EN DEFENSA DEL JUEZ GRIESA
SILVIO H. COPPOLA
Miembro del Foro Regional La Plata, Berisso y Ensenada del FADE (Foro Argentino de la Deuda Externa)
El Juez de Nueva York Thomas Griesa, es presentado ante la opinión pública argentina, como un viejito malvado, que sólo buscar hundir a la Argentina y perjudicar al elenco kichnerista en el poder. Fue sin embargo que por las tan usuales cláusulas de prórroga de jurisdicción, agregadas casi sin excepción a todo título de deuda emitido por nuestro país a partir de la década más que infame de 1990, que fueron entrando a su juzgado y a otros similares del extranjero, ejecuciones contra la Argentina. Intervenía entonces esa “justicia” de Nueva York, porque había aceptación escrita por las partes, antes del vencimiento de cualquier obligación, de que en caso de incumplimiento no intervendría la Justicia argentina; pese a que de hecho le hubiera correspondido, por el lugar de formalización de las obligaciones y por su sitio de cumplimiento, amén de ser parte el estado nacional. Esta última intervención sería usual, pero no se hizo y se aceptaron estas prórrogas de jurisdicción, porque para lograr los desesperados préstamos o las ansiadas inversiones, había que convencer a aquellas personas, de existencia natural o jurídica, a que colocasen sus dineros con las mayores facilidades y en consecuencia exceptuar la probable intervención de la justicia argentina. Como de hecho se fue haciendo. Así que recapitulando, al Juez Griesa y a su Juzgado, le toca intervenir solamente porque las partes así lo han dispuesto. ¿y entonces, qué responsabilidad puede tener el propio juez, de fallar conforme a la ley? Y falla conforme a la ley, porque en esta ejecución del fondo de inversión NML, al tratarse simplemente de un cobro de dinero, no valen excusas sino cumplimiento. Todos los abogados lo saben y el Juez también. Bastante esperó el magistrado permitiendo de hecho la dilación en el proceso y dando incluso traslado a la Corte Suprema , cuando su intervención era totalmente improcedente. Y así no es que la Corte nos falló en contra, como se dijo, sino sencillamente que en esta clase de juicios no correspondía su intervención. Aunque se demandara a un estado soberano o más o menos soberano como el nuestro.
Por eso, entiendo que el juez Thomas Griesa, es totalmente inocente de las acusaciones de que ha sido objeto. Ya iremos con los culpables. Pero aquí también se puede agregar que fue fantástico pensar que la solución de este juicio (y de todos los similares), podría venir de la influencia de los centros políticos de poder del imperio estadounidense. Ni los centros financieros de Estados Unidos, ni sus centros políticos o económicos, ni su presidente de la república, en casos como este, donde sí interviene un poder independiente, harán nada, ni hablar por teléfono, para favorecernos. Hay un juicio de cobro de dinero, la competencia es clara y en consecuencia el resultado también. ¿A quién se le puede ocurrir otra cosa que no sea que se resuelva conforme a derecho?
Entonces ¿será justicia? Desde un punto de vista formal, seguramente. Pero los argentinos no tenemos así Justicia. ¿Dónde están los responsables, de haber llevado a la “patria querida” (como cantaba Horacio) a este descalabro?. Sucintamente, el corolario fue el Canje fallado de 2005 de Dubai. Pero gran parte de la responsabilidad la tenemos que buscar en la década de 1990, pese a los antecedentes nefastos del igualmente nefasto Martínez de Hoz y su dictadura cívico-militar-comercial y financiera (¡¡y pensar que durante el gobierno de la tan denostada Isabel Perón, prácticamente no había deuda externa o pública!!). En esa década se firmaron decenas de tratados (aún vigentes), con casi todas las naciones y grupos inversores y explotadores del universo, para darles todo tipo de facilidades, para las inversiones reales o ficticias en nuestro país. Y hubo leyes que aprobaron todo. Ahí tenemos responsables conocidos e ignotos. Integrantes del Ministerio de Economía de la Nación y legisladores de todos o casi todos los partidos políticos. Algunos todavía están en la función pública, cambiando de camiseta partidaria a cada movimiento. ¿Porqué no empezamos para que el mundo sepa de un resurgir argentino, estudiando, no solamente la validez de la deuda externa que se nos reclama, sino también la responsabilidad de todos aquellos que la posibilitaron? Eso sí será hacer justicia. Exculpemos a Griesa y busquemos a los verdaderos culpables.
LA PLATA, julio 23 de 2014.
SILVIO H. COPPOLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario