad de adquirir habilidades prácticas mínimas.
Y,
por último y no menos importante, se impide el carácter del trabajo
como ordenador de vida e integrador social, como actividad creadora.
Así se generaron y se generan las condiciones para la drogadicción,
la trata de personas, el femicidio, la lumpenización.
La
destrucción de la Educación Pública, y de las Escuelas Técnicas
en particular, se desarrolla, desde este punto de vista, con tal
coherencia que es difícil no sospechar de la intencionalidad de sus
autores. El gobierno nacional ha avanzado en un brutal ajuste sobre
todas las áreas del Estado. Educación y salud están gravemente
afectadas. El salario docente argentino está entre los más bajos
del mundo. Si se toma como parámetro el salario anual de docentes de
escuelas primarias con 10 años de antigüedad publicados por OCDE y
se compara con dólares PPA (comparación internacional que refleja
el poder adquisitivo), el salario docente argentino sólo queda por
arriba de la República Eslovaca.
Un
informe del Centro
de estudios para la educación argentina, Universidad de Belgrano,
destaca que, en promedio, el salario de los docentes del país se
incrementó, entre septiembre de 2017 y el mismo mes de 2018, en un
20,2% contra una inflación en el período de 40,5%. Se trata de una
suba que se ubica 20 puntos porcentuales por detrás de la de los
precios. La misma fuente sostiene que el promedio ponderado según
provincia, a septiembre de 2018, arrojaba un salario docente con diez
años de antigüedad de $20.833 cuando, entonces, la Canasta Básica
Total del INDEC que mide el umbral de pobreza se situaba en $22.558.
Es
notorias la destrucción en áreas industriales estratégicas y en
Fabricaciones Militares.
5.-
POLÍTICA EXTERIOR E INDEPENDENCIA NACIONAL
A
la política económica descripta anteriormente se corresponde una
política exterior de sumisión, indefensión y entrega nacional.
El
presidente Macri sostiene como un logro “nuestra
integración al mundo” y
su aliada Elisa Carió suele reivindicar que debemos integrarnos a
los “países
serios”. Al
mundo “globalizado”.
El
punto de partida para analizar este tema es definir en qué mundo
vivimos.
No
vivimos un mundo “globalizado”
de
países respetuosos de los derechos de los demás países,
interdependientes, como se suele decir, sino que estamos en un mundo
en que los países no son iguales.
Hay
un pequeño número de países opresores y una mayoría de países
expoliados y limitados en su soberanía, por los primeros. Y
Argentina pertenece a los pueblos, países y naciones expoliadas.
Es
más, asistimos un cambio en la “globalización”
como
se la propagandeaba en los años ´90.
Hoy
se acentúan cada vez más los factores de disputa económica y
militar entre las potencias que protegen sus áreas de influencia y
pugnan por aumentarlas.
Ya
no es la Globalización de los años 90 y el presidente Macri no lo
advirtió. Entramos al mundo por la puerta de servicio, por medio de
un gobierno que abre el país a la rapiña cuando las potencias se
cierran. Somos presa fácil con esta política y este gobierno.
La
incomprensión de esta cuestión esencial hace que algunos imaginen a
Argentina como aliada a nuestros enemigos sin comprender que el
esclavo nunca conseguirá su libertad como aliado del amo. Se pregona
así una política de buena letra, para congraciarse con el
dominador, que nos ha llevado a la situación actual. En realidad, es
una política de sumisión nacional. Nunca se vio esto tan claro como
con la política de conciliación con los colonialistas ingleses que
usurpan nuestras Malvinas. Nunca la sumisión nacional y la
indefensión alcanzaron extremos como el actual.
Esto
es grave. Aquel mundo globalizado que encandiló a muchos, hoy
cambia. Y no son respuesta a esta situación ni Macri, ni Bolsonaro.
Los que busquen respuestas allí se equivocarán nuevamente. También
los que quieran retocar el edificio agotado de la dependencia
nacional.
Distintos
elementos muestran un incremento de la disputa de mercados y zonas
estratégicas en un mundo que se prepara la guerra comercial y
militar con nuevas alianzas entre las potencias.
Hay,
en curso, una profundización de la guerra comercial y militar
encabezada por dirigentes como Trump, Putín, Xi Jinping y otros como
en Inglaterra y la Unión Europea, que, en última instancia,
expresan la búsqueda de nuevas alianzas y ejes destinados a la
disputa por la hegemonía.
El
BREXIT es parte de eso porque, como ya había dicho Churchill, si
Inglaterra debe elegir entre el continente y el mar, optará por este
último (y esto influye en la presencia colonialista agresiva en
nuestras Malvinas). Es justo oponerse a esta “guerra por etapas”
(según Francisco) por el dominio de mundo por parte de las
potencias, a expensas de países como el nuestro.
Lo
cierto es que el mundo “serio”
al
que, nos dicen, es un mérito entrar, no existe. ¿Serios Trump,
Putin, Xi Jinping? ¿O, la realidad, como algunos de los consejeros
mediáticos advierten al actual gobierno, es que “entramos
a un mundo del que todos salen”?
Cuando
la “globalización”
pierde
su “relato”
de
racionalidad en la disputa, es decir, cuando la disputa se agudiza,
quedan al descubierto sus lacras de opresión de pueblos y naciones.
Es
que la torta es una sola y todo nuevo reparto implica enfrentamientos
cada vez más agudos. Y nuevas guerras.
La
presencia colonialista y militar inglesa en nuestras Malvinas, Islas
del Atlántico Sur y mares aledaños, la de una base militar china en
Neuquén, la de fuerzas estadounidenses el noroeste y la Triple
Frontera y su flota en el Atlántico Sur y la construcción de una
base de EEUU, de supuesta “ayuda humanitaria”, en Neuquén, son
un peligro para la paz en nuestro territorio y para nuestra misma
integridad territorial. Más aún, con la creciente conciliación con
los colonialistas ingleses.
El
Atlántico Sur es una zona de creciente disputa entre las potencias.
Y el Pasaje de Drake, la confluencia Atlántico-Pacifico, nuestras
Malvinas usurpadas y la Proyección Antártica son claves para la
preponderancia estratégica militar, económica y política de cada
potencia. Y hasta nuestro territorio continental corre peligro.
El
reciente alineamiento del gobierno nacional con la política de
agresión a Venezuela del gobierno de Trump debe cesar.
Independientemente de la responsabilidad política del gobierno
venezolano (que abrió las puertas de Venezuela a la disputa entre
EEUU, China y Rusia), Argentina debe respetar el principio de
autodeterminación de los pueblos y el no intervencionismo que, en
algunos momentos y gobiernos, fue principio diplomático esencial
(Doctrina Drago, Saavedra Lamas). Sólo los venezolanos deben decidir
su destino. (10)
También
en esta área de Política Exterior es preciso cambiar la orientación
para hacerla corresponder a la de una Argentina Independiente de toda
dominación extranjera, como dice el Acta de nuestra Independencia,
con integridad territorial completa.
Esto
exige otra política respecto a la Cuestión Malvinas, islas del
Atlántico Sur, mares aledaños y Sector Antártico Argentino y otra
política de Defensa Nacional.
6.-
DEFENSA NACIONAL, OCUPACIÓN E INTEGRACIÓN TERRITORIAL Y MALVINAS
La
política de indefensión nacional de este gobierno tiene una muestra
palmaria en el naufragio del submarino ARA San Juan. Reiteramos
nuestro apoyo al reclamo de sus familiares y camaradas de
esclarecimiento con verdad y justicia sobre los sucesos que llevaron
a la catástrofe a dicha nave de la Armada Argentina. Mientras se
producía el desgraciado hecho, el ministro Aguad estaba en Canadá
negociando un acuerdo de cooperación militar con los colonialistas
ingleses. La actitud de abandono y desinterés del presidente y su
ministro fueron notorias.
El
área de Defensa Nacional está en total abandono. Se destruye lo
poco que queda de Fabricaciones Militares. Por decreto se transformó
lo que resta de ella en Sociedad del Estado. La nueva Fabricaciones
Militares, cuyo estatuto quedó aprobado por ese decreto, se dedicará
a la “investigación
y desarrollo de tecnologías, fabricación, industrialización,
explotación y transporte, así como a la comercialización de bienes
y servicios en las áreas de seguridad, defensa, minería, industria
química e industria metalmecánica”.
Detrás de estas múltiples funciones se diluye su objetivo
estratégico como parte de la Política de Defensa Nacional. Es
coherente con toda la orientación del gobierno.
Como
señaló el Coronel Francisco Javier De Guernica: “La
Defensa pertenece al ámbito de la Política; de hecho “es” una
política componente de la Gran Política Nacional con carácter
necesario e inevitable: no formularla en términos racionales y
explícitos o hasta generar una “antipolítica” es una manera de
elegir una opción; aún en estos casos se “hace” de todos modos
Defensa Nacional: parásita, degradada y torpe pero no menos
mensurable en su ejecución y consecuencias (algo parecido al
Monsieur Jourdain, de Molière, al descubrir que cuando hablaba hacía
“prosa” sin saberlo).”
Este
ajuste en Defensa Nacional se suma al que ya se realizó durante
2016. Como señalamos oportunamente, para aplicar este achicamiento
es que designó a Oscar Aguad a la cabeza del ministerio de Defensa.
Su misión es aplicar la reducción y “reorientar” las funciones
de las FFAA.
La
reducción del presupuesto militar y la mentada “reestructuración”
de
las FFAA, incluye suprimir la operatividad de la Fuerza Aérea,
fusionar la Armada con la Prefectura, y transformar al Ejército en
una guardia nacional. Y cerrar cuarteles imprescindibles para la
ocupación y defensa del territorio nacional. Sin olvidar que sus
terrenos serán dedicados a jugosos negocios inmobiliarios.
La
Dirección General de Fabricaciones Militares fue concebida por el
general e ingeniero militar Manuel Savio (1892-1948), para actuar
como motor de la industria pesada argentina, en coincidencia con la
necesidad de proveer al país de los bienes de estas ramas
industriales, al cesar su importación a causa de la segunda guerra
mundial.
El
complejo de Fabricaciones Militares fue creado en 1941 para proveer
de material para defensa a las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Pero,
según Cambiemos, arroja un déficit anual de $ 2.500 millones y,
sostiene, que en 2015 se sumó 111 empleados en Azul, sin aparente
justificativo. Con ese argumento, tan lejano al objetivo del General
Savio, el Gobierno cerró Fanazul y, aunque las otras cuatro
fábricas, incluida la sede central, siguen activas, también
registraron despidos. En Santa Fe, la planta de Fray Luis Beltrán se
deshizo de 245 puestos y la de Jachal, de 36; en Córdoba, hubo 29
recortes en la planta de Río Tercero y 30 en la de Villa María; y
los cuarteles centrales en Capital Federal eliminaron 140 empleos a
principios del 2016.
Toda
una muestra de la línea de indefensión nacional del gobierno del
presidente Macri.
Este
ajuste incluye la liquidación de la última empresa estratégica
para la Defensa Nacional y el desarrollo marítimo y fluvial que
sobrevivió al desastre privatista de la década del ’90: el
Astillero de Río Santiago. Ha habido una creciente oposición a este
proyecto que impulsaron la gobernadora María Eugenia Vidal y el
presidente Macri. Esta oposición ha conseguido parar el embate por
ahora. Pero el intento persistirá en la medida que perdure el
proyecto político en curso.
La
ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el secretario de Seguridad
Eugenio Burzaco y el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri,
han anunciado formalmente la decisión del gobierno de modificar el
rol de las FFAA de su actual, de defensa nacional, al de seguridad
interna. Se trata de un manifiesto intento de retrotraernos a la
doctrina de la seguridad nacional, ubicando como enemigo a toda
oposición a la entrega del patrimonio argentino y a la sumisión e
indefensión nacional.
En
su discurso el día del Ejército del 29 de mayo de 2018, Macri, lo
anunció formalmente. Días después, la ministra Bullrich volvió
sobre el tema y reclamó una curiosa “integración a la democracia”
del personal de las FFAA incorporándose a funciones en la seguridad
interna. Burzaco, por su parte, pidió directamente la derogación
del decreto N° 727 que establece que las FFAA están para cumplir
exclusivas funciones en la defensa nacional.
En
el Congreso de la Nación, el oficialismo no tiene los votos para
modificar la Ley de Defensa Nacional. Irá para ello, aunque tenga
que violar leyes vigentes.
La
intención de traspasar 3.000 suboficiales del Ejército Argentino a
la Gendarmería encontró la oposición de los mandos militares.
Luego se anunció el traslado de ese personal solo para “colaboración
logística”. Se avanza, aunque se trata de encubrirlo, en el
involucramiento en el tema del narcotráfico de las FFAA. Sus
nefastas consecuencias ya han sido evidentes en México y en
Colombia. No hay por qué considerar que será diferente en nuestro
país.
Desde
hace muchos años la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval
Argentina han sido retiradas de sus funciones específicas de
custodia de fronteras y para combatir delitos complejos como el
narcotráfico. Las fronteras siguen siendo un colador y por ellas se
mueve a sus anchas el narcotráfico. Las afirmaciones altisonantes
del gobierno en su supuesta lucha contra el narcotráfico no son
verídicas. No se registra en ninguna barriada popular una
disminución del tráfico de estupefacientes ni de la trata de
personas para la esclavitud sexual y/o laboral, delitos que siempre
van asociados al narcotráfico.
Gendarmería
Nacional y la Prefectura Naval Argentina, desde el año 2006, han
sido destinadas a funciones de policía interna y para la represión
de la protesta social. La gravedad de la crisis que estamos
transcurriendo y lo que los propios economistas del gobierno anuncian
para el próximo año, indica que esa conflictividad va a ir en
aumento y que el gobierno se prepara para reprimirla.
Como
ya señalamos en el documento de junio de 2018, para el gobierno la
hipótesis de conflicto es interna.
El
gobierno afirma que las FFAA no tienen hipótesis de conflicto y
deben adaptarse a las “nuevas amenazas”. Las “nuevas amenazas”
son aquellas que, desde el año 2000, EEUU y demás potencias
mundiales tratan de imponer en nuestro país.
