DEUDA
PÚBLICA Y BANCO CENTRAL 2014.
Por
Héctor GIULIANO (11.7.2014).
Las
novedades que se están precipitando en materia de endeudamiento
público desde el estallido de la nueva Crisis de Deuda en este
verano de 2014 - laudos del CIADI, indemnización a Repsol, arreglo
con el Club de París, nueva deuda por Bonar en pesos 2017, juicios
de los holdouts, etc. – han relegado a un segundo plano un hecho
tanto o más grave que está ocurriendo paralelamente con la deuda
cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA).
La
función principal de un banco central es preservar el valor de la
moneda, porque la estabilidad del valor de esa moneda es la base de
todos los precios de bienes y servicios de la economía del país.
La
Argentina sufre desde hace largas décadas una patología endémica
que afecta su sistema monetario, cambiario y bancario, que es la
Inflación. Y un capítulo clave dentro de esta malformación
financiera deriva de la operatoria del BCRA como producto de su
propio endeudamiento.
LA
COMPRA DE RESERVAS CON DEUDA.
El
gobierno Kirchner ya no tiene más superávits sino déficits
gemelos: fiscal y externo. El déficit fiscal es fuertemente
creciente y la balanza de pagos es negativa. Por ende, los servicios
de la Deuda Externa no se han venido pagando con recursos excedentes
o genuinos sino tomando las divisas que se necesitan del BCRA y
supletoriamente de otros entes u organismos del Estado (como la ANSES
y el Banco Nación).
El
Tesoro Nacional, a través del Fondo de Desendeudamiento Argentino
(FDA), ha venido usando en gran escala las reservas internacionales
del BCRA para pagar así deuda con acreedores externos – acreedores
privados y organismos financieros internacionales (FMI, Banco
Mundial, BID y CAF) – entregándole en contrapartida Letras
Intransferibles a 10 años de plazo y a una tasa de interés
prácticamente nula.
Estas
letras - por otra parte - no tienen capacidad de repago demostrada,
por lo que su monto infla artificialmente el Activo del BCRA y
contribuye a generar utilidades contables que son aparentes y no
reales.
Pero
volviendo al problema del uso de las reservas para el pago de deuda
externa y su consiguiente necesidad de reposición cabe reiterar aquí
una grave observación que venimos señalando hace tiempo:
- El BCRA no compra divisas para integrar su stock de reservas internacionales con recursos propios o genuinos sino imprimiendo pesos para adquirirlas.
- Tal emisión de dinero, en principio, obtendría su respaldo o contrapartida con el aumento de las reservas, aunque trasponiendo la secuencia de los pasos: en lugar de primero reunir el dinero para comprar divisas, se hace al revés, primero se imprime el dinero y con ese dinero se compran las divisas.
- Pero ocurre que luego el mismo BCRA, para evitar el efecto inflacionario de esa mayor cantidad de moneda emitida, es el que procede a retirarla del mercado absorbiendo o esterilizando la mayor parte de la misma; y lo hace a través de letras y notas por las que paga elevadas tasas de interés.
En
consecuencia, por carácter transitivo, LAS RESERVAS SE COMPRAN CON
DEUDA. Y para ello se utiliza la deuda cuasi fiscal del BCRA.
LA
DEUDA CUASI FISCAL POR LEBAC/NOBAC.
El
BCRA regula la Oferta Monetaria a través de Letras y Notas
(Lebac/Nobac) que emite para absorber dinero del mercado.
Con
el mecanismo inverso - cancelación o devolución de los pesos
tomados – reintegraría esos fondos a la plaza pero con ello
inyecta más billetes y presiona sobre el nivel de los precios,
agravando la inflación existente.
Por
eso, la colocación de estas letras aumenta con la mayor emisión
monetaria del Estado: para frenar la presión inflacionaria que esa
emisión provoca.
Las
Lebac/Nobac – junto con el retraso cambiario relativo (uso del
dólar como ancla contra la Inflación) - son actualmente los
principales instrumentos de contención de la presión inflacionaria
en la Argentina.
Por
estas obligaciones, que son de corto plazo – básicamente Letras
que van desde 90 días hasta un año – el Banco paga hoy elevadas
tasas de interés en pesos.
El
gobierno Kirchner ha venido haciendo un uso abusivo de este recurso
de política monetaria para retirar de plaza la mayor parte del
dinero que emite para poder comprar dólares; dólares que - a su vez
– presta al Tesoro para pagar Deuda Externa con esas divisas, que
las resta así de las reservas internacionales.
Las
Lebac/Nobac son deuda cuasi-fiscal del Estado, es decir, obligaciones
en cabeza del BCRA que no figuran dentro de la Deuda Pública del
Estado Central, y suman en la actualidad – al 30.6.2014 – unos
206.400 M$ (Millones de Pesos), equivalentes a 25.400 MD (Millones de
Dólares).
Por
la colocación de estas letras el Banco paga una tasa de interés
promedio del 28 % anual a los bancos privados que las toman: en el
ejercicio 2013 se pagaron por este concepto 14.800 M$ de intereses.