Esto
se afirma cuando a 600 km de nuestras costas continentales, el Reino
Unido, usurpador y ocupante colonial de nuestras Malvinas, Islas del
Atlántico Sur y mares contiguos, ha instalado una poderosa base
militar en Mount Pleasant, desde donde se asegura el control del
Atlántico Sudoccidental, su proyección a la Antártida y la amenaza
a la parte continental de nuestro país. Además, en Neuquén,
recordamos, está instalada una base militar china que concedió el
anterior gobierno y que el presidente Macri confirmó a poco de
asumir la presidencia. Está en conversaciones una segunda base en
San Juan.
Para
este proyecto de subordinación estratégica a los intereses del
Reino Unido y de EEUU, el gobierno realizó acuerdos con la DEA, la
CIA y la Guardia del Estado de Georgia (EEUU) que está bajo la
órbita del Comando Sur (comando del que dependen las operaciones en
el Atlántico Sud-occidental y los mares del Caribe), y ha enviado
delegaciones a tratar el tema militar a EEUU. En seguridad, avanzó
en acuerdos con Israel impulsados por su ministra de Seguridad
Patricia Bullrich.
Desde
que asumió hasta la fecha, el gobierno nacional se ha mostrado
totalmente funcional a los intereses de la ocupación británica. El
Acuerdo Duncan-Malcorra fue el marco diplomático de esa
subordinación y reactualizó la teoría inglesa (que beneficia al
ocupante colonial) del “paraguas
de soberanía”,
(paraguas que solo sirve para cubrir y prolongar de manera indefinida
la ocupación colonial inglesa).
Al
Acuerdo Duncan-Malcorra le siguió otro, el Acuerdo Foradori-Duncan,
también doloso para los intereses nacionales. En él se concedió al
Reino Unido la entrega de los recursos hidrocarburíferos y de pesca,
el acuerdo para viajes “privados” desde el continente a Malvinas
para servir de apoyo logístico a la ocupación colonial británica y
la “cooperación” con el Reino Unido en la Antártida.
El
documento del XVI Congreso de la Confederación de Combatientes de
Malvinas, de reciente publicación, sintetiza y describe de manera
puntillosa las nefastas consecuencias de la política del gobierno de
Macri para la soberanía y la integridad territorial de nuestra
Nación.
La
promoción de viajes regulares a Malvinas desde países vecinos, con
“escalas”
en
Argentina continental, es otra grave muestra de la política actual.
De la misma manera que las manifestaciones del Embajador argentino en
Inglaterra reconociendo el gobierno títere colonial inglés en
nuestro territorio malvinero y las aún más vergonzantes y lesivas
del Canciller Faurie que, en un medio británico, y luego en el
congreso, caratuló a los habitantes de las islas como un “pueblo”.
Lo
anterior se corresponde a las recientes declaraciones del Embajador
inglés Mark Kent:
“Si no actuamos juntos, argentinos y británicos, no vamos a tener
más pesca”. ¿Cómo
podemos actuar juntos con quienes nos están usurpando y robando
nuestro patrimonio y territorio? ¿Actuaríamos juntos para proteger
lo que, por ahora, nos dejan y para protegerlos a ellos en la
explotación de lo que nos roban?
Propone
que seamos socios cuando ellos son los que colonizan una parte de
nuestro territorio y patrimonio. Deberíamos, según ellos, ser
protectores en la explotación que los colonialistas ingleses hacen
de lo nuestro.
El
principal peligro para la explotación de las riquezas que nos
pertenecen en la zona es, precisamente, el colonialismo inglés.
El
gobierno del presidente Macri no ha dado una dura respuesta
diplomática (reafirmando nuestros derechos en Malvinas, islas del
Atlántico Sur y mares adyacentes) a esta "sugerencia"
del
representante de los colonialistas ingleses. Es que no comprende
(todo lo contrario) que la víctima del colonialismo no tiene
comunidad de intereses con los colonialistas.
La
política del presidente Macri sobre la cuestión Malvinas es una
versión superadora de la Menem-Di Tella. El Vicecanciller de Di
Tella, Andrés Cisneros, elogió esa política y la comparó con la
llevada adelante por el entonces Ministro de Relaciones Exterior de
Carlos Menem, y que fue conocida como la política de “relaciones
carnales” y
de los “ositos
winnie pooh”.
El presidente Macri es un gran impulsor de la “reconciliación”
con
el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Es amigo
personal de Joseph Lewis con quien, además, comparte importantes
negocios en distintas áreas. (11)
Recordamos
que Joseph Lewis es un magnate británico propietario del aeropuerto
en Río Negro (aeropuerto que le concedió el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner con la gestión de Nilda Garré en el
ministerio de Defensa). Ese aeropuerto se integra al dispositivo
militar británico que tiene su cabecera en la base militar de Mount
Pleasant en Malvinas.
La
política antártica desplegada por el actual gobierno es coherente
en la conciliación con los colonialistas ingleses. En mayo de 2018,
con la excusa de “potenciar
la cooperación científica”, el
gobierno de Macri aceptó firmar con el Reino Unido un nuevo
instrumento para incrementar la cooperación científica y
tecnológica en la Antártida con los colonialistas.
Para
llevar adelante una agenda antártica común, la sesión conjunta de
las comisiones de Relaciones Exteriores de los parlamentos de ambos
países, en 2008, ratificó el acuerdo de 1953 firmado entre Perón e
Ibáñez Del Campo y fue un claro ejemplo de cómo la unión
latinoamericana podía poner límites a las ambiciones geopolíticas
de los ingleses. Con el advenimiento de Macri, la política exterior
argentina respecto al viejo “Territorio
Nacional de La Antártida e Islas del Atlántico Sur”,
produjo la firma de una declaración conjunta con Reino Unido que
motivó fuertes críticas incluso desde las filas de Cambiemos. Dicha
declaración estableció pautas de cooperación “UK-friendly”,
reconociendo
a los británicos privilegios de pesca en las zonas del Mar Argentino
adyacentes a las islas, que podría extenderse a la explotación
petrolera.
Hace
dos años, la canciller Susana Malcorra visitó la base argentina
Carlini, en medio de protestas parlamentarias por el acercamiento al
Reino Unido que propició Cambiemos. Allí indicó que la cooperación
en el continente blanco puede ser un modelo para mejorar las
relaciones y lograr objetivos comunes. Esta política fue continuada
por el ministro Faurie quien ha dado pasos para continuar con la
implementación de la Declaración Conjunta firmada en septiembre de
2016.
En
diciembre de 2012, el Reino Unido le obsequió a su monarca la reina
Isabel II, un área de 437.000 km2 comprendidos en el Territorio
Antártico Argentino entre la Barrera de Hielos Filchner y el Polo
Sur. En ese territorio, incluido dentro del Sector Antártico
Argentino, se encuentran cordilleras que fueron divisadas por primera
vez por exploradores argentinos que las denominaron con nombres de
ese origen. El Sector Antártico Argentino tiene 965.797 km2, y la
injustificada reclamación inglesa de la Antártida incluye el Sector
Antártico Argentino y parte del chileno.
Reafirmamos
que Malvinas, Antártida, Atlántico Sudoccidental y la porción sur
del continente suramericano, en especial nuestra Patagonia, son en su
conjunto un enclave estratégico. Desde Malvinas y desde Georgias
(otra base militar británica), se proyecta el control inglés sobre
la Antártida, el Atlántico sur y su comunicación con el Pacífico
y la Patagonia argentina. El estado de indefensión y vaciamiento de
estos vastos territorios argentinos al sur del continente, son una
necesidad estratégica del colonialismo inglés. De este modo, el
Reino Unido de Gran Bretaña refuerza su condición de potencia
atlántica, en alianza con EEUU, en la disputa mundial con China y
Rusia.
Hay
una intensa campaña de desmalvinización orientada hacia los
Veteranos de la Guerra Nacional de Malvinas, aunque no excluyente.
Esta campaña no ha menguado, sino que, por el contrario, se ha
intensificado en los últimos tiempos usando el delicado tema del
reconocimiento de los soldados argentinos sepultados en el Cementerio
de Darwin en Malvinas.
Sobre
la ocupación británica y sus objetivos estratégicos desde el Foro
Patriótico y Popular y su Instituto de Estudios Nacionales, hemos
realizado numerosos aportes que incluyen tres ediciones de “La
cuestión Malvinas. Una realidad vigente”, y la edición que se
presenta en 2019.
7.-
OTRA POLÍTICA ES NECESARIA Y ESTE GOBIERNO NO QUIERE HACERLA
El
presidente Macri, con la mentira de que los capitales extranjeros nos
iban a “salvar”, endeudó el país hasta hacer impagable esa
deuda. Se abrazó al FMI y a Trump para postergar el estallido de esa
bomba financiera hasta el final de su presidencia.
Les
regaló a los monopolios exportadores dejar afuera los dólares de
sus negocios, favorece a los monopolios de servicios con los
tarifazos, a las petroleras les dio el precio internacional del
petróleo, facilitó la fuga de capitales y blanqueó fortunas
producto de la corrupción, armó una timba financiera en la que
bancos y usureros hacen fortunas en días, con el pago de intereses
del 60% en los bonos del Estado, haciendo imposible el crédito para
la producción nacional.
Y
vacía los bolsillos del pueblo con la desvalorización del peso, y
los precios impuestos por el dominio del mercado en manos de un
puñado de monopolios y grandes terratenientes en los productos que
consume el pueblo.
Será
necesario terminar con el desangre del patrimonio nacional con un
programa mínimo que abra un camino de independencia nacional.
Es
imprescindible:
El
control de la energía en función de las necesidades del pueblo, del
desarrollo de la industria nacional y de la Defensa Nacional. Volver
a la línea estratégica de los generales Mosconi y Baldrich está a
la orden del día. Lo mismo con el General Savio en la siderurgia y
en Fabricaciones Militares.
Por
los mismos motivos es necesaria la seguridad alimentaria del Pueblo.
Con una reforma agraria que dé la tierra al que la trabaja. Para
asegurar el alimento del Pueblo y los insumos para la industria. Y
para la ocupación territorial, clave en una política de Defensa
Nacional patriótico-popular, integral e integrada, que impida toda
agresión de rapiña de los imperios. “Gobernar
es poblar” dijo
Alberdi. Si para Juan Bautista Alberdi "gobernar
es poblar", vale
por extensión que defender el territorio es poblarlo de verdaderos
productores que lo habiten y produzcan en él. Campesinos que accedan
a la tierra como propietarios y no terratenientes que se quedan con
la renta de tierra que no trabajan y que viven en lujosas mansiones,
lejos de la producción.
Patria
proviene de patrimonio, suele decir el Dr. Julio C. González.
En
efecto, Patria es nuestro patrimonio en el sentido más amplio.
Defenderán su Patria ante toda agresión extrajera esos campesinos
que hayan hecho realidad la consigna "la
tierra para el que la trabaja". Campesinos
que digan "esta
es mi tierra, ésta es mi casa, ésta es mi Patria. Doy la vida por
ella.".
Por
las mismas razones es imprescindible la Seguridad Sanitaria del
Pueblo.
La
seguridad científica y tecnológica es imprescindible para hacer
realidad los derechos del pueblo, las necesidades de una industria
independiente y la Defensa Nacional. La educación como derecho es
imprescindible para la Argentina INDEPENDIENTE. Porque de los
componentes de las fuerzas productivas de un país, los medios de
producción y los hombres que trabajan con ellos, estos últimos son
los más importantes. En el hombre argentino reside la verdadera
Nación, dijo el Dr. Ramón Carrillo.
Hay
dinero para ello. Pero hay que cortar el desangre hemorrágico del
patrimonio nacional. Es imposible pagar la deuda externa ilegítima,
odiosa, usuraria y fraudulenta. No es posible continuar con la Patria
financiera y su timba patológica. El crédito debe favorecer al
pueblo, las Pymes y al desarrollo industrial y agrario nacional. Las
ideas del patriota Alejandro Olmos son de extrema actualidad.
Es
preciso terminar con los monopolios cerealeros.
La
integridad territorial Argentina, incluyendo nuestras Malvinas, islas
del Atlántico Sur y mares aledaños y el Sector Antártico
Argentino, exige una política firme con el colonialismo británico.
Desde
el punto de vista de los intereses nacionales es indispensable
reconquistar la soberanía política entregada al poder externo hoy,
para restituir la iniciativa perdida en el poder gubernamental, única
manera de reconquistar la soberanía, y el honor ganado en la defensa
del suelo propio malvinero en el año 1982.
Entre
algunas decisiones que se deberían adoptar para revertir la grave
situación que sufre Argentina por la usurpación de sus territorios
de parte del Reino Unido están las siguientes:
No
a la cooperación con el Reino Unido de Gran Bretaña y sus
históricos aliados. La verdadera hipótesis de conflicto está en el
Atlántico Sur con Inglaterra usurpando nuestras Islas Malvinas,
Georgias y Sándwich del Sur y más de cinco millones de kilómetros
cuadrados de nuestro territorio marítimo y terrestre nacional.
Investigación y justicia por el suceso del Submarino ARA San Juan y
sus 44 Heroicos Tripulantes.
No
a la reducción del presupuesto nacional en Defensa, Educación y
Salud. Tratamiento y derogación de los Acuerdos de Madrid I y II de
los años 1989 y 1990, y sus ratificaciones, como la Ley de Garantía
a las Inversiones Británicas 24.184/1992(HCN).
Reivindicar
el 2 de abril de 1982, es reivindicar la Reconquista de Buenos Aires
de 1806, es Reivindicar el 25 de mayo de 1810, es reivindicar aquel
camino y la Gloriosa Declaración de la Independencia de 1816, con el
Lema de nuestros Congresales "Libres
de toda dominación extranjera".
Todo
el sistema de defensa nacional está destruido. La Argentina carece
de los instrumentos necesarios para ejercer su efectiva soberanía en
el espacio aéreo, marítimo y terrestre. Peligran más de 6.800
kilómetros de litoral marítimo que hacen de Argentina el quinto
país extensión costera marítima.
En
la Patagonia, con sólo el 5% de población, hay una riqueza enorme:
litio, gas, petróleo; su ocupación territorial y su defensa son
claves.
El
litoral marítimo, tiene más 6.800 kilómetros de costa.
En
la plataforma continental, hay riquezas pesqueras, nódulos
polimetálicos, y la saquean flotas de todo el mundo.