Sobre
este tema corresponde además hacer tres observaciones importantes:
- El stock de Lebac/Nobac ha venido creciendo extraordinariamente en los últimos meses: al 31.12.2013 era de 110.500 M$, al 31.3.2014 había subido a 177.900 M$, al 31.5 era de 188.200 M$ y hoy, como dijimos, pasa los 206.000 M$.
- La desproporción entre este pasivo de corto plazo y la Base Monetaria (BM) es altísima: la BM – circulación monetaria más cuentas a la vista – es al 30.6 de 370.600 M$ (equivalentes a 45.600 MD), de modo que este stock de Lebac/Nobac de 206.400 M$ (equivalente a 25.400 MD) implica que por cada dos billetes emitidos por el BCRA hay prácticamente otro billete que está retenido por el propio BCRA, y pagando permanentemente altas tasas de interés (la relación es 1.8, como producto de dividir ambas cifras).
- El monto de intereses pagados por estas Lebac/Nobac constituye una sangría de dinero por sumas enormes que, al ser retenidas por el BCRA, se sustraen al destino como préstamos a la actividad privada, lo que implica que en lugar de contribuir a la reactivación de la Economía lo hacen a la recesión por vía de la restricción del crédito.
Esta
profunda distorsión estructural en las cuentas del BCRA, unida al
crecimiento de Otros Pasivos, por préstamos recibidos de otros
bancos centrales y/u organismos financieros internacionales – 7.500
MD al 30.6 – retroalimenta el grave problema de insolvencia del
Banco, derivado de su política de comprar divisas con endeudamiento.
Porque
el pasivo de corto plazo del BCRA – estas letras/notas de las que
estamos hablando - aumenta en línea con la compra de reservas ya
que, como hemos explicado, las reservas se compran imprimiendo dinero
y ese dinero luego se retira o esteriliza a través de las
Lebac/Nobac, de modo que en definitiva las Reservas se compran con
Deuda.
LA
DEUDA POR OTROS PASIVOS.
Un
tercer rubro de deuda del BCRA – aparte de la Base Monetaria (BM,
que es su pasivo básico) y la emisión de Lebac/Nobac – es el de
Otros Pasivos, que está constituido por Fondos Rotatorios y
obligaciones varias en moneda extranjera provenientes básicamente de
préstamos de otros bancos centrales y/u organismos financieros
internacionales (como el Banco Mundial y el BID).
No
hay información desagregada al respecto pero dentro de este rubro se
sabe que están las líneas de crédito del Banco de Francia y pueden
estarlo las que facilite el Banco Central de China; así como se
entiende que están o han estado los préstamos del Banco de Pagos
Internacionales o BIS de Basilea.
Al
30.6.2014 el saldo de este rubro de Otros Pasivos era de 7.500 MD.
Como
estas divisas - registradas como Deuda - se corresponden con un
aumento de las Reservas Internacionales, es importante tener en
cuenta que la posición de Reservas Netas del BCRA queda así
fuertemente debilitada.
Las
Reservas Netas resultan de restar a las Reservas Brutas del BCRA la
parte de esas reservas que no está constituida por divisas propias
sino por divisas de terceros prestadas al Banco o puestas a su
disponibilidad.
Al
30.6.2014 el stock de Reservas Brutas es de 29.300 MD pero si a este
importe se le restan los 7.400 MD de encajes bancarios en moneda
extranjera y los 7.500 MD citados de Otros Pasivos – subtotal:
14.900, casi 15.000 MD), el saldo de Reservas Netas es de 14.400 MD.
Es
decir, que del total de las Reservas Internacionales sólo la mitad
de esas divisas son propias del BCRA.
Este
cuadro de situación empeora sustancialmente si se le resta además
el importe de las Lebac/Nobac – hoy superior a los 200.000 M$,
equivalentes a 25.400 MD – dado que se trata de una masa de dinero
prestada al BCRA por los grandes bancos que operan en la Argentina
(nacionales y extranjeros) que, si no se retribuyera a las altas
tasas de interés que se les está pagando, se volcarían al mercado
de cambios presionando la suba del dólar.
El
BCRA se encuentra así prisionero de mantener un elevado
endeudamiento cuasi fiscal – por Otros Pasivos y por Lebac/Nobac,
que devengan altos intereses – para poder sostener su posición de
reservas porque, caso contrario, se profundizaría el deterioro de la
relación entre Reservas y BM, que hoy es de 0.64 dólares por peso
(29.300/45.600 MD).
Y
ello ocurre porque el Estado y su BCRA no tienen liquidez ni
solvencia suficiente para poder cubrir los servicios de la Deuda
Pública, Externa e Interna.
Estos
hechos tienen hoy especial importancia porque, dada la encerrona
financiera fiscal por la nueva Crisis de Deuda que se vive desde
comienzos de este año, no sería sólo el Tesoro Nacional el que
pase a tomar más deuda sino también, y muy especialmente, el BCRA
(como ya está ocurriendo).
Lic.
Héctor L. GIULIANO
Buenos
Aires, 11.7.2014.
Asesor
del
FORO
ARGENTINO de la DEUDA EXTERNA
Foro
Regional La Plata, Berisso y Ensenada
forodeudaexternalp@hotmail.com
Archivo:
GIULIANO ARTICULO 2014 07 11 DP QF BCRA
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