En
el Atlántico Sur tenemos la ocupación colonial inglesa (con amplio
poder bélico) y peligra nuestra Proyección Antártica.
El
Acuífero Guaraní, tercer reservorio de agua dulce del mundo, con
250 mil km² en nuestro país, la tercera reserva de agua dulce más
grande del mundo, que compartimos con Brasil, Paraguay y Uruguay es
apetecida por las potencias.
En
síntesis, siendo la Argentina la octava geografía del mundo y un
país rico en agua dulce y provisto de recursos naturales variados y
abundantes, es una nación indefensa, disputada por todas las grandes
potencias mundiales, con parte de su territorio ocupado por una
potencia militar extranjera que dispone de dos bases militares, una
en Malvinas y otra en Georgias, que viene de reforzar su sistema de
armas en Malvinas con un escudo antimisiles, y que se propone
colonizar más de cinco millones de kilómetros cuadrados de
territorio de indudable soberanía nacional incluido todo el Sector
Antártico Argentino. Esta indefensión es en un todo contraria a la
voluntad de los congresales de Tucumán cuando proclamaron en julio
de 1816, la aspiración de ser una nación libre de toda dominación
extranjera.
Es
necesaria y posible una Unidad patriótica y popular con un Programa
esencial. Una Unidad pública y programática que abra una nueva
huella argentina. Será un Encuentro
en una nueva huella argentina.
Foro
Patriótico y Popular
FEBRERO
DE 2019
REFERENCIAS:
(1)
El Pacto Roca-Runciman fue un acuerdo de comercio internacional
celebrado entre la República Argentina y el Reino Unido, el 2 de
mayo de 1933, con el fin de evitar en la Argentina los efectos de una
política comercial británica favorable a los países de la
Commonwealth, a cambio de la disminución de impuestos para productos
importados desde el Reino Unido y que fue firmado por el
vicepresidente de la Argentina, Julio Argentino Roca (hijo) y el
encargado de negocios británico Walter Runciman. Nuestro país pidió
a Inglaterra un préstamo de más de 13 millones de libras, entre
cuyas cláusulas secretas estaba la creación del Banco Central.
Julio Roca (h), en reuniones previas a su firma dijo: “por su
interdependencia recíproca, [Argentina] es, desde el punto de vista
económico, una parte integrante del imperio británico”. Por su
parte William Leguizamón, otro de los representantes argentinos
agregó: “La Argentina es una de las joyas más preciadas de la
corona de su Graciosa Majestad”.
Cláusulas
públicas:
La
Argentina se aseguraba una cuota de exportación no menor a 390 000
toneladas de carne enfriada. El 85 % de las exportaciones de este
país debían realizarse a través de frigoríficos extranjeros. El
Reino Unido "estará dispuesto a permitir" la participación
de hasta un 15 % de frigoríficos argentinos en la cuota de carne (ya
cubierta en su casi totalidad por el Frigorífico Gualeguaychú y el
Municipal de Buenos Aires).
La
Argentina dispensaría a las empresas británicas "un
tratamiento benévolo que tienda a asegurar el mayor desarrollo
económico del país y la debida y legítima protección de los
intereses ligados a tales empresas"
Mientras
hubiera control de cambios en la Argentina (límite del capital
dispuesto para importaciones), todo lo que Gran Bretaña pagara por
compras en la Argentina, podía volver al país deduciendo un
porcentaje para pagos de deuda externa.
La
Argentina mantendría libres de aranceles el carbón y demás
mercaderías que se importaban en ese momento exentas de impuestos,
comprometiéndose a comprar en Gran Bretaña el total del carbón que
consumía.
La
Argentina se comprometía a no aumentar los aranceles aduaneros.
Cláusulas
:
Se
crea el Banco Central de la República Argentina con gran
predominancia de funcionarios y capitales británicos.
Se
fijan las bases para la creación de la Corporación de Transporte,
que le terminaría por dar a Gran Bretaña el monopolio absoluto de
los medios de transporte argentinos. La misma se creó en 1936 en el
Pacto Eden-Malbrán, firmado luego de que el Pacto Roca-Runciman
caducara y con características muy similares.
Por
este Pacto, “se permitió” a nuestro país enviar al mercado
inglés una cantidad de su mejor producción de chilled beef (carne
enfriada), libre de gravámenes, y a cambio la Argentina aseguró, en
condiciones de claro privilegio, la importación de carbón británico
para abastecer a las locomotoras a vapor (británicas) y de toda una
serie de productos manufacturados de ese origen. Se eliminaron
medidas “proteccionistas” contra las importaciones inglesas,
favorecidas además por regulaciones cambiarias. Al mismo tiempo, el
gobierno argentino se comprometió a alentar la inserción de las
empresas del Reino Unido en el terreno de las obras públicas.
El
empréstito inglés fue un “empréstito de desbloqueo” de 13
millones de libras esterlinas, y el 70 % de esa cifra fue destinado
para pagar a la metrópoli utilidades de los ferrocarriles y empresas
británicas. De esta manera, en una especie de “pase mágico”, la
Argentina cedía todos sus derechos, se endeudaba en 13 millones de
libras esterlinas, pero a cambio recibe solo 3,5 millones.
Scalabrini
Ortiz escribe: “Debe destacarse la similitud del empréstito Baring
Brothers con este último empréstito de desbloqueo que contrajo
nuestro país. Es decir, en ambos casos fueron ganancias internas que
se transformaron en deuda externa, presentada a los ojos del gran
público como una ayuda financiera prestada por Inglaterra para
contribuir a nuestro progreso”.
(2)
El 19 de diciembre de 1885, Sarmiento emprendió su última aventura
periodística. Editó una hoja a la que llamó El Censor. Luego de
revisar lo que acontecía en México, América Central, Perú,
Ecuador y Venezuela, todos ellos "acribillados de deudas",
Sarmiento cerró de este modo uno de los párrafos de ese trabajo, en
el que revisaba la situación continental: "Calle Esparta su
virtud, / sus hazañas calle Roma, / ¡silencio! que al mundo asoma /
la gran deudora del Sud. Nadie debe más que ella. Es justicia que
debe hacérsele" (Obras completas, LII, Ed. Universidad Nacional
de La Matanza, p. 267).
(3)
FUENTE
WIKIPEDIA:
Empresa
del Estado es
un tipo jurídico existente en la Argentina para el funcionamiento de
empresas públicas, el primero en crear una estructura diferenciada
tanto de la administración pública como de las sociedades
comerciales de derecho privado. Fue instrumentado durante el primer
mandato de Juan Domingo Perón por la ley 13653 del Régimen de
Empresas del Estado de 1949.
Sociedad
del Estado (S.E.) es
un tipo societario existente en Argentina para regular el
funcionamiento de empresas públicas, aunque bien pueden emplearse
otros. Fue creado mediante la ley 20705 de 1974. Las sociedades del
Estado tienen la estructura general de una Sociedad Anónima según
la tipología de la ley 19550 de Sociedades Comerciales y funcionan
mayormente en el marco del derecho privado, aunque tienen diferentes
obligaciones y responsabilidades que otros tipos societarios En
ese sentido, se trata de un tipo jurídico que se ubica a medio
camino entre una Sociedad Anónima y la anterior figura de Empresa
del Estado.
Las
sociedades del Estado no pueden declararse en quiebra y en caso de
dar pérdidas tienen que ser subvencionadas por el Estado Nacional,
que en última instancia puede declararlas en disolución. Además,
el capital de una Sociedad del Estado tiene que estar completamente
en manos de instituciones o de otras empresas estatales, no pudiendo
participar en ella ningún representante del sector privado. El
Estado ejerce su control sobre ellas en forma interna, a través de
su representación en los órganos de gobierno de la sociedad, en
contraposición al control administrativo externo sobre el tipo
Empresa del Estado. Son auditadas por la Auditoría General de la
Nación y la Sindicatura General de la Nación, órganos
controladores del sector público.
En
el pasado, casi todas las empresas públicas argentinas fueron
sociedades del Estado, como la petrolera Yacimientos Petrolíferos
Fiscales o Gas del Estado, la primera privatizada luego de cambiar su
tipo societario y la última disuelta. Originariamente
eran EMPRESAS DEL ESTADO.
La
Sociedad Anónima (abreviatura:
S.A.) es aquella sociedad mercantil cuyos titulares lo pueden ser en
virtud de una participación en el capital social a través de
títulos o acciones. Las acciones pueden diferenciarse entre sí por
su distinto valor nominal o por los diferentes privilegios vinculados
a éstas, como por ejemplo la obtención de un dividendo mínimo. Los
accionistas no responden con su patrimonio personal de las deudas de
la sociedad, sino únicamente hasta la cantidad máxima del capital
aportado.
El
artículo 4 del ESTATUTO DE YPF SOCIEDAD ANÓNIMA dice:
“Artículo
4° - Objeto
La
Sociedad tendrá por objeto llevar a cabo por sí, por intermedio de
terceros o asociada a terceros, el estudio, la exploración y la
explotación de los yacimientos de hidrocarburos líquidos y/o
gaseosos y demás minerales, como asimismo, la industrialización,
transporte y comercialización de estos productos y sus derivados
directos e indirectos, incluyendo también productos petroquímicos,
químicos derivados o no de hidrocarburos y combustibles de origen no
fósil, biocombustibles y sus componentes, así como la generación
de energía eléctrica a partir de hidrocarburos, a cuyo efecto podrá
elaborarlos, utilizarlos, comprarlos, venderlos, permutarlos,
importarlos o exportarlos, así como también tendrá por objeto
prestar, por sí, a través de una sociedad controlada, o asociada a
terceros, servicios de telecomunicaciones en todas las formas y
modalidades autorizadas por la legislación vigente y previa
solicitud de las licencias respectivas en los casos que así lo
disponga el marco regulatorio aplicable, así como también la
producción, industrialización, procesamiento, comercialización,
servicios de acondicionamiento, transporte y acopio de granos y sus
derivados, así como también realizar cualquier otra actuación
complementaria de su actividad industrial y comercial o que resulte
necesaria para facilitar la consecución de su objeto. Para el mejor
cumplimiento de estos objetivos podrá fundar, asociarse con o
participar en personas jurídicas de carácter público o privado
domiciliadas en el país o en el exterior, dentro de los límites
establecidos en este Estatuto.”
El
capital actual de YPF es 51% del Estado Nacional y las Provincias
petroleras y 0.01% es de empleados. El 49% es Free Float (cotiza
libremente en bolsa). De esta última parte SLIM tiene el 5,08%,
LAZARD ASSET MLLC 7,97% y hay un flotante de 35,95% del cual el 32,2%
opera en la Bolsa de Nueva York, mientras que el 3,79% opera en la
Bolsa de Comercio de la República Argentina.
(4)
WTI (el West Texas Intermediate, de referencia en EE. UU.) es el
precio que se le da a un barril de petróleo, considerándose un
barril como 180 litros de petróleo (42 galones)(1 m3=6,29
barriles). Debido a las características actuales de la economía
mundial el precio puede oscilar o variar en relación a los tiempos
de prosperidad y niveles de consumo, la especulación, cantidad de
reservas disponibles y acontecimientos sociales importantes, sobre
todo los de aquellos países productores y de países más
consumidores. (Wikipedia).
El
costo del barril en boca de pozo en Argentina, sumadas las regalías,
no supera en muchos casos los 15-20 dólares. Ocurre que las grandes
empresas privadas son muy adversas al riesgo minero, salvo que, con
deducciones impositivas y ventajas especiales, ese riesgo lo corra el
Estado. Casi todo el petróleo argentino ha sido descubierto en áreas
de alto riesgo, en su momento, por la estatal YPF y las privadas
prefirieron el negocio de la producción sin preocuparse demasiado
por conservar un adecuado horizonte de reservas para asegurar el
abastecimiento interno futuro, dado que para ellas el petróleo es
una commodity y no un bien estratégico. Es que la inversión en
exploración es el 85% del costo de producción, el resto
(explotación, distribución y venta) es la fase de la recuperación
y las ganancias y es la parte que quieren las empresas. El gobierno
habla de eliminar los subsidios. En petróleo, en realidad, el
gobierno subsidia la exploración con precios que superan el costo
real interno en boca de pozo. Recientemente, en un artículo de La
Nación, el director de YPF, Miguel Gutiérrez, reconocía que con 21
dólares el barril en boca de pozo YPF cubría los costos e
impuestos. El resto es ganancias.
Respecto
al gas si tomamos la declaración del gobernador Gutiérrez, en el
Foro Latinoamericano de Energía que se desarrolló el 12 de junio
del 2018 en Bariloche, “en Vaca Muerta estamos en un costo del 30%
por encima del de EEUU en boca de pozo” si el costo de producción
en EEUU está estimado en 2,2 a 2,7 dólares el millón de BTU.
El
costo según el gobernador de Neuquén, antes de la devaluación del
año pasado, era de 2.8 a 3.5 dólares el millón de BTU en boca de
pozo en Vaca Muerta. El precio del gas está regulado por la
resolución 46, resulta de un promedio que lo pone en 4.5 dólares el
millón de BTU. Y, en este verano, el gas que se exporto a Chile lo
cobraron 5 dólares el millón de BTU. El consumidor argentino paga
7,5 dólares.
¿Por
qué subsidiar entonces el gas en boca de pozo?
Solo
para garantizarles una extraordinaria ganancia a las operadoras. Así
los que en los 90 privatizaron YPF porque “daba pérdida” hoy le
garantizan, sólo por Vaca Muerta, 27.300 millones de pesos en
subsidios directos.
La
situación de crisis económica hace que haya disputas por las
tajadas. Eso es lo que refleja el reciente conflicto con los
monopolios petroleros al querer el gobierno reducirles los subsidios
por la producción en Vaca Muerta (Resolución 46/2017). Es que el
gobierno debe elegir entre pagarle a los usureros del FMI o a estos
monopolios petroleros. La frazada es corta y esto genera conflictos
en las alturas del poder.
Hay
que plantearse cambiar la forma de explotación, rescindiendo los
contratos a las operadoras, no por incumplimiento de las inversiones,
sino por un proyecto de país independiente y soberano como lo
soñaban los patriotas de Mayo de 1810 y el fundador de YPF, el
general Enrique Mosconi.
(5)
Según el informe de CAME (CONFEDERACIÓN DE LA MEDIANA EMPRESA) de
febrero de 2019, en promedio, los consumidores pagaron 5,53 veces más
de lo que cobró el productor por sus productos en la tranquera de
sus campos. Fueron siete productos los que empujaron el incremento de
la brecha en el mes. A la calabaza, el zapallito y el pimiento rojo
se sumaron: la acelga, que pasó de una brecha de 2,8 veces en
diciembre a 3,8 veces en enero, la berenjena que subió de 3,6 a 4,8
veces, la frutilla de 4,3 a 5,6 veces y el limón que pasó de una
brecha de 6,1 a 7,3 veces, siendo el cuarto producto donde más veces
se incrementó el precio desde que salió de las manos del productor.
(6)
Héctor Giuliano. Deuda Pública y Déficit Fiscal 2018. 28 de enero
de 2019.
https://infoydata.com/infoydata/deuda-publica-y-deficit-fiscal-2018/?fbclid=IwAR3bXWcUep0cuyH8bkonAeuZb0o_xhJAr5eCe7OmAHohC15eowV61PPYOaA
Héctor
Giuliano. Banco Central y saqueo financiero. 9 de febrero de 2019.
https://www.facebook.com/notes/eduardo-mariano-lualdi/banco-central-y-saqueo-financiero/10156307229779773/
(7)
COMPARACIÓN DE PRECIOS Y SALARIOS. SEGÚN INDEC.
El
salario perdió un 21,4% en promedio respecto a la inflación
promedio de los últimos 12 meses.
Aumentos
de precios generales 49,3% menos 27,9% de aumento de salarios
promedio (registrados y no registrados).
VARIACIÓN
INTERANUAL DE PRECIOS POR RUBRO DE ENERO 2018 A ENERO DE 2019
Nivel
general 49,3%
Alimentos
y bebidas no alcohólicas 53,0%
Bebidas
alcohólicas y tabaco 29,7%
Prendas
de vestir y calzado 33,3%
Vivienda,
agua, electricidad, gas y otros combustibles 48,7%
Equipamiento
y mantenimiento del hogar 52,5%
Salud
51,9%
Transporte
67,3%
Comunicación
63,7%
Recreación
y cultura 43,5%
Educación
32,1%
Restaurantes
y hoteles 40,1%
AUMENTO
DE SALARIOS SEGÚN INDEC
El
índice de salarios total, mostró un crecimiento en los últimos 12
meses de 27,9%, como consecuencia de la suba 28,7% del total
registrado y de 25,0% del sector privado no registrado.
CONCLUSIÓN:
La inflación no es el aumento general de precios. Es el aumento
RELATIVO de precios. Hay un precio que es el precio de la fuerza de
trabajo (expresado en el salario) que no aumenta igual. Dicho en
palabras del General Perón "los salarios suben por la escalera
y los precios suben por el ascensor". O sea que el gobierno ha
disminuido los salarios un 21,4% en promedio durante 2018.
Lo
hicieron subrepticiamente, sin decreto o ley. De la Rúa, López
Murphy y Patricia Bullrich bajaron los salarios y jubilaciones un
13%, en ese gobierno por decreto.
(8)
Al deterioro de los salarios y todos los ingresos de los trabajadores
del campo y de la ciudad se suma el achicamiento de todas las
prestaciones sociales. Los datos de 2018 mostraron que las
jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y demás
prestaciones de la Seguridad Social (un universo de más de 17,8
millones de personas) tuvieron un incremento de 28,46% frente a una
inflación del 47,6%. Una pérdida de 19,1 puntos. Con relación a
septiembre de 2017, con el cambio de fórmula, la pérdida fue de 30
puntos porque el Gobierno se “salteó” el primer aumento que
debió aplicarse en enero de 2018. Ahora se supo que con la nueva
fórmula de movilidad recién habrá una recomposición en las
prestaciones del 11,83% en marzo y del 10,8% para junio, lo que
acumulado en el primer semestre sumará el 23,9%. Así se recuperaría
una pequeña parte de la pérdida del año pasado. Por ejemplo, si la
suba semestral de los precios se ubicara en el 16% habría un
recupero de unos 8 puntos sobre los 19 puntos de pérdida sufrida el
año pasado. Es decir que con este “aumento” la pérdida para los
jubilados y demás prestaciones sociales será por lo menos de un 11%
en relación al año pasado, y de un 22% si sumamos el robo por el
primer semestre “salteado” en enero de 2018.
Aun
así, esto no conforma a los usureros imperialistas, por lo que el
Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido que la Argentina
considere reducir “el tamaño de los beneficios” que recibe cada
persona en su jubilación, reduciendo la relación que hay entre la
primera jubilación que recibe un individuo y su último sueldo
nominal. Además, entre sus recomendaciones más generales plantea
extender la edad jubilatoria, reformar el sistema previsional para
impulsar la participación del ahorro privado y repensar las leyes
laborales para la inclusión de los trabajadores de edad más
avanzada, entre otras.
(9)
Según Pablo Paillole, director del Distrito VI de la Federación
Agraria Argentina: “El fenómeno de las inundaciones obedece, en
primer lugar, al modelo productivo. En segundo lugar, podemos hablar
de la falta de obras, y tercero del cambio climático"
“Hay
estudios hechos, como por ejemplo del INTA de Marcos Juárez, sobre
las precipitaciones y el nivel de la napa freática, que es el agua
que corre por debajo del suelo. Estos estudios se hicieron en el
corazón de la pampa húmeda, y muestran que la napa freática
estaba, a principios de la década del 70, a 14 metros de
profundidad.” “En esos años el modelo productivo era
centralmente ganadería, y algo de agricultura. A medida que fue
avanzando el proceso de agriculturización, particularmente el modelo
monoproductivo de soja y siembra directa, este estudio muestra que la
napa subió a 90 centímetros.” “Los niveles de lluvia se han
mantenido en líneas normales en la zona pampeana, entre 1.200 y
1.300 mm anuales. Nosotros sostenemos que lo que produce todas estas
inundaciones es el modelo sojero, de monocultivo. Arrasaron con los
bosques nativos para sembrar soja, como en Salta, Chaco, Misiones.
Estos montes nativos absorben 300 mm de agua por hora. La pastura
natural para las vacas absorbe 100 mm por hora. La tierra cultivada
con soja, sólo 30 mm por hora. La soja consume, en su proceso de
crecimiento, entre 500 y 700 mm de agua anuales. Si llueven 1.200 mm,
están sobrando 500 mm. Esto hace que suba la napa, con las
consecuentes inundaciones. Es verdad que faltan obras, y llueve
mucho, pero lo que se oculta es el modelo productivo de desmonte y
sojización. En la pampa húmeda la soja le ganó 10 millones de
hectáreas a la ganadería. Donde antes había pasturas, hoy hay
soja, por eso se repiten las inundaciones. Lo que antes era una
esponja, hoy ya no lo es.”
“En
la provincia de Santa Fe, de los últimos 19 años, 17 estuvo
declarada la emergencia agropecuaria, con distintos niveles de
gravedad. Por eso Macri, cuando dice “hay que acostumbrarse a las
inundaciones”, está diciendo que no van a ir en contra de este
modelo productivo, en el que los terratenientes compran los montes
para desforestarlos y sembrar soja. El presidente reafirma un modelo
de país que es agrodependiente de la soja, en el que no tienen
cabida las chacras mixtas, ni las pasturas, ni el valor agregado, ni
nada de eso. Con este modelo acostumbrate a estar inundado.”
“Planteado
esto, la otra cuestión es cómo afectan las inundaciones a los
productores, porque como decimos en las asambleas “el agua no moja
a todos por igual”. A un pequeño productor de 30 o 40 hectáreas,
que tiene su criadero de chanchos, por ejemplo, una inundación lo
arruina. Cada inundación, y cada sequía podemos agregar, deja un
tendal de pequeños productores arruinados. Con las inundaciones los
que desaparecen son los pequeños productores, no los
terratenientes.”
“Los
terratenientes y los pules de siembra tienen espalda para esperar que
baje el agua, no tienen problemas con los bancos, y tienen
diversificado el riesgo. Tienen un pedazo de tierra en Santa Fe, otro
en el Chaco, etc. Al pequeño productor que la inundación le mató
50 vacas, lo arruina. Al terrateniente que se le mueren 300 vacas, se
puede salvar.” “Por eso decimos que las consecuencias de las
inundaciones no son para todos por igual, en el campo. Para los
pequeños y medianos productores es la ruina. Y desde ya las
consecuencias son terribles para los sectores más vulnerables, que
son los que viven en las zonas más bajas, en las periferias de las
ciudades. Por todo esto lo importante es que se entienda que la
responsabilidad principal es de este modelo productivo. No es un
fenómeno de la naturaleza ante lo que no podemos hacer nada”.
(10)
El derecho de libre determinación de los pueblos, más conocido como
derecho de autodeterminación, es el derecho de un pueblo a decidir
sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico,
social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias
externas y de acuerdo con el principio de equidad. La libre
determinación está recogida en los Pactos Internacionales de
Derechos Humanos, aunque no en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. También numerosas resoluciones de la Asamblea
General de la ONU hacen referencia a este principio y lo desarrollan:
por ejemplo, las resoluciones 1514 (XVI) o 1541 (XVI), relativas al
derecho de autodeterminación de los pueblos coloniales. Es un
principio fundamental del Derecho internacional público y un derecho
de los pueblos, que tiene carácter inalienable y genera obligaciones
erga omnes (a) para los Estados. Incluso, de acuerdo con muchos
autores, la libre determinación ha devenido norma de ius cogens (b).
a.-
Erga omnes es una locución latina, que significa “respecto de
todos” o “frente a todos”, utilizada en derecho para referirse
a la aplicabilidad de una norma, un acto o un contrato. Significa que
aquel se aplica a todos los sujetos, en contraposición con las
normas inter partes (entre las partes) que solo se aplican a aquellas
personas que concurrieron a su celebración
b.-
Ius cogens o, menos frecuentemente, jus cogens, es una locución
latina empleada en el ámbito del Derecho internacional público para
hacer referencia a aquellas normas de Derecho imperativo o
perentorio, esto es, que no admiten ni la exclusión ni la alteración
de su contenido, de tal modo que cualquier acto que sea contrario al
mismo será declarado como nulo.
La
Doctrina Drago fue anunciada en 1902 por el ministro de Relaciones
Exteriores argentino durante la segunda presidencia de Julio Roca,
Luis María Drago, en respuesta a la renuncia de los Estados Unidos a
ejecutar la Doctrina Monroe durante el bloqueo naval contra
Venezuela. Esta doctrina jurídica establece que ningún Estado
extranjero puede utilizar la fuerza contra una nación americana con
la finalidad de cobrar una deuda financiera.
La
doctrina Drago resultó ser una respuesta a las acciones del Reino
Unido, Alemania e Italia, quienes impusieron un Bloqueo Naval a
Venezuela a finales de 1902, en respuesta a la gran deuda externa de
Venezuela que el recién llegado presidente Cipriano Castro se negaba
a pagar.
La
noción de no intervención puede remontarse al contexto histórico
de la finalización de la Guerra de los Treinta Años y la
conformación de lo que se denominó como orden de Westfalia. Está
incluida de algún modo en la propia definición del Estado moderno,
porque es una consecuencia del principio de la igualdad soberana de
los Estados. Sin embargo, los principales aportes al principio de no
intervención tuvieron su origen en América. En 1936, a instancias
del canciller argentino Saavedra Lamas, el Protocolo Adicional
Relativo a la No Intervención estableció en su artículo primero
que:
“Las
Altas Partes Contratantes declaran inadmisible la intervención de
cualquiera de ellas, directa o indirectamente, y sea cual fuere el
motivo, en los asuntos interiores o exteriores de cualquiera otra de
las partes.”
(11)
Inglaterra aprovecha el "paraguas de soberanía" para
seguir usurpando nuestras Malvinas, no devolverlas y conseguir el
apoyo del gobierno de la sumisión nacional de Macri para que
Argentina "ayude" a hacer negocios a los colonialistas.
Pocas veces vista tanta genuflexión y subordinación. El
atrevimiento inglés es proporcional al lacayismo del gobierno.
En
Clarín del 23 de febrero de 2019 se puede leer:
"Un
enviado de la premier Theresa May, especializado en asuntos
comerciales, se encuentra en Buenos Aires hasta el sábado con claras
intenciones: seguir tejiendo lazos por fuera del conflicto de
soberanía sobre las Malvinas, aumentar el comercio, las inversiones
bilaterales, y allanar el camino a más negocios bilaterales para
cuando el Reino Unido haya concretado su convulsionado proceso de
separación de la Unión Europea."
"Ayer,
tras su entrevista con Larreta, donde conversaron sobre el interés
de Transit for London (TFL) en tomar el control del sistema de subtes
de la Ciudad como lo hacen en Londres, Menzies fue llevado en la
línea H por el embajador Kent. En una foto muy graciosa como las que
suele postear el diplomático, posaron con la Oyster -la tarjeta que
usan en Londres en el transporte público- mientras que Tim Hanson,
director del área comercial de la embajada mostró su tarjeta
argentina Sube."
"En
un mensaje que dio el jueves por Twitter desde la residencia
británica que aloja al embajador Mark Kent, Menzies consideró "un
privilegio" estar en Argentina, donde -contó- se reunió y se
reunirá con funcionarios nacionales y provinciales, con
legisladores, diplomáticos y jóvenes dirigentes, además de
empresarios británicos que están invirtiendo en este país. "El
Reino Unido está abierto a los negocios. Ustedes son muy bienvenidos
y quiero que sean parte, juntos, del futuro comercial".
"Uno
de los aspectos más interesantes de esta visita es la mención de
los argentinos a Menzies de que hay disposición para que los
británicos se metan más en la explotación del yacimiento de Vaca
Muerta en Neuquén, siempre presente en las ofertas comerciales de
Macri." "Los británicos están dispuestos incluso a firmar
acuerdos bilaterales con Argentina una vez que salgan de la UE, si el
Mercosur lo permitiera -actualmente su normativa no lo permite- y
siempre bajo la fórmula del "paraguas de soberanía" sobre
las Malvinas.
